capitulo 15: no todo es color de rosa

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Katsuki despertó a las 4.30 AM de manera casi natural sin despertador, con la idea de que debía asistir a su trabajo, fue una hermosa sorpresa ver a su mujer acostada a su lado, pues al parecer su primera noche como pareja fue abrazada de una manera muy casta y perfecta. Podría haberse quedado allí mirándola por más tiempo, pero debían arreglarse para partir.

-Cara de ángel, ¿Aún quieres ir conmigo al trabajo?-dijo en un tono bajo ya que no quería despertarla con un susto, pero por más que la movía y le susurraba al oído, la chica no se despertaba y eso le quitó la delicadeza-¡Despierta ya, cara de ángel!, ¿estás viva al menos?, ¡Nadie en esta mierda de mundo puede dormir tan profundo, eso no es normal maldita sea!.

Ochako se asustó y se cayó de la cama mientras procesaba lo que había ocurrido, no reconocía bien el lugar donde estaba ya que estaba todo oscuro, pero no parecía ser su habitación y el grito que la despertó la dejo casi inconsciente.

-¿Qué me pasó?

-Pasa que aún no me dices si vas a acompañarme al trabajo y es hora de levantarse.

-Ka… katsu… tu y yo… yo mujer-dijo la chica tratando de unir palabras mientras procesaba lo que ocurría y lo ocurrido la noche anterior, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por katsuki quien la ayudó a levantarse.

Al estar ambos de pie se miraron a los ojos, ella estaba muy nerviosa y sonrojada, su mente estaba llena de malos pensamientos y apenas había despertado, no quería que katsuki pensará mal de ella por tener esa clase de deseos, pero no pudo pensar más en ello al recibir un casto beso, muy corto a su gusto seguido por la orden de ir a vestirse.

Ochako quedó paralizada unos segundos, quería más que un dulce beso y a la vez también quería ir a cambiarse, no sabía bien que hacer hasta que pensó ¿Por qué no hacer ambas? Y se volvió a acercar al chico empujando su cabeza para acercar sus labios y fundirse en un beso húmedo mientras trataba de fundir sus piernas con las del chico, en ese momento realmente pensaba en que quería volverse una con él, se preguntaba si así se debía sentir cuando uno amaba a otra persona, quizá había escalado más su deseo ya que su siguiente movimiento era tocar la entrepierna del chico con sus manos, pero no alcanzó a seguir con sus intenciones debido a que el chico separó el agarre.

-No es que no quiera, si quiero, en serio que si, pero es tarde-dijo el chico mientras se separaba y sacaba su mujer de la habitación, quería pensar que solo deseaba llegar a tiempo a su empleo, pero en realidad muy en el fondo sabía que no quería mancillar su primer día con su arma de doble filo al dejarse llevar por sus impulsos carnales, ya habría tiempo para hacerla suya en el futuro, además tampoco quería que pensara que él era un pervertido que solo quería que fueran pareja para tener sexo.

Su primera noche con su chica se había pasado de la línea, intuía que ella posiblemente era virgen  y a su parecer la había obligado a satisfacer sus deseos, si no estuviera verdaderamente cansado seguramente la habría forzado a consumar sus más impuros deseos y en definitiva ese no debía ser el tipo de hombre que describía katsumi cómo su padre, por lo tanto no es el hombre que deseaba su cara de ángel y se trató de contener a pesar de su enorme necesidad que crecía en su pantalón.

Ambos tenían deseos por el otro, pero su comunicación era pésima y solo trataron de centrarse en el problema actual que era arreglarse para el trabajo.

Katsuki la esperó afuera de los dormitorios con un atuendo casual de unos pantalones sueltos, una camisa sin mangas muy apegada que mostraba bien la sensualidad de su cuerpo y una chaqueta con estilo militar. Él siempre se mantenía tranquilo para ir a trabajar, no le interesaba ver a las chicas con vestimenta ajustada o cualquier cosa sexy, pero ahora bajo su semblante despreocupado, con su mala cara típica, se escondía un montón de emoción por ver a su mujer.

la teoría del bucle cerrado-(Kacchako)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora