VI

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--- Así que ella es tu novia ---habló Karl, mirando fijamente a la Minami, la cual estaba sentada en una de las sillas que había frente al escritorio.

Doyeon hacía todo lo posible para disimular sus temblores. Es por eso que, la mano que tenía más cercana al rubio, se aferraba a la mano del contrario con fuerza---. Encantada de conocerlo, señor Sakamaki ---genial, y ahora su voz sonaba demasiado aguda.

¿Pero cómo no se iba a sentir intimidada? No solo porque estaba frente a una figura importante, sino porque no paraba de mirarla de arriba a abajo. Ya había analizado su figura unas cuantas veces.

Y cuando menos se lo esperaron, de los labios del albino salió una pequeña risa.

--- ¡Shu, nunca me habías dicho que tu prometida era tan bonita! ---exclamó. Su rostro serio había cambiado a uno que mostraba alegría. Se levantó del asiento, extendiendo su mano hacia ella--- ¿Cómo era tu nombre?

Ella enseguida se puso de pie, casi de un salto, soltando la mano del rubio---. Doyeon ---acercó su mano para poder corresponder ese apretón.

Sin embargo, Karl tomó por su cuenta la mano de la femenina y, como si se tratase de una especie de caballero, le dio un beso en el dorso de la mano, viendo cómo ella se sonrojaba y, de fondo, su hijo se tensaba.

--- ¿Sabes? Me recuerdas a mi tercera esposa. Ella también es joven y muy hermosa, como tú ---dijo, usando un tono de voz más suave.

--- Yo. . . Gracias ---respondió en un hilo de voz.

Karl miró de reojo a su hijo. Shu se imaginaba que podría pasar cualquier cosa menos esto. Un sentimiento de rabia e ira llenaba cada vez más su interior. Apretaba su mandíbula, mientras cerraba sus manos en un puño.

--- Ah, no me mal entiendas. Solo la estoy halagando ---soltó una pequeña risa, separándose y volviendo a sentarse en la silla---. Vamos, Shu, ¿acaso crees que yo sería capaz de robarte a tu novia?

Eres capaz de convertirla en tu cuarta esposa. Pensó, pero nunca lo dijo en voz alta.

No respondió, simplemente jaló la muñeca de la chica para que se sentara de nuevo. Doyeon no dijo mucho más, aún seguía con sus mejillas rojas por lo ocurrido recientemente.

El lugar estuvo en silencio durante unos segundos, los cuales fueron bastante tensos para el rubio. Incluso cuando su padre comenzó a hacerle preguntas para saber más de su vida, no podía dejar de mirarlo con odio.

Odiaba como la observaba de arriba a abajo, como usaba ese tono de voz dócil y seductor que hacía que muchas mujeres desearan ser su siguiente esposa. . . Pero lo que más le sacaba de quicio, era notar como se fijaba en sus labios cuando ella respondía con inocencia al no percatarse de lo que pasaba.

--- Entonces. . . ¿Cuándo tenéis planeada la boda?

Esa pregunta sacó de su trance a Shu. Miró a su padre de manera fija, como si estuviera analizando lo que acababa de decirle.

--- ¡¿Boda?! ---a Doyeon casi le dio algo de escucharlo. Era cierto que todo era una farsa, aunque ella no sabía que Karl estaba al pendiente de todo, pero no se esperó que tuvieran que llegar hasta el punto de fingir una boda, o incluso llegar a casarse--- ¡Nosotros no-!

--- En junio ---respondió el rubio, soltando un pequeño bostezo, como si ya esta charla lo estuviera aburriendo.

--- ¿Junio? Apenas hemos empezado el mes de octubre ---Karl torció su gesto, haciendo una mueca de desaprobación---. Falta mucho.

--- Lo se. Pero quiero que ella termine sus exámenes. No se va a concentrar si tiene que estar pendiente de organizar todo ---mantuvo su rostro serio e inexpresivo, a pesar de que por dentro su rabia iba creciendo al ver la expresión burlona de su padre. Inconscientemente, tomó la mano de Doyeon.

𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀𝐎𝐑𝐃𝐈𝐍𝐀𝐑𝐘 𝐘𝐎𝐔 ━ 𝐒𝐡𝐮 𝐒𝐚𝐤𝐚𝐦𝐚𝐤𝐢 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora