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Todos en el gimnasio se aglomeraban alrededor de mamá y Heather, yo me moví entre las personas para quedar junto a mamá.

-Pensé que te lo había advertido -dijo Heather.

-¿A poco tú piensas? -espetó mamá y todos rieron, incluyéndome.

-Ah con que la nerd se quiere hacer la valiente... ¿acaso quieres ser como yo, nena? -mamá se echó a reír.

-¿Cómo tú? ¿Te refieres a ser una perra sin sentimientos que degrada a los demás para alimentar su pequeña autoestima, aunque en el fondo siempre sabrá que no será de lograr nada que no sea una enfermedad venérea? No gracias, paso -todos soltaron un 'Uhh' y yo me sentí orgullosa de ella, mamá jamás en su vida le había hablado de ese modo a Heather, siempre le había tenido miedo, ella siempre había sido la alfombra ñ debajo de los pies de Heather, tal vez esto cambie algo.

-¿Qué es lo que te pasa Toni? ¿Acaso no has visto las fotos? Te descubrimos cariño, eres exactamente como yo -mis piernas empezaron a fallar, la esta destruyendo.

-¡Eso no es verdad! ¡Esa no soy yo! -gritó mamá y su voz se quebró.

-¡Claro que lo es! ¡Todos lo vimos! Y todos los chicos con los que te acostaste lo confirmaron -todos empezaron a reír, mamá estaba llorando. Yo estaba de rodillas frente a mamá, empecé a toser, me sentía enferma de nuevo.

-Toni... no dejes... que te... gane -me dio un ataque de tos pero nadie parecía notarme- Hazlo por mi -mamá me miró, se agachó y se aseguró de que podía aguantar un poco más. Se levantó y apretó sus puños. Heather seguía riéndose con sus amigas, ya había dado por sentado que había ganado, pero mamá no estaba de acuerdo. Se acercó y se paró frente a ella.

-¿Vienes a despedirte... perra? -deletreó la última palabra. Mamá abrió su puño derecho y sin aviso estampó la palma de su mano contra la cara de Heather, tan fuerte que ella terminó en el piso.

-Yo nos soy una perra, y los demás pueden pensar lo que quieran pero tú, tú no te saldrás con la tuya, no está vez, no dejaré que me pisotees. Tú eres la perra y lo peor es que lo sabes y no te importa -se giró hacia los demás quienes miraban estupefactos- No soy una perra -dijo. Todos la miraron, se quedaron sin palabras, ella camino hacia mi y me ayudó a llegar hasta una silla cerca de la mesa de bocadillos. Empecé a devorar todo lo que veía.

-¿Segura que estarás bien? -preguntó.

-Ve por mi madre -susurré.

-¿Qué?

-¡Cheryl, busca a Cheryl! -grité.

-¿Alguien me llamaba? -mi madre apareció detrás de mamá, con una sonrisa, no llevaba vestido, solo sus jeans negros y su camiseta blanca.

-¿Cheryl? -pronunció mamá mirándola de arriba abajo- ¿Qué haces vestida así? Ya van a anunciar a los reyes del baile -ella soltó una risa y se acercó a mi mamá.

-Yo no quiero ser la reina si tú no eres mi princesa -empezaba a sentirme mejor. Mucho mejor.

-Cheryl... -ella estaba por terminarla frase cuando Sweet se acercó, estaba algo borracho.

-Vamos Toni, bailemos -mi madre intento enfrentarlo pero Sweet la empujó- Es mía ahora -empece a devanecerme, tome algo de la mesa, no sabia exactamente que pero lo comí, ya lo ayudaba, me estaba desapareciendo, la una imagen que me quedaba era cuando pedí el deseo, en mi habitació. Solo oí a Sweet decirle algo a mamá.

-Serás mía esta noche, pequeña zorra -el reloj tocó las 12:10 y ellas no se besaron. Y ahí me desmayé, todo era blanco había vuelto al limbo.

-No... no, ¿por qué? No, no, no -me desplomé en el piso –o lo que sea‐ a llorar, no podía creer que había fallado, fallé, he fallado, ya no existo, no soy nadie.

𝑳𝒂 𝑯𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝑫𝒆 𝑴𝒊𝒔 𝑴𝒂𝒅𝒓𝒆𝒔 [𝑪𝒉𝒐𝒏𝒊 𝑮!𝑷]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora