Dieciocho

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Mis días son grises

y yo no sé qué fue lo que hice

pero en verdad quiero saber

por qué mi corazón no deja de decirme

que no eras ese

que tanto quise.

—MelhaDragon

🤍

Estuvo cuidando a Hoseok por semanas. El tiempo pasó y Jungkook no obtenía respuesta. Jimin le decía que Hoseok se encontraba mejor, su autoestima comenzaba a aumentar y que a veces decía cosas más positivas. 

Pensó que al estar lejos de Hoseok, este querría cambiar, y decidiría ir al Doctor, pero no fue así. O por lo menos no tan fácil como creyó. 

Las cosas en su trabajo no ayudaron a que pudiera estar más cerca de Hoseok. Con el despido de Kim, no podía dejar solos a los trabajadores, además, sospechaba que Kim había estado haciendo algo ilegal mientras él no estaba. Y no se equivocó, Kim robaba piezas, material y dinero de la construcción, por lo que una vez que Kim se fue, él tuvo que estar más al pendiente pues al parecer algunos de los trabajadores ayudaba a Kim.

Cuando el condominio llegó a su fin, tuvo que mudarse pues obtuvo un nuevo proyecto y le quedaba algo lejos de su nuevo hogar, lo que dificultó aún más el que pudiera estar pendiente por su propia cuenta de Hoseok, confiaba en que Jimin le diría cómo estaba, pero no era lo mismo que presenciarlo.

Sin embargo, decidió visitarlo, Jimin le dijo que Hoseok se quedaría un poco tarde, y apesar de que salió con suficiente tiempo, llegó casi dos horas después, pero es que vivía lejos del condominio y el tráfico fue horrible, sabía que era probable que Hoseok se hubiera ido a casa. 

Llegó al escritorio de Hoseok y no se encontraba ahí, pero cuando estuvo a punto de irse, lo vio. Salía del ascensor y traía una gran pila de hojas. Su corazón pegó un brinco al verlo.

🤍

Hoseok soltó un suspiro de frustración. No sabía muy bien el por qué, pero se sentía muy ansioso, quizás era por su próxima operación, tal vez porque no había comido, o quizás por cierta persona que hace días no aparecía.

Estaba constantemente convenciéndose de que no le importaba. Pero no era muy bueno en eso. Las cosas mejoraban en cierto punto, aunque no todo iba bien. A su mente le gustaba jugar con él y le recordaba a cada rato los pequeños momentos que vivió con Jungkook. Y él en verdad intentaba no recordarlos, por más difícil que fuera, trataba de pensar en otras cosas, concentrarse en el nuevo trabajo que le había dado su jefe.

Ahora que tomaría un descanso del condominio por lo de su operación, le dijeron que para compensar ese tiempo debía de revisar ciertos papeles de bodega, al parecer un señor revolvió documentos importantes con hojas de periódico y revistas. Era algo sencillo de hacer pues solo debía de tocar las hojas y podría distinguir cuál era cuál, pero eran bastantes papeles, sería una noche algo larga. 

Tenía tiempo para hacerlo, pero sabía que si llegaba a su casa y no tenía el suficiente sueño como para poder acostarse y dormir, su cabeza comenzaría a imaginar una y mil cosas.

Tomó una de las pilas de hojas que tenía que revisar y la dejó sobre su escritorio. Estaba apunto de sentarse cuando sintió una mano en su muñeca.

—¿S-si? —no escuchó nada más que una respiración y su propio corazón latiendo con fuerza.

Your Voice. JunghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora