Cruzada y dos miradas • [Carrera x vos]

vi - celoso del carajo

- AY QUÉ HACÉS PELOTUDOOO

- Qué hace Rodrigo ahí?

- Qué mierda te importa, Iván, dejame dormir boludo...

  Reneé se dió la vuelta, tapándose hasta la cabeza. El malhumor de mierda que tenía porque su hermano la había despertado se intensificó cuando escuchó a Spreen diciendo boludeces, aún parado en su habitación. 

- Boludo se quedó a dormir anoche, el pelotudo de Mauro se fué anoche de la joda y él no tenía como volver, gil, vos estabas en un re pedo y te traje y Ro me acompañó... ¿Contento? AHORA DEJAME DORMIR PUTOOOO - explicó la streamer, golpeándo a Iván en la pierna, empujándolo levementepara que se fuera.

- Callate Reneé tengo sueño... - habló Rodrigo, re dormido.

- Ah, y vos estás despierto? -la molestia en la voz de Iván era obvia.

- No me la cogí Iván no seas pelotudo, es mi amiga. Dejanos dormir que nos acostamos re tarde anoche.

  Spreen dudó al escuchar a Rodrigo,estaba molesto porque había encontrado a su hermana menor acostada con su mejor amigo, pero confiaba en ellos. ¿Cierto...? No le cerraba dejar a Reneé, era demasiado celoso; pero al escuchar de nuevo a su hermana, suspiró. Ella ni siquiera había abierto los ojos, estaba cansadísima. 

- Dale Vani... dejanos dormiiiiiiirrr... Nos dormimos a las seis de la mañana, me estoy re cagando de sueño....

- Bueno, bueno, los dejo. Pero vos-

- Te amo Iván... apagame la luz y cerrame la puerta... - dijo ella, abriendo los ojos y mirando a su hermano. Tenía las ojeras hasta la nariz y no podía mantener los párpados arriba.

- ¿Te abro el postigón de la ventana?

- Un poquito; chau, fuera, callate que quiero dormir...

  Iván abrió un poco el postigón, haciendo que entrase algo de luz a la habitación. Tras mirar como un intenso todo el suelo para comprobar que los dos chicos que dormían en la cama estaban vestidos, salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí. Suspiró, realmente era muy sobreprotector con su hermana, pero no iba a dejar que se repitiera la historia...

- flashback -

  Dolor.

  Algo a lo que te podés acostumbrar fácilmente.

 Verla, verla así lo hacía mierda. No podía, no podía dejarla, debía ayudarla, debía apoyarla, debía ser el que le estirara la mano cuando ella viera todo oscuro.

- No puedo, Iván, no puedo más, me duele el alma.

  Escucharla llorar quemaba. Cada sollozo que escuchaba era como meter la mano en el fuego, dolía y no podía hacer nada para acabar con ese dolor. Y si él se sentía así, ¿cómo se sentía ella?

- Vani no puedo...

- Sí, sí podés Neé. Sí podés. Sos fuerte, vos podés con todo, como siempre. Es algo normal que te duela, pero vos sabés que ese dolor no le importa. 

  ¿Cuántas veces le dijo que saliera de ahí? No lo sabía. ¿Cuántas veces la vió llorar? Tampoco lo sabía. Pero esta vez era diferente, esta vez se veía que la chica sentía que había perdido irremediablemente todo. Pero Iván sabía que no había perdido todo, solo se había quedado sin una persona, que era un cero a la izquierda en su vida. No servía para nada, no aportaba nada bueno ni sano; pero ella lo quería como idiota y no podía hacer nada para dejar de quererlo.