23 de Mayo, 2021
¿Recuerdan que el ramo de rosas y el libro habían sido un buen comienzo? Lo fue, pero esto ha costado más de lo que creí que costaría. Ha pasado cerca de una semana y aún no me perdona, lo que empieza a ser un poco frustrante y molesto.
Ya hise múltiples cosas con el objetivo de que me perdone, pero parece no tener remedio. Así que me decidí por hablar con ella, no me importa si nos toma todo el día el solucionar el problema y en averiguar lo que ella quiere de mí.
Con decisión, me dirijo a su habitación entrando con un poco de ruido, pero siendo ignorado. Al ver que solo está concentrada en su computadora decidí cerrar la puerta y ponerle seguro, llamando su atención.
--¿Qué estás haciendo?-- pregunto al notar lo que planeo. --Salte de mi cuarto-- ordenó, pero está vez fui yo quien la ignoro. --¡Aidan, sal de mi cuarto Ya!-- exclamó, pero yo me negué provocando que una pequeña pelea de forme entre nosotros entre si me salgo o no. Hasta que decidí interumpirla gritándole, pero no sobrepasando los límites que tenemos marcados mutuamente.
--¡¿QUÉ QUIERES DE MI?!-- le pregunté haciendo que se calle y me mire confundida. --¡Ya lo intente todo, ¿si?! ¡Ya me disculpé, te rogué y te suplique, incluso te compre el libro que tanto has buscado y aún así no obtengo nada!-- revele notando cómo sus ojos se llenan de lágrimas. --¡¿Quieres que le revele a todos que eres mi hermana? Lo haré! ¡Pero dime ¿qué es lo que quieres de mi?!-- volví a preguntar viéndola gritarme de la misma forma, pero llorando.
--¡Quiero a mi hermano!-- exclamó después de mi pregunta. --Quiero a mi hermano mayor, no a otro padre o a un guardaespaldas-- esta vez dijo con un tono de voz normal. --Quiero a mi hermano mayor que siempre me cuidaba y me protegía de una forma cariñosa; quiero al hombre que me ayudó a combatir mi miedo contra las tormentas eléctricas; quiero al hombre que hiso que mis padres me adoptarán, el que me adentro al mundo de la actuación y con el que me la pasaba muy bien cuando estaba en mi peor momento-- expreso haciendo que mis ojos también se llenen de lágrimas. --Quiero a mi hermano mayor, no al hombre que hace que mis amigos se alejen de mí-- con lágrimas recorriendo mi rostro me acerque a ella tratando de tomarla por sus brazos.
--Aquí estoy-- murmuré viendola negar con la cabeza mientras trata de resistirse a qué las lágrimas sigan corriendo. --Yo soy él-- agregue viéndola aún negar. --¿Por qué dices que no lo soy?
--Porque si fueras mi hermano-- hiso una pausa para continuar hablando. --Si tú fueras ese hermano nadie te tendría miedo a cuando te enojas-- finalizó de hablar.
Miedo. Me tiene miedo.
¿Cómo puede ser posible que me permití eso? Me tiene miedo.
Al escuchar eso yo la tomé de los hombros y la acerque a mi cuerpo para poder abrazarla. Ella pego su cabeza en mi pecho llorando a mares junto a mi. Finalmente, quedando hincados en el suelo mientras ambos lloramos.
Desde el momento que la conocí y que supe que mis padres realmente habían aceptado adoptarla me decidí a siempre cuidarla, protegerla y amarla. Tal vez planeaba intimidar un poco a los chicos que se le acercarán para que supieran que ella tiene alguien que la cuida, pero no el hecho de que me tengan tanto miedo que se alejaran de ella por mi culpa.
Ya lo dije antes, quiero intimidarlos, no aterrarlos al punto de alejarse de ella. Aún que eso explica la razón por la que Maxwell no se aleja de ella sin importar lo que haga. Eso explica porqué la cuida, protege y consuela tanto como yo lo he hecho todos esos años... Eso explica el porqué Ana le da a Maxwell las sonrisas y las miradas que a mí siempre me ha dado, y que tanto amo.
La estoy perdiendo, y no porque alguien la este alejando de mi, sino porque yo la estoy alejando.
Pasamos un buen rato llorando en el piso abrazados hasta que pudimos calmarnos y, entonces, decidí hablar para poder explicarle la razón de todas las veces con mi descontrol:
-Tengo miedo- dije mirándola notando que ella también abre los ojos y levanta su rostro para poder mirarme. -Tengo miedo de perderte- confesé notando su entrecejo encojerse, pero en ese momento escuchamos la puerta abrirse, aún que decidimos ignorarlo.
-La razón por la que te he estado sobreprotegiendo todos este tiempo, y de que te he estado amenazando- admití para poder continuar -, es porque no quiero que dejes de mirarme como sueles hacerlo- sentí mas lágrimas acumularse en mis ojos -, no quiero que dejes de sonreírme como siempre lo haces- sentí mi voz quebrarse más -, no quiero que dejes de hacer bromas conmigo- sentí mi corazón agrietarse -, no quiero que me dejes ni me abandones- sentí una parte de corazón caer y hacerse pedazos. -Simplemente no quiero que me dejes, eres mi hermana y créeme que jamás me perdonaría que algo te pasará, no importando qué fuera- sentí mi corazón caer y partirse en miles de pedazos por completo.
-De verdad lo siento, no quería hacerte daño- finalice volviendo a llorar y sintiendola abrazarme con cariño, consolandome.
-Te perdonó- susurró, pero por alguna razón no me hiso sentir del todo bien como esperaba. -Te perdono por todo lo que ha pasado estos años- añadió haciendo que los trozos rotos de mi corazón se vuelvan a unir.
Yo solo la abrace más fuerte sintiendo alivio.
-Gracias- correspondí a la disculpa sintiendo su mano deslizarse por mi espalda en forma de caricia, haciendo que mis lágrimas y sollozos secen.
-Pero vas a revelar que soy tu hermana o te dejo de hablar el resto de mi vida- bromeo haciendo que suelte una pequeña risa en su hombro.
-Seguro.
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Hermana Pequeña
FanfictionElla fue abandonada. Ellos querían otro integrante en su familia. Un día ellos cuatro se conocieron y, finalmente, acompletaron su familia de cuatro integrantes tan deseada. Esta adopción cambio la vida de ambos pequeños al 100% por el resto de sus...