Capítulo 11.

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Antes de empezar, le doy un saludo a chomy2 y Naye_Ma por seguir esta historia y sus comentarios que me han dado alegría en estos días de mucho trabajo y cansancio. Sin más, pueden empezar a leer.

Jamás en su vida había visto o siquiera haberlo imaginado, había escuchado que el lazo entre humano-bestia divina era sagrada, pero....¡Nunca supo de lazos humano-bestias que fueran así de poderodoso!. Podía sentir su fuerza por todo el lugar, incluso ni con toda la fuerza suya ni de sus compañeros podrían igualar aquel poder tan abrumador.

Isabelle por otra parte estaba perpleja, el dolor que sentía tan fuerte, ahora había sido reemplazo por una refrescante energía similar a cuando caminas por días bajo el abrazador calor del sol y logras tomar agua helada.

Lilith si de por sí mismo era grande ahora era el doble, sus ojos seguían siendo del mismo color, su pejale que cambiaba dependiendo de sus emociones y estaciones, había cambiado a un pelaje negruzco y suave como el algodón, sus cuernos también se asimilaron más a los de un ciervo macho de color negro pero con la punta blanca, su cola ahora era larga y se arrastraba por el suelo y por último su estola ya no estaba solo había un pecho inflado por el pejale.

Zoran, que era pequeño, ahora tenía el tamaño de una anaconda o quizás una cascabel, sus escamas habían pasado de blanco a unos brillantes tonos rojizos y anaranjados, sus ojos eran iguales a los de antes pero más notorios, aún tenía esas adorables patitas pero el arbusto en su cola se fue y en su lugar quedó unos círculos negro al final de su cola.

Isabelle fue la primera en levantarse del suelo y saltar encima de las bestias, tanto Lilith como Zoran, soltaron un quejido para caer en sus patas, estaban algo confundidos de donde estaban o que estaba pasando, pero miró a su dueña quien literalmente estaba llorando a lágrima viva.

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Poco después de lloriquear, todo volvió el ambiente se puso cómodo y alivianado.

Isabelle: te lo agradezco mucho Neferet!-agradeció mientras que le tomaba de las manos- puedo llamarte por tu nombre, verdad?.

Neferet: claro que puede, su alteza-le sonrió de vuelta correspondiendo el agarron a sus manos.

Zoran: que lindo que las amigas se reúnan-comentó sarcástico a la par que se levantaba en sus patas traseras, quedando a la altura de la menor- pero nos dicen que carajos ocurre aquí?.

Neferet: oh cierto, los dejaré a solas-soltó las manos de la contraria para luego inclinarse- con permiso.

La peli-azul camino hasta la salida y cerró la puerta cuando estuvo afuera, ya después de unos minutos y asegurarse de que ella no estaba husmeando, decidieron conversar así que tomaron sus respectivos lugares para sentarse y así comenzar a charlar.

Lilith: entonces estuvimos inconsciente?-indagó queriendo saber que más había pasado- y que más pasó en este tiempo?.

Isabelle: pues....yo, verás..-su tartamudeo estaba poniendo nervioso a las bestias- yo estoy....comprometida.

Sonó un crack en la mente de Lilith y a Zoran le dio un tick nervioso en uno de sus ojos, miraron a la humana, esperando haber escuchado mal o haber entendido algo incorrecto.

Zoran: que estas que?!-siseo molesto mostrando sus colmillos- Lilith dile algo....Lilith?.

El reptil miró a la cierva quien parecía estar en otro plano astral, mirando a un punto fijo sin pestañear, aunque con el silencio que había se escuchaba el balbucear de esta.

¡Renaci Para Vengarme De Esa Perr*! S2. -Hiatus-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora