CAPÍTULO 20 🖤 - Fin-

1.3K 120 63
                                    

Cristina le dio un último beso a Federico.

F: Te voy a extrañar mucho.

C: Pero si volveré para la noche. ( Sonrió)

F: Te esperaremos para cenar y en el comedor.

C: Mi amor no quiero que te levantes.

F: No te preocupes. Estaremos bien.

Quédese tranquila señora, yo me encargaré de lo que necesite el señor Federico.

C: Gracias Casimira. Iré a despedirme de mamá.

Cristina camino por el pasillo, pues provisoriamente y para mayor comodidad se habían mudado a una de las habitaciones de abajo. Cerca del pie de la escalera su madre la esperaba con Seba en brazos. Se había quedado dormido nuevamente.

Co: Si quieres puedo llevarme al niño a la hacienda.

C: Preferiría que lo cuides aquí. Federico también quiere pasar tiempo con él.

Pero Consuelo hizo un mohin mostrando disconformidad.

C: Oye...es su padre y es el hombre que amo. Deberías estar contenta que al fin soy feliz.

Co: ¿De verdad lo eres?

C: Si mamá, lo soy...

Co: Te conozco hija, te pasa algo.

C: No, simplemente no me quiero alejar de ellos. Ambos necesitan de mi.

Co: En realidad el que necesita de ti es este precioso de la abuela. ( Acercó su rostro a la carita de niño)

Cristina sonrió y lo cargó unos momentos para despedirse.

C: Por favor mamá, llámame por cualquier inconveniente.

Co: Ve tranquila hija.

Había arreglado que ella iría por sus medios aunque Federico prefería que alguien manejara por ella. Pues hacía tiempo que no hacía viajes tan largos.
Fue así que hacia la madrugada y aún de noche, emprendió su viaje a la capital.

Cerca del mediodía Cristina ya estaba reunida en el buffet con el abogado que la reemplazaba y con el Licenciado Cardeño. La realidad era que había algunos inconvenientes con ciertas incongruencias en algunos de los casos. Cosa que Cristina pudo bien dislucidar por su brillantez y gran profesionalismo. Sin dudas ella ya no necesitaba tutorías, bien estaba preparada para darlas.

Y pese a que extrañaba a su familia, se sentía plena. Su trabajo la completaba, amaba lo que hacía y se desempeñaba con mucha seguridad.

Federico por su parte la extrañó desde el minuto uno en que se había marchado. Y a pesar de que no estaba de acuerdo con ese viaje, entendía que eso también le hacía bien a ella, pues su deseo de volver a trabajar había sido tema de discusión la tarde del día anterior.

Rivero decidió levantarse de la cama. Siempre fue un hombre bastante activo, por lo que ya no soportaba más estar tanto tiempo acostado y encerrado en su habitación.
Se vistió despacio con la ayuda de Casimira y se dirigió al cuarto desde donde se oía el llanto del bebé

Co: ¿Qué haces levantado?

F: Debo hacer unas cosas. ¿Que le pasa? ( Preguntó acercándose despacio)

Co: No se, intento dormirlo pero ya no quiere. Quizás tenga hambre.
Quédate aquí que le traeré su biberón.

F: ¿Yo?

Co: No veo a nadie más aquí.

Federico hasta el momento se mostraba bastante inseguro como padre. Por su situación no podía moverse mucho por lo que no tenía tanto contacto con el niño, a menos que Cristina se lo llevara hasta donde él estaba.

Redención ⚖️ (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora