capítulo 17: Amor

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Despertar a las 7 AM era quedarse dormido bajo los estándares de cierto peliceniza, pero no se pudo enojar al despertar y ver tan linda escena, la mujer que deseaba fuera la madre de sus hijos, se había quedado dormida con su futuro hijo acurrucado en su pecho, mientras esté sujetaba fuertemente su mano.

El pequeño se veía que estaba tan en paz en su sueño que no deseaba despertarlo, así que deseaba levantarse sin hacer mayor ruido para no alertar a ambos bellos durmientes, por ello fue que se dispuso a bañarse y vestirse rápidamente, pero con suficiente delicadeza para no despertar a nadie, todo marchaba de maravilla hasta que se le cayó una lámpara al empujarla con el codo alertando al pequeño.

-Lamento eso, si quieres puedes seguir durmiendo-dijo el adolecente, pero el niño se levantó y se apagó a él como el día anterior-ok, debes bañarte pequeño y de ahí puedes pegarte como sanguijuela todo lo que quieras, ¿Está bien?

El niño solo asintió con la cabeza, apenas había pronunciado unas palabras desde su llegada, era casi como un pequeño trapito que se dejaba manipular cuando katsuki lo metió a la ducha y lo vistió.

¿Cuándo en su puta vida se habría visto dándole un baño y vistiendo a un niño con tanta delicadeza? Era lo que se preguntaba mientras realizaba la acción y con muy buen ánimo a su parecer, aunque mantenía su seño fruncido.

Cuando terminó de arreglar al pequeño fue que decidió usar el secador de pelo, si su cara de ángel se despertaba no habría mucho problema, pronto sería hora de asistir a clases y debía arreglarse, pero por más ruido que hiciera con el secador, la chica no se despertaba, así que debió ir a despertarla, está vez ya no la despertaría con tanta delicadeza, eso no servía con ella.

-Cara de ángel, ¡Despierta! O se nos hará tarde-dijo mientras la sacudía energéticamente, pero solo recibió una adormilada castaña que pedía 5 minutos más.

El niño se aferró más fuerte a katsuki mientras miraba la escena y dejaba escapar una pequeña sonrisa, era como una mañana cualquiera en su casa, solo que algo diferente.

Al final después de varios intentos, katsuki logró levantar a la chica que se despertó algo confundida.

-¿Dónde estoy?...-tardó un tiempo en recordar que había vuelto a dormir con su hombre y otro rato en recordar los acontecimientos relacionados a kazuo-el pequeño, ¿Cómo está ahora?.

-kazuo está bien, aún está algo asustado, pero nada de gravedad-decía mientras le daba un pequeño beso de buenos días-ve a arreglarte, pronto empiezan las clases.

-Entiendo y está bien… te veo en el salón -decía con una mirada de perrito regañado, la verdad es que quería quedarse un momento más con su hombre.

Ya en la UA, el nuevo gran tema de conversación era lo increíble de ver al malhumorado Bakugo katsuki cómo una mamá canguro al llevar a un niño colgado de su torso a todos lados, no dejaba que nadie se acercara y solo le hacía caricias ocasionales en la cabeza mientras tomaba atención y apuntes en clases, también era un tema muy comentado ese día la ausencia de katsumi, nadie parecía haberla visto desde su llegada la noche anterior…

Katsuki hacía todo con el niño colgado a su torso, hasta que fue hora de los entrenamientos, allí Ochako estaba algo emocionada, ya que esperaba poder entrenar por primera vez como pareja de katsuki, pero este pidió permiso para faltar a clases, el niño seguía pegado a su torso y no podía apartarlo solo para entrenar.

La castaña se sintió algo herida al pasar a segundo plano y a la vez se sentía tan egoísta, estaba celosa de un niño que posiblemente perdería a su mamá, ¿Cómo era eso posible?

Seguir con su rutina de entrenamiento como antes de empezar a compartir con katsuki fue extraño y desgarrador, pero fue superado a pesar de algunos inconvenientes que la hicieron sentir extraña.

la teoría del bucle cerrado-(Kacchako)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora