XV

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El fraude electoral es una gran infracción en las leyes generales y en el proceso electoral. Un gran crimen en el mundo político, pero bastante común. Y al igual que muchas otras personas, Karl Heinz no se había quedado atrás.

--- Quema de urnas, suplantación del elector, compra de votos, adulteración de las actas de elección modificando las cantidades de los resultados auténticos ---conforme Ruki iba nombrando esas acciones, una imagen nueva se proyectaba en la tela blanca y lisa que cubría parte del altar y servía perfectamente como una pantalla. Cuando Karl aceptó colocar un proyector a petición de los Mukami, nunca esperó tales acciones---. Soborno de las personas que cuentan los votos ---hizo una pequeña pausa---. Lo cual está relacionado con la intimidación de votos.

--- ¡Ruki! ---la voz de Karl sonó como un rugido. Su expresión serena y amable de siempre había desaparecido. Tenía su ceño fruncido mientras intentaba acercarse al azabache, pero Yuma y los demás se estaban encargando de no dejarlo pasar--- ¡¿Cómo osas sacar esa información para profanarme?! Después de todo lo que hice por ti y tus hermanos... ¡Y sacas esa falsa información!

Los murmullos de los invitados estaban presentes y las cámaras grababan con gran ímpetu todos los detalles posibles.

--- Todo lo que hiciste... Aunque nos diste un hogar y un futuro, siempre nos viste como simples peones. Solo somos sustitutos de tus verdaderos hijos, ¿verdad? ---de nuevo, los murmullos incrementaron---. Cierto, la sobreexplotación de trabajadores. Las largas jornadas de trabajo, doblándoles el turno o bajándoles el salario cuando hacían la contraria... No solo tengo pruebas, sino que tengo algunos de tus trabajadores como testigos ---Ruki sonrió levemente, burlándose al ver a Karl de esa manera---. O también a tus propios hijos... No es así, ¿Shu?

Shu se sorprendió, quedándose callado ante las declaraciones del Mukami.

--- ¿Cuántas veces te has quedado días en tu oficina sin apenas dormir o comer bien? Y no solo tú. Reiji, Ayato, Laito, Kanato y Subaru... Incluso si no decís algo, tengo las pruebas para demostrarlo.

--- Ruki, suficiente ---habló Karl en un tono serio--- ¿Qué te está pasando? Estás soltando tales barbaridades para...

--- Él tiene razón, viejo ---habló Ayato, sentado en una de las sillas de la primera fila---. Todo es culpa tuya. Incluso el hecho de que nuestras madres acabaran muertas.

--- ¡Ayato! ¡Vuestra madre se suicidó! ¡Yo no tengo la culpa! ¿Acaso crees que no me dolió?

--- No parecías muy dolido cuando Cordelia pegaba a Ayato. O cuando me usaba como su canario para que le cante mientras hacía asquerosidades con sus amantes ---habló Kanato---... O cuando abusó de Laito desde que era niño ---esas palabras hicieron crecer el revuelo que se estaba formando.

--- Ciertamente, tampoco te presentaste al funeral de madre después del accidente automovilístico ---habló Reiji, mientras se acomodaba sus gafas, posando su mirada afilada y seria sobre su padre.

--- Vosotros... ---Karl se estaba poniendo nervioso. Por primera vez, no estaba teniendo el control de lo que sucedía. Sus ojos ámbar viajaron por la sala, clavándose en Subaru.

--- A mí no me mires. Es obvio que te odio después de haber mandado a madre a un hospital psiquiátrico ---y antes de que Karl pudiera responder, Subaru siguió hablando, soltando las palabras como una bomba que desencadenaría una explosión de reacciones en el público---. Además, tú la dejaste inestable. Haberlo pensado mejor antes de acostarte con tu hermana ---y de pronto, los gritos y palabras de impotencia del público.

Karl sentía que todo el imperio que había construido se estaba viniendo abajo. Incluso si él había colocado a sus hijos ahí en medio, a ellos no les importaba derrumbarse y mimetizarse con el polvo de las ruinas de su imperio.

𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀𝐎𝐑𝐃𝐈𝐍𝐀𝐑𝐘 𝐘𝐎𝐔 ━ 𝐒𝐡𝐮 𝐒𝐚𝐤𝐚𝐦𝐚𝐤𝐢 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora