la teoría del bucle cerrado-(Kacchako)

PROLOGO

Las mañanas en la UA son siempre iguales, la mayoría de los estudiantes tienen un mucho sueño y el resto suele hablar de manera emocionada a gritos, lo cual generaba grandes molestias usualmente a cierto muchacho de pelo cenizo, pero está mañana era diferente porque su mente estaba perdida en recuerdos de su último fin de semana.

Las clases pasaron y Bakugo seguía distraído, ya era el tercer bloque, pero su mente estaba en otro lado,  por lo cual sus amigos del bakusquad se preocuparon por su estado, pero solo Kirishima intento averiguar que ocurría.

-Hey bakubro ¿Ocurre algo? Te veo muy distraído, no has expresado tu opinión de la manera tan “particular” que tienes usualmente- trato de explicar Kirishima intentando sonar gracioso.

-No molestes pelos de mierda, no ocurre nada- explico bakugo con un tono extrañamente bajo para él, lo cual preocupo aún más a sus amigos.

La verdad es que Bakugo el domingo pasado había salido al centro a buscar más de su salsa picante favorita para su uso personal, pero en el camino encontró a una mujer de aproximadamente 45 años con dificultad para caminar, puesto que caminaba con un bastón. En primera instancia la ignoró, pero en todo su recorrido por el centro sin importar a qué tienda entrara se encontraba con la dichosa mujer y eso ya lo estaba molestando, hasta que noto algo extraño cuando ya volvía a los dormitorios, se escuchaba ruido a lo lejos que correspondían a una persecución a alta velocidad, lo cuál pudo verificar al subir a una cerca para ver mejor. El único problema es que la dirección que estaba tomando la persecución terminaría por herir a la mujer que estaba cruzando la calle.

No fue algo que Bakugo pensará mucho, simplemente se colocó cerca de la mujer y con su quirk consiguió parar a los fugitivos sin mayores problemas, al mismo tiempo que salvó a la “anciana”.

Al finalizar su acto heroico los oficiales le agradecieron su intervención y al terminar los elogios la mujer lo  llevándolo a su casa para darle un obsequio para agradecer su gentileza.

La mujer no se presentó nunca, incluso cuando arrastró a un joven a su casa de manera sospechosa, solo acerco una taza de té mientras buscaba algo en una habitación lejos del joven, ya en esos momentos Bakugo estaba a punto de estallar de ira, pero la mujer regreso triunfante con un collar estilo relicario de madera.

-Tus ojos son los de él, no lo entendí en un principio, pero ahora lo veo-la señora parecía no notar que Bakugo estaba por explotar la mesa de ira no entendía que tonterías hablaba la mujer- mi deber contigo es hacerte entrega de este relicario.

-¿De que putas habla señora?- aunque nadie lo crea Bakugo estaba tratando de ser amables, pero su paciencia fue superada.

-Muchacho, mi don es ver y velar por el flujo del tiempo, todo debe suceder como ya fue previsto.

-Esa mierda no me dice nada- extrañamente Bakugo aún no subía el tono de voz, pero su vocabulario ya tenía sus colores naturales.

-Lo entenderás cuando lo veas, ya la conoces, pero tú corazón no está listo para entenderlo, cuando lo hagas le entregaras este collar y le vas a jurar tu amor incondicional.

-¡Usted es una vieja loca¡, ¿ Amor? Esas mierdas son de débiles, jamás me verá en una estupidez así.

- Es porque aún no abres tu corazón, cuando lo hagas lo necesitarás porque…

La señora no logro explicar más allá, pues Bakugo se fue azotando la puerta, pero al volver a los dormitorios notó que en su bolsa de compras estaba el dichoso collar y una sensación extraña recorrió su pecho al mirarlo. El no se creía capaz de amar, menos en creer en las tonterías de esa mujer loca, pero por alguna razón no podía soltar el collar desde ese día.

-¿Amor? Que tontería, el número uno no necesita esas emociones de mierda.