Your Voice. Junghope

Quince

La lluvia cae
tan lento.
Que me desespero.

No puedo dejar de llorar,
no sé por qué no puedo.

Algo duele.

Algo me hizo daño.
Alguien me hizo daño.

De nuevo.

¿Por qué a todos les gusta verme sufrir?

—MelhaDragon.

🤍

Salió corriendo de ese lugar tan asfixiante.

No sabe dónde está. Solo sabe que está corriendo.

Corriendo y alejándose.

Alejándose de Jungkook.

No lo culpa. No puede hacerlo.

Porque sabía que era lo mejor que Jungkook podía hacer.

Dejarlo para estar con Yoongi. Eso era lo mejor.

Para todos. Incluso para él.

Así podría dejar de vivir en un mundo que no era para él. Esta no era la vida que debería estar viviendo.

Él vino a este mundo a sufrir. Ese ere su destino y nada iba a cambiarlo.

Tenía que aceptarlo de una vez por todas. Tenía que dejar de intentar que todo cambiara. Él no podía vivir como lo hacían los demás, jamás podría hacer lo que los otros hacían con normalidad.

Pero para él era tan difícil aceptarlo. Era tan complicado rendirse.
¿Por qué Dios no le mandaba resignación?

Una mano lo detuvo.

—Hoseok, tenemos que hablar —no quería escuchar esa voz.
Ya no.

Antes le emocionaba. Ahora solo deseaba que se callara.

—¿Sobre qué? —sin embargo, respondió.

—Lo que dije... no debí.

—No, estabas en lo cierto. Debiste hacerle dicho que sí a Yoongi. Todo sería más fácil para todos.

—En verdad, eso no era lo que quería expresar, Hoseok.

—¿Entonces qué era? pasamos por muchas cosas, sabes lo difícil que es para mí confiar en alguien. Y él solo aparece un segundo y destruye todo.

—No tiene porqué cambiar algo entre nosotros, no quiero que nada cambie, Hoseok, por favor...

—Te afecta. Yoongi todavía te afecta.

—Eso no es cierto... —Jungkook seguía negando.

—¿Entonces por qué te pusiste así cuando te dijeron que te engañaba? —su voz salió firme a pesar de no estar muy seguro de cómo actuar.

—Porque lo quise y saber que me mintió me dolió, me hizo enojar mucho, creo que es una reacción normal.

—Eso no fue enojo. Fueron celos—Jungkook se quedó callado, dándole la razón—. No quiero saber nada más de ti Jungkook.

—Hoseok, escucha...

—Sabes... qué mala suerte que tampoco soy sordo, así podría dejar de escucharte también.

Se dio la vuelta y de inmediato su semblante duro se desplomó. Las lágrimas silenciosas calleron al suelo.
Su cuerpo caminaba a algún lugar pero su cabeza estaba en otro lado.

Cuando pudo volver a hablar le preguntó a alguien dónde podía tomar un taxi.
Solo así pudo llegar a su casa.

Ni siquiera presentó atención al gran golpe que se dio en la frente con un fierro en la puerta de su casa.