CAPÍTULO 12 🖤

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Hicieron el amor sin prisa. Dando tiempo a explorar sensaciones y a disfrutar del placer del tacto, del roce y las caricias.

Cristina había quedado profundamente dormida, recostada casi en el hombro de Federico. Él por su parte, cerró los ojos y suspiró. Jamás se había sentido así con nadie y eso le generó cierto miedo. Miedo a que un día ella supiera la verdad y perderla, por lo que se prometió jamás revelar aquello que por más que intentaba evadir de sus pensamientos, lo invadía cuando estaba con ella...porque su ceguera se lo recordaba a cada instante.

Lo que no imagino Federico era que esa misma noche en la que se sentía en la gloria comenzaría su desdicha a raíz de una pesadilla.

C: No...
La oyó murmurar mientras sentía que se movía bajo las sábanas.

No ...( Sollozando)

F: Cristina...

Ella comenzo a agitarse y Federico la movió un poco para que despertara.

F: Mi amor, Cristina.

Elevó un poco la voz y ella despertó sentandose en la cama.

C: ¡No!!!! No veo, ¡no veo!...

F: Tranquila, mi amor. Tranquila.

C: ¡No veo...enciende la luz!! !Enciende la luz!

Ante tal pedido la encendió sin saber por qué lo hizo.

F: Cristina, calma...estás conmigo aquí en la hacienda. ¿Recuerdas?

Ella se quedó unos segundos en silencio.

C: Si, si.

Comenzo a llorar mientras se acurrucaba en el pecho masculino.
Él la rodeo aún mas con sus brazo y besó su frente.

F: Tranquila...fue una pesadilla.

C: Fue el accidente.

El ranchero suspiró.

C: Otra vez reviví ese choque con esa camioneta...

Y cuando soltó esa palabra, se había dado cuenta que nunca había recordado que se trataba de eso y no de un coche. Sin embargo en el sueño, lo era.

C: Si...( Incorporándose y sentandose en la cama) era una camioneta. Lo había visto todo tan confuso pero ahora es, es claro.

Federico temia lo peor.

F: ¿Estás segura? Mira que tratándose de un sueño...

C: Si, si...¿De verdad nunca viste nada aquella vez que pasaste por la carretera? ¿No cruzaste una camioneta por el camino ?

F: No, solo crucé algún que otro coche...nada más.

C: Maldito infeliz...( Murmuró)

Él cerró los ojos y se frotó la cara.

C: Ojalá algún día pague por lo que hizo...

F: Calma. Vuelve a dormir ¿Si?

C: Si, lo siento...

F: Piensa en que mañana será un nuevo comienzo.

C: ¿Y si no hay esperanzas?

F: Buscaremos otro médico.

C: No quiero quedarme así toda la vida Federico.

Al oír decir aquello, sus ojos se cristalizaron.

F: Vas a recuperar la vista. Te lo prometo.

****

Un par de horas más y ambos se encontraban ya cargando sus maletas para emprender el viaje.

Federico se notaba ilusionado y más allá de todo, decidió alejar los malos pensamientos aunque deseaba con todas sus fuerzas que Cristina volviera a ver. Si ello no ocurría no se lo perdonaría jamás.

Redención ⚖️ (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora