Nueve

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¿Cuánto tiempo estarás a mi lado sin saber que solo soy un estorbo?
¿Cuánto tiempo vas a soportar que no pueda hacer lo que tú?
¿Cuánto tiempo vas a decir que me quieres?

🤍

—Hoy te ves diferente, Hoseok.

Su amiga de la cafetería le estaba diciendo algo y él está seguro de que en este momento tiene una expresión de idiota en la cara. Pero es que Jungkook iba a ir a la cafetería y él no sabía qué hacer ni cómo comportarse.

Nunca nadie lo había ido a buscar simplemente para estar a su lado, para pasar tiempo con él.

—Ah, ¿s-si? —le respondió Hoseok con su voz temblorosa. 

—Te noto un poco nervioso, ¿necesitas algo? —iba a responder cuando una voz lo interrumpió.

—Perdón por tardarme, estaba confundido, no sabía si se entraba por esta parte o la otra —escuchó que Jungkook se sentó en frente de él y estaba seguro de que ambos podían notar sus mejillas rojizas—. Prácticamente le di la vuelta a toda la cuadra, ¿ya ordenaste?

Su boca se secó y por un momento no pudo hablar.

—¿Vienes con él? —ella preguntó y Hoseok identificó de inmediato un tono de sorpresa.

—Si —respondió Jungkook.

—Bien; Hoseok no ha pedido nada —bajó la cabeza al sentirse algo penoso con la situación.

—¿Podrías darnos unos minutos para pensarlo? —Hoseok agradeció esa petición por parte de Jungkook—. ¿Estás bien?

Sintió la mano de Jungkook sobre la suya. Su cuerpo se tensó y millones de hormigas caminaron sobre su piel.

El nerviosismo y el saber que los demás podían verlos lo tenía a él muy mal. A penas y pudo asentir para responder lo que le preguntó Jungkook.

—Si quieres podemos ir a otro lado. O pedimos la comida y vamos al condominio.

Hoseok estaba confundido. No quería que Jungkook pensara que él estaba evitando que los demás los vieran. Esperaba que se diera cuenta que solo era pena y nada más.

—No. Está bien, solo no estoy acostumbrado a esto.

—Bueno, entonces, ¿qué quieres desayunar?

—¿Podrías leer el menú? Hace mucho que no sé qué es lo nuevo que venden, siempre pido lo mismo.

—Claro que sí —respondió con amabilidad.

Jungkook le leyó el menú. Una enorme sonrisa iluminó sus labios. Amaba esto. Que Jungkook lo ayudara con este tipo de cosas y que lo hiciera tan animadamente. Pero casi de inmediato su sonrisa se desvaneció.

¿Cuánto tiempo va a durar?

Decía una horrible voz en su cabeza.

¿Cuándo será el día en el que simplemente se canse de esto?

Ojalá que esa voz se callara.

¿Cuándo será el momento en el que Jungkook deje de ser igual de ciego que yo y se de cuenta de que esto solo es una carga?

Él es una carga.

—¿Hoseok, me estás escuchando? —levantó su cabeza y asintió.

—Lo último que dijiste está bien —Jungkook se quedó callado. Supuso que estaba llamando a la mesera. Pero no.

Your Voice. JunghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora