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Llegamos a la heladería. Ice Cream, esa era el nombre antes de convertirse en el almacén de Rory's. Ese nombre si que era un crimen.

Estaba abarrotado de gente. Versiones más jóvenes de todo mi vecindario. Haciendo las mismas cosas que en mi época, les prohíben hacer a sus hijos.

Negue con la cabeza al ver a la tía Verónica, otra mejor amiga de mamá, sentada en el regazo de la tía Betty. Si tan solo el pequeño Alejandro los viera. O su hija mayor, Emma. Bueno, no es nada que no hicieran ya de mayores, muchas veces vi a Emma esconder su cara entre sus manos, ocultando su vergüenza ante las demostraciones de afecto de sus madres. Estoy segura de que metería la cabeza en el suelo como un avestruz al verlas ahora, juntando sus narices como dos conejitos. La tía Verónica no solía ser romántica pero con la tía Betty eso cambia totalmente. Mi madre tosió falsamente al llegar a su lado.

-¡Toni! -salto Verónica del regazo de Betty para enrollar sus brazos en el cuello de mi mamá- Pensé que no vendrían -dijo soltándola. Traía un pequeño traje de animadora, blanco con rojo, que lucia genial en ella, muy sexy.

-Nos vimos obligadas, ya que nos gritaste por teléfono -dijo mamá. Verónica rodo los ojos y volvió al regazo de Betty.

-No les grite, solo les di un incentivo.

-A Betty no le das incentivos -espeto Karen.

-Cállate y siéntate -apunto al sillón enfrente. Yo estaba junto a mamá, parada frente a ellos esperando que alguien me notara.

-¿Y tú quien eres? -pregunto Betty amablemente.

-Oh, ella es Isabella, es nueva en el instituto, es nuestra amiga ahora -explico mamá.

-Bienvenida al grupo, Isabella -dijo Verónica revolviendo el cabello rubio de su novia. Era muy raro ver a una jugadora de futbol de Riverdale High y a una animadora de Stonewall Prep con dos nerds de Riverdale High pero ellas se habían conocido en un campamento y fue como amistad a primera vista. No dejaron que la rivalidad entre ambas escuelas (Que en mi época aún sigue) las separara.

Hubo un silencio de miedo cuando Cheryl, Heather y otro grupo de personas, entre ellos; Los tíos Grant Gustin, Jughead y Archie, entraron al lugar.

Los movimientos y respiraciones continuaron cuando ellos dieron una mirada como de "¿Que miras? ¿Te debemos?" a todo el salón.

Yo me felicite a mi misma al tener la maravillosa idea que se me acababa de ocurrir. Cheryl se acerco a la barra, y pidió algo al dependiente, algo que no logre escuchar.

-T -la llame. Ella giro y le tome el brazo, la aleje de donde estábamos. Caminamos unos pasos hacia la barra sin decir nada y justo cuando Cheryl recibió su pedido, y se giro para ir a su lugar, empuje a mamá contra ella haciendo que esta derramara todo el contenido de su vaso sobre el suéter rosado con estampados de rombo de mi mamá.

-Mierda. ¿Por qué te atravesaste? -grito molesta mi madre. Yo fruncí el ceño, mamá aún no asimilaba la información. Todo el mundo dentro de la heladería comenzó a reírse a carcajadas, excepto claro por la mesa del fondo, donde se encontraban las amigas de mamá. Mamá miro a todos, repasando a cada uno con la mirada, sus gafas se empañaron, sus ojos estaban llorosos y sus mejillas tenían un color escarlata. Se veía como un pequeño cachorro indefenso bajo la lluvia y sin dueño.

-Oh -murmuro mi madre al verla a los ojos. Dirigió una severa mirada a los que se reían y estos se callaron y volvieron a sus asuntos- Déjame ayudarte -le paso un par de servilletas y mamá las tomo con furia- Oye solo quería ayudar, no es necesario que actúes así.

-Era mi suéter favorito -espeto ella secando el desastre de su suéter.

-Creo que te hice un favor. Era horrendo -Cheryl soltó una risita. Ella se detuvo, una lagrima rodo por sus ruborizadas mejillas.

-Este suéter me lo regalo mi abuela, mi difunta abuela. Lo hizo ella misma -Cheryl apretó los labios y miro el piso.

-Lo siento -¿Por qué siento como si tuviera un déjà vu? Ah si. El famoso "Lo siento, no lo siento, porque no hare nada para arreglarlo" de Cheryl Blossom. Rodé los ojos.

-Yo siento que eres una idiota -mamá tiro las servilletas y salió corriendo al baño. Me cruce de brazos y me acerque a mi madre.

-Eres una maldita insensible. Deberías pensar lo que dices ¿sabes? -le regañe. Ella seguía con la mirada abajo y sus labios apretados.

-Yo no quería lastimarla... -dijo. Note arrepentimiento en su mirada.

-Pues entonces... cómprale un batido de coco y vainilla, es su favorito. Es lo menos que puedes hacer -le dije, ella suspiro y asintió. Se acerco a la barra de nuevo y pidió lo que le había dicho. Luego de un rato, mamá salió del baño, la mancha no se había ido, era una gigantesca mancha rosa que el batido de banana y fresa había dejado en el suéter de mamá.

-Ve -la empuje. Ella camino hasta la mesa, en cada paso que daba miraba hacia los lados, estaba avergonzada.

-Toni -mamá levanto la vista. Ella puso el batido en frente de ella, sobre la mesa- Es lo menos que puedo hacer por haber arruinado tu suéter. Lo siento mucho. -vi una leve sonrisa en los labios de mamá. ajusto sus gafas y miro a mi madre a sus ojos. 

-Gracias Cheryl.



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𝑳𝒂 𝑯𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝑫𝒆 𝑴𝒊𝒔 𝑴𝒂𝒅𝒓𝒆𝒔 [𝑪𝒉𝒐𝒏𝒊 𝑮!𝑷]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora