En noviembre ya comenzaba a notarse más el frío. Apenas faltaba un mes para que finalizara el segundo periodo de clases y los exámenes finales estaban muy cerca.
Doyeon había estado estudiando muy duro para poder sacar buenas calificaciones. Cuando acababa las clases, estaba en la biblioteca o se iba a la empresa, estudiando toda la tarde en la oficina del rubio mientras éste hacía su trabajo.
Poco a poco, la relación entre ellos iba mejorando. Ya no se detestaban como al principio, aunque eso no quitaba que a veces se dijeran pequeñas burlas entre sí.
Desde el cumpleaños de Shu, habían desarrollado una especie de rutina y costumbres que hacían entre ambos. Cómo por ejemplo, ir a casa para cenar con ella. Cuando se puso a pensarlo, se percató que desde que inició noviembre habían sido pocas las veces que se quedó una noche, o varias, en la empresa.
Por otro lado, Doyeon se había tenido que acostumbrar a lo que sería su nueva vida cotidiana. Y no solo hablaba del estudio, sino de tener a periodistas detrás intentando entrevistarla, que algunas personas los grabaran cuando salían juntos y las críticas hacia ambos. Sin embargo, Shu no la dejaba leer lo que decían de ella.
Aunque, para su sorpresa, habían personas que la adoraban. No entendía porqué, siempre iba ocultándose de las cámaras e intentaba hablar lo mínimo. Pero resulta que, cuando estaban en la feria, esas chicas que grabaron la escena que se formó en el puesto con el vendedor subieron el vídeo a las redes. La sorpresa de Doyeon cuando se lo encontró fue leer comentarios que decían que se veían tiernos juntos, entre muchas otras cosas.
Quitando de eso, no ocurría nada interesante en sus días, a pesar de que Doyeon siempre tenía algo que contarle cuando estaban cenando juntos.
Todo era monótono y, ciertamente, tranquilo. Al menos hasta el día de hoy.
Eran las dos de la mañana y Shu estaba despierto. Por alguna razón que no llegaba a entender, no podía conciliar el sueño. Tenía una sensación de incomodidad y no tenía ni idea de porqué.
Estaba fuera, en el balcón, tomando un poco el aire para intentar despejarse. Su brazo izquierdo lo tenía sobre la barandilla, flexionado y usando su mano como apoyo para su cabeza. Mientras que el brazo derecho estaba recto, hacia abajo, y en su mano llevaba un cigarro a punto de ser terminado.
Curiosamente, fumaba menos que antes, tal vez porque su estrés había disminuido.
De repente, notó como el bolsillo derecho de su pantalón vibraba, justo donde tenía el móvil. Suspiró, apartándose de la barandilla, yendo al cenicero que estaba encima de la mesita que tenía en el balcón, y lo apagó.
Se sentó en una de las dos sillas que había, sacando el teléfono, haciendo una mueca al ver quién era. Y aunque quería cortar la llamada, no lo hizo.
--- ¿Qué haces llamándome a estas horas?
--- ¿Estás fumando otra vez?
Oír la voz de su padre a esas horas era desagradable para él---. Solo dime que quieres. Necesito dormir.
--- ¿De verdad no lo sabes? Cielos, supongo que es mi culpa al estar un tiempo sin realizar nuestra vieja tradición. Tus hermanos también reaccionaron igual.
--- ¿Vieja tradición? ---se quedó pensativo durante unos segundos--- ¿Hablas de esa estúpida comida que hacíamos una vez al mes? ---preguntó. Nunca entendieron esas costumbres extrañas de su padre, sobre todo porque no estuvo presente en la mayoría de esas reuniones. Sin embargo, las dejaron de hacer últimamente debido al trabajo y el poco tiempo libre que tenían.
--- Efectivamente. Esta semana nos reuniremos para comer. ¿Acaso no te alegra?
--- ¿De verdad quieres que te responda?

ESTÁS LEYENDO
𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀𝐎𝐑𝐃𝐈𝐍𝐀𝐑𝐘 𝐘𝐎𝐔 ━ 𝐒𝐡𝐮 𝐒𝐚𝐤𝐚𝐦𝐚𝐤𝐢 ©
Random❝Nunca me ha gustado estar rodeado de la gente. Siempre buscan algún interés por mi compañía. Pero tú resultaste diferente. Eres algo. . .extraordinario para mí.❞ ✒ Diabolik Lovers pertenece a Rejet e Idea Factory. Tanto la protagonista como algunos...