𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓢𝓮𝓲𝓼

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16 de Mayo, 2021

Al despertar me invadió un sentimiento de rencor y molestia. Algo paso, pero no recuerdo qué pasó exactamente.

Al bajar a la cocina de la suite me encontré a Ana de espaldas cocinando, así que me acerque a ella de forma sigilosa y la abrace de la cintura dándole vueltas, escuchando un pequeño grito de su parte.

-Hola, Ana- la saludé dándole un beso en su coronilla sin sortarla, pero ella se alejo de mi y no me dirigió ni una mirada. -¿Qué ocurre?- le pregunté confundido pero ni siquiera me miró, solo siguió cocinando. En eso escuché unos pasos acercándose a la cocina y revelando a Maxwell. Él tampoco me dirigió la palabra y solo se le acercó a mi hermana para empezar a ayudarle dejándome a mi en el olvido. -Oigan, también estoy aquí- exclame pero solo el rubio me miró.

Trate de hacer que alguno me hablara, pero nada así que decidí desayunar estando totalmente confundido. Al poco tiempo ellos se marcharon con su desayuno en sus manos y yo me quedé solo en la cocina de la suite.

¿Qué pasó ayer? ¿Por qué Ana no me quiere hablar ni mirar? ¿Habré hecho algo que la hiso enojar tanto?

Me quedé pensando en la posibilidad de lo que pasó ayer, fue tanto que no me dí cuenta cuando mis padres llegaron a la cocina. Solo sé que se me quedaron viendo raro, pero que no hicieron nada para hacerme regresar a la realidad hasta que decidieron irse porque tienen planes.

-Aidan- exclamó mi papá en mi cara haciendo que lo mire directamente a los ojos.

-¿Tratas de averiguar lo que pasó ayer?- me preguntó mi madre con suavidad, por lo que yo asenti del mismo modo y agachando mi cabeza demostrando que no importa lo que haya hecho me arrepiento al cien porciento.

-Amenazaste a tu hermana de que si no se alejaba de Max la ibas a mandar lejos en una caja- reveló mi padre con el mismo tono que mi madre.

Tal vez trato de suavizar un poco la noticia utilizando un to o de voz suave, bajo y claro, pero el saber que cada vez que amenazó a mi hermana por alguna razón no se puede suavizar. Es como si mi otro yo me apuñalara por la espalda al corazón directo. Me hace sentir el ser más miserable y basura que puede existir por tratar a mi hermana así, ¿que clase de hermano mayor hace eso? Yo trato de protegerla, pero el amenazarla con enviarla lejos en una caja es peor que cualquier cosa.

-Aidan, no te enojes- me pidió mi mamá tomando mi mano y notando algunas lágrimas de tristeza escurrir por mi rostro.

-¿Cómo quieres que no me enoje si amenace a mi propia hermana?- pronuncie con ironía respecto a su petición. -Es casi imposible hacer que no me enoje conmigo mismo- agregue tapando mi cara con ambas manos y escuchando unos pasos bajar por las escaleras. Yo destape un momento mi cara para poder ver que solo eran Ana y Max saliendo de la suite para ir a alguna otra parte juntos.

¿Recuerdan que les dije que no quiero que Ana le dé a alguien más las sonrisas que a mí me da? Bueno, ahora veo que esa fue una de las razones principales por las que me enoje. Normalmente cuando me enojo son por celos y por mi sentido de hermano protector, aún que ella lo llama sobreprotector. Ahí es cuando entra una versión algo cruel de Cinco Hargreeves, una parte de mi que permanece escondida hasta que ocurren este tipo de eventos.

-Vamos a salir a recorrer Toronto y tú hermana va a salir por la ciudad con Max, ¿quieres venir con nosotros?- me ofreció mi mamá, pero yo solo me negué. Al final, los vi salir por la puerta principal mientras se despiden de mi con cariño, yo les correspondí desanimado escuchando la puerta cerrarse permitiendome llorar a mares cuanto yo quiera.

Cuando quieren realizar alguna actividad pero no les sale sienten sierta impotencia e inutilidad, ¿cierto? Bueno, yo siento eso en este momento. A demás de molestia, ira, decepcion y tristeza. Esta clase de sentimientos no son buenos cuando están combinados porque pueden ser perjudiciales para uno.

Hermana PequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora