XIV

72 9 14
                                    

Shu estaba destrozado.

Había tocado lo más profundo de la depresión tras la muerte de su madre y la "supuesta muerte", y actual amnesia, de su mejor amigo de la infancia. Logró salir adelante y, ahora, debido a que Doyeon lo había dejado, sentía una soledad increíble.

El Sakamaki no era idiota. Sabía que ella no lo hizo porque quería, con esa llamada le quedó claro que su padre estaba relacionado con lo ocurrido.
Además, incluso si ella se había ido de casa, no se lo llevó todo. Shu seguía conservando los cuadros que pintó, aún tenía sus libros de partituras de piano; lo único que se había llevado era la ropa, además de otros objetos personales.

Y ahora, Shu estaba en su propio despacho con Karl enfrente suyo. Con ese hombre que ahora mismo deseaba matar con sus propias manos. Motivos tenía de sobra para abalanzarse contra él e intentar ahorcarlo.
Sobre todo porque la mujer que ahora tenía al lado era otro motivo de sus desgracias.

--- Shu, te casarás con Mei en mayo ---anunció Karl.

Mei era una mujer de la misma edad que Shu. De cabello castaño oscuro, largo y ondulado. Su piel era blanca, pero no tanto como para que pareciera una frágil muñeca. Los labios rojos, carnosos, tentadores para cualquier hombre; menos para Shu.
Desde un principio, el Sakamaki no mostró emoción ninguna por la belleza de esa mujer ni su buen vestir.

--- Como si quisiera ---masculló el rubio, mirando hacia otro lado.

Mei sonrió de forma dulce, intentando calmar a Shu---. Sé que es muy repentino... Pero esto será bueno para ambos. Mi empresa y la tuya obtendrán beneficios ---aunque más bien era la empresa de su padre---. Y nos llevaremos bien, Shu ---por un momento, ella parecía amable, al menos hasta que intentó acercar su mano a él---. Además, debes olvidar lo ocurrido.

Shu no dejó que lo tocase. La miró con el ceño fruncido, como si estuviera intentando matarla con su simple mirada---. Ni se te ocurra hablar del tema. Tú no tienes derecho.

--- ¡Shu! ---Karl le riñó--- ¡No hables con ese tono a tu prometida!

--- Me da igual ---gruñó, mientras se levantaba de la silla---. Me da igual que tenga dinero y que tenga una empresa... Nadie la reemplazará nunca. Ella es única. Ella es algo extraordinario para mí.

A pesar de las quejas de su padre, Shu salió de allí. Incluso si era su propia oficina, no pensaba volver hasta que su padre se fuera con esa mujer.
Ahora mismo, solo podía ir al único lugar en el que podía estar tranquilo en esa empresa.

--- Oye, Yui ---llamó con algo de desesperación a la puerta de su oficina, y, como siempre, enseguida recibió una respuesta.

--- ¿Shu? Creía que estabas hablando con tu padre ---la Komori podía ver perfectamente la atmósfera pesimista alrededor del Sakamaki---... Pasa ---susurró, mientras abría un poco más la puerta--- ¿Quieres algo de beber?

--- No hace falta. Además, solo he venido a comprobar que ya has terminado tus papeles y no estabas con Ayato.

--- Shu ---Yui sonó más seria de lo normal---. No hace falta que busques una excusa para decirme que no quieres estar con tu padre. Puedes quedarte todo el tiempo que desees.

El Sakamaki soltó un suspiro de alivio. Yui siempre conseguía saber lo que pasaba por su cabeza, seguramente porque era mucho más sencillo de tratar que Ayato. Ella era una de las pocas personas de confianza que tenía a su alrededor.

--- Yui ---Shu se quedó durante unos segundos en silencio---... Si no te importa, al final sí que me gustaría tomar un café ---y luego, la vio sonreír.

 Si no te importa, al final sí que me gustaría tomar un café ---y luego, la vio sonreír

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀𝐎𝐑𝐃𝐈𝐍𝐀𝐑𝐘 𝐘𝐎𝐔 ━ 𝐒𝐡𝐮 𝐒𝐚𝐤𝐚𝐦𝐚𝐤𝐢 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora