xiii - nieve

2.9K 146 32
                                    


  Fué una noche inolvidable.

  Se rindieron a quererse, perdieron la batalla contra ellos mismos y se dejaron ser; se permitieron intentar sacar algo. Podían ser una gran pareja si se lo proponían, si se daba iban a ser esas duplas que dan envidia, esas que cuando las vez decís ¡no se separen nunca!

  Él la acompaño hasta su casa una vez que se relajaron, se sacaron toda la mierda que tenían en la cabeza y saciaron el hambre de los labios del otro, fueron todo el camino hablando, tomados de las manos. Los dos ojerosos se veían muy tiernos caminando bajo la luz de las farolas de la calle, mientras que uno caminaba por el pavimento, el otro lo llevaba de la mano mientras iba por el cordón de la vereda. Iban muy calmos, sin miedo a nada. Estaban felices, porque sentían que por fin estaban haciendo algo bien.

Cuando llegaron al departamento, se despidieron con un beso, luego de que ella le robara la gorra.

- hey, devolvémela - sonrió Carrera, aún bajo los efectos del beso. Actuaba como un adolescente enamorado, a decir verdad.

- Dejámela unos días... Cuando nos volvamos a ver te la devuelvo, te lo prometo.

- Más te vale, Neé. Nos vemos.

- Buenas noches corazón... y... Ro-

- ¿Si?

Reneé se acobardó antes de hablar, poniéndose roja sin quererlo.

- Te quiero Rodri...

- Yo también Reni.

No se vieron en unos días, en los que se dieron tiempo a pensar en lo que se estaban metiendo. Recapacitando, Rodrigo se dió cuenta de que si pretendía andar con Buha, en algún momento iba a tener que hablar con Spreen. Y eso iba a ser difícil.

¿Cómo iba a arreglarse con él? ¿Cómo lo iba a buscar? ¿Él lo iba a querer ver, aunque sea? Era todo un quilombo.

Pero por Neé, cualquier cosa.

Días después Tomás, Robleis, hizo una juntada en su casa e invitó a un par de sus amigos. Invitó a Rodrigo, quién aceptó gustoso la invitación sin ningún problema y empezó a prepararse para salir. Afuera hacia frío, era una de esas noches de primavera en donde la temperatura se deprimía y hacía un frío fuera de lugar para la época. Se puso un pantalón de vestir verde oscuro, su buzo verde claro y unas converse a juego con el pantalón, se peinó un poco y al rato salió para lo de Tomi. Tenía ganas de pasarla bien, hacía banda que no se veía con Rob y lo extrañaba; tenía ganas de darle un abrazo enorme y sentarse a hablar de sus vidas, tal como siempre hacían cuando no se veían por un tiempo.

A eso de las ocho y media de la noche, Carre llegó a lo de su amigo. Fué recibido por el anfitrión de la casa, con una sonrisa enorme dibujada en su rostro.

- ¡Hola Rodri!

- Hermano, cómo estás capo

- Todo bien y vos amigo, todo piola?

  Rodrigo entró a la casa de Robleis, charlando animadamente con el flaco. Hacía banda que no se veía, y realmente se tenían un montón de cosas que contar.  Justo en eso estaban, charlando, cuando llegaron al living. Y ahí, sentando en uno de los sillones, estaba él. Estaba calmado hasta que se vieron, los dos se tensaron al instante, cambiando hasta de postura; los dos quedaron rígidos al cruzar miradas.

  El menor tuvo un flashback de la cara de su amigo teñida de rojo, mientras que el más grande se acordó de la expresión de puro odio de su compañero aquella noche. 

  Iván. Y al lado suyo, Reneé. 

  El aire pareció congelarse al momento en el que la chica se levantó de su asiento. Ninguno de los dos supo qué iba a hacer la piba, en definitiva si tomaba lugar junto a alguno de los dos todo se iba a ir al carajo. En eso Tomás se separó de Rodrigo para encontrarse con Reneé a mitad de camino entre Ro e Iván, y juntos los dos salieron del espacio sin siquiera darse la vuelta para mirar hacia atrás, hacia los dos amigos en helada disputa. 

  Quedaron los dos solos. Un iceberg los separaba, tenían la expresión tan fría que parecía que dentro de sus ojos habia caído nieve la noche anterior. Estaban en silencio, sin decir nada, midiéndose con lasmradas, calculando qué decir. Rodrigo sabía que estaba parado en a punta de un acantilado: un paso en falso era más que suficiente para mandar todo a la mierda. Iván, por su parte, buscaba desesperado alguna forma de explicarle a su amigo que estaba arrepentido de todo lo que había pasado. 

- Si hubiese sabido que estabas vos acá, ni hubiera venido. - dijo Carrera, guardándose las manos en los bolsilos del pantalón. 

- Ya entendí por qué Reneé hichó tanto las pelotas para que la acompañara... - Spreen acusó, nervioso. - Lo tenía todo preparado.

- Tomás hijo de puta...

- Neé fué la que armó todo esto.  

- Me estás jodiendo...

- Yo pensé lo mismo. 

  Cayeron al silencio. Carre suspiró, bajando la mirada, queriendo salir de carabana con el Noba en lugar de estar parado ahí con Iván al lado. La incomodidad que le producía compartir espacio con ese poste hijo de puta le estaba carcomiendo el alma. 

- Mirá Rodrigo, voy a ser directo. No pienso enroscarme en la gilada esa de darte un discurso antes de pedirte perdón.

- ¿Qué?

- Perdón Rodri... La verdad... nunca quise pegarte. Actué como un pelotudo sin pensar, solo me preocupé en mí y en protegerme a mí mismo ante todo lo que me dijiste, que si somos realistas es la verdad... Espero que... nada, que puedas perdonarme y que sigamos siendo amigos como siempre.

  El streamer ojiverde rió bajito, algo que se escuchó como sarcasmo a gritos a oídos de Spreen..

- Sos un pelotudo, Iván. - la decepción se dibujó en el triste rostro del más alto, que bajó la cabeza inconscientemente para ocultarlo. En eso sintió un leve golpe en el hombro, seguido de un abrazo que lo congeló. Rodrigo lo estaba abrazando. - Pensé que yo iba a ser el que iba a disculparse primero, siempre robándome el protagonismo vos.

- Perdón boludo, no lo quise hacer,..

- Tranca hermano, está bien. La culpa es mía, yo me fuí a la mierda con lo que te dije. Estaba muy enojado, Iván, me olvidé de cómo eran las cosas. Disculpá.

  Iván, como pocas veces había hecho, le devolvió el gesto a su amigo, sonriendo aliviado porque sentía que ya estaba bien con él. Sabía que Rodrigo lo había perdonado sin pedirle más explicación de la que le había dado, sabía que el petiso había admitido la culpa también y que por eso estaban a mano; sabía que ya estaba todo bien. Era consciente de que Reneé tenía sus buenas razones para juntarlos sabiendo que se podían re cagar a piñas porque sí, se dió cuenta de que ella se había arriesgado por algo más que simplemente querer que su hermano y su supuesto mejor amigo estuvieran bien uno con el otro, sin ningún problema. 

  Y como si la hubiera llamado con el pensamiento, Buha apareció en la escena. 

- ¿Y? - llamó ella.

- ¿Qué?

- ¿Ya se arreglaron?

- ... Si.

- ¿Y están bien?

-Si...

- ¿Y se van a matar a trompadas de vuelta?

- Callate pelotuda - Spreen no sabía a dónde meterse. - Te voy a matar, ahora culpa tuya voy a tener que andar de vuelta atrás de éste - señaló a Rodrigo.

- ¿Perdón? Ahora yo voy a tener que bancarte de vuelta, sobre que sos un rompe pija del orto...

  Los tres se rieron, llenando de amenidad el ambiente. Minuto más tarde asomó Tomás, fijándose si todo estaba bien. 

- Salió bien, Neé, vamos carajo que se pudo. Te dije que era buena idea. - dijo energético el mayor de los tres streamers.

- ¿Y encima a vos se te ocurrió? - Spreen se sorprendió. - Rodrigo vení que lo hacemos cagar...

  Los dos amigos corrieron al mayor por toda la casa, mientras que Reneé los veía sonriendo. Su hermano, su mejor amigo y su enamorado, los tres desarmándose de risa mientras corrían. Se sentía feliz al verlos juntos, en especial a Ro y a Iván. En un principio tenía que ese frío entre ellos se hiciera eterno, pero consiguió arreglar todo. 

  Ya no había nieve entre los dos pibes, que se pasaron la noche lado a lado, como siempre lo hicieron. Y si tenían que compartir a Neé, lo iban a hacer. 

Cruzada y dos miradas • [Carrera x vos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora