Capítulo 21.

547 49 9
                                    

Rosmerie estaba de pie frente a un espejo con un vestido blanco pomposo, estilo princesa y adornado en joyas y extravagantes telas transparentes.

Rosmerie: el viaje fue duro pero....-dio una vuelta exagerada riéndose- esta valiendo cada minuto!.

El vestido se movía a la par que ella daba vueltas, aún faltaban algunos arreglos pero...ese vestido sin duda sería el mejor que tendría hasta la muerte, probablemente pediría ser enterrada con el por lo bello que se veía, o al menos pensaba ella.

Si bien una novia debía escoger un vestido a su gusto y estilo, debía ser recatada en cuanto a la situación, pero actualmente la situación que se estaba viviendo con el tema de las sequías y la desaparición de la princesa Rossba a Rosmerie no le importaba eso, es más, más le alentaba a vestir extravagantemente puesto que ella ya no sería la pobre hija de Barón y además de que tenía sangre Rossba en sus venas.

A pesar de no tener ojos rojos o rosa como los segundos hijos de esta misma familia, simplemente podía conseguir un brebaje o hechizo para cambiar de color sus ojos, y su vida sería perfecta tal como debió ser desde el inicio.

Rosmerie: aunque da algo de asco compartir sangre con ella....-sus manos fueron viajando por los extremos del vestido disfrutando el delite de sentir la tela- ahora ya nadie puede llamarme de clase baja, tengo sangre y próximamente un estatus más alto que cualquiera.

Dio unas cuantas risas más pero antes de decidir sacarse el vestido incompleto, la boda sería dentro de un día, debía mantenerse tranquila y claro, hacerse todos los tratamientos posibles de belleza facial y corporal, sería su gran día especial nadie podría arruinarlo. Nuevamente se miró en el espejo tomando los extremos del vestido haciendo una reverencia.

Rosmerie: permitanme presentarme soy la princesa Rosmerie Lawson-sonrió mirando su reflejo en el espejo, luego alzó la cabeza con una expresión sorprendida- por supuesto que acepto sus comentarios hacia mí.

Río levemente como si estuviera hablando con alguien delante de ella, pero solo era su reflejo, charlando y riendo ella sola alabandose a si misma y todo lo que había hecho por cuenta propia.

Kyle que estaba escuchando desde la puerta semi abierta, frunció el entrecejo, luego se fue con dirección a su habitación donde debería de esperarle un sastre que haría su traje de boda.

Kyle: Rosmerie esta cavando su propia tumba-hablo para sí mismo, pasando frente a un espejo para arreglar su traje- daré lo mejor de mi, solo espera querida novia y te mostraré todo mi cariño hacia ti.

Siguió adelante con una mirada perdida y claramente nublada ya sea por su propio juicio o por su misma bizarra visión de sus planes.

Día De La Boda, Templo Principal De Ananhart.

Los nobles aristócratas junto a los nobles extranjeros se reunían para ver la boda entre la segunda estrella del Imperio junto a una noble de baja categoría, sin duda un escándalo, pero para los que no conocían la historia, era un amor del siglo, separados por las clases sociales y adversidades del destino pero pudieron superarlo juntos para finalmente poder unirse en matrimonio.

Una verdad muy bien disfrazada cortesía de la Emperatriz Leah, queriendo ocultar las vergüenzas de su segundo hijo y los rumores de la que sería su nueva nuera, el Emperador tampoco estaba tan feliz como se esperaba, sentado en la primera fila con una expresión de desagrado e ira que parecía que iba a explotar con cualquiera que se le acercará. Siempre pensó que su hijo sería más inteligente que esto, que otros, pero terminó por decepcionarse a si mismo ya que su hijo era un estúpido manipulable.

Rosier: ya quiero que esto termine-murmuró para su esposa quien tenía una expresión seria- tengo cosas más importantes que hacer.

Leah: yo también querido pero por desgracia....-cerró el abanico de golpe, que poseía en sus manos, apretando este- tenemos un deber como padres.

¡Renaci Para Vengarme De Esa Perr*! S2. -Hiatus-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora