Capitulo 08.

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Los rumores de lo que paso en la noche fueron esparcidos rápidamente, primeros por los guardias, luego por las sirvientas luego nobles y los plebeyos que corroboraron ese rumor cuando vieron a madre e hija salir del palacio totalmente sanas y sin nada.

Esa misma mañana los nobles señalados por la plebeya fueron llamados, eran cinco nobles en total, desde un Vizconde, Marqués, dos Barones, un Duque que irónicamente pertenecían a la facción en contra del Emperador, pero tenían una gran reputación y respaldos que bloqueaban toda cosa que pudiera dañarlos. Estaban sentados en sus puestos totalmente quietos mientras que la fiera mirada del Emperador los atravesaba como si fueran carne, pero a su lado estaba la princesa heredera quien estaba sentada en otro asiento.

Emperador Eryseo: creo que supongo que todos saben porque están aquí-interrumpió el silencio de la habitación con esas palabras.

Vizconde: n-no se de que podría tratar esta reunión su majestad-contestó con nerviosismo con la cabeza baja.

Emperador Eryseo: anoche mi princesa rescato a una niña plebaya que tenía leptospirosis-su voz se volvió grave dando miedo a los demás- una niña inocente contrajo esa enfermedad!.

Golpeó el apoya brazo de su trono, los demás dieron un salto del susto, todos quedaron callados.

Isabelle: a mi me habían dicho que ustedes habían ido a retirar todo lo que fue enviado para los plebeyos-apoyo su rostro en su mano mientras que ponía una pierna sobre la otra.

Barón: eso es una mentira!-respondió alarmado mirando a la joven- seguramente le han mentido.

Isabelle: cuidado a quien le hablas....-reclamo alzando su rostro y oscureciendo su voz- y aparte me estas tratando de ingenua?.

Barón: no es eso su alteza!-bajo la cabeza asustado.

Isabelle: sólo porque sea joven no significa que sea ingenua-recalcó poniéndose derecha en el trono.

Emperador Eryseo: mande a investigar y ustedes son los únicos involucrados en este asunto-alzó unos papeles y los tiro a los nobles quienes sudaban frio- mi deber, nuestro deber es proteger a la gente del imperio.

Isabelle: creo que necesitan un castigo ejemplar-opinó mientras que soltaba una pequeña risa- algo para que nadie más lo haga.

Emperador Eryseo: estás en lo correcto-concordo con la opinión de su joven prometida.

Los nobles quedaron asustados y rápidamente empezaron a señalarse unos a otros, en el borde del miedo todos concordaron que el Duque fue el que incitó a saquear a los plebeyos y que fue el, el que había dicho, que el Emperador no haría nada solo daría un pequeño castigo.

Isabelle: yo opino....-hablo y todo quedó en silencio- que deberíamos de quitarles todas sus riquezas a los involucrados, y que los médicos que se negaron a atenderlos sean castigados.

Emperador Eryseo: esa es una buena idea-felicitó mientras que tomaba la mano de la otra para darle un beso- pero es algo simple no crees?.

Isabelle: entonces.....-llevo un dedo a su mentón en un gesto inocente- deberíamos quitarles sus títulos y sus tierras pasaran a hacer del Emperador.

Duque: no puedo hacer eso su alteza!-vocifero levantándose de su lugar- no tiene el derecho de hacerlo!.

Isabelle: no puedo hacer eso Eryseo?-miró al pelirrojo y su voz tembló en el acto- realmente no tengo el derecho?.

Emperador Eryseo: como te atreves a siquiera decir eso!-furioso golpeó la mesa con fuerza, su mirada irradiaba irá pura- acaso no recuerdas que ella es mi prometida y la futura Emperatriz?!.

Los demás se callaron, el Duque, oficialmente estará muerto y posiblemente desaparecería del registró de la nobleza. Este mismo cayó al suelo asustado y temblando tapó su boca, lo sabia, había metido la pata en grande.

Duque: princesa heredera!-llamó para arrodillarse en el piso y cabeza abajo- por favor ayúdeme, lo que dije ahora solo fue por el enojo del momento!.

Isabelle: ahora quieres que te ayude?-expresó con seriedad volviendo a su lugar- después de que me has insultado, yo no soy tonta y mucho menos perdono fácil.

Volteo su cara, dando a entender, que no ayudaría a ese Duque y a nadie en esa sala, ese mismo día corrió el rumor que de la princesa heredera castigo a los nobles con el Emperador y que ella daría el dinero de los nobles a los afectados y que las tierras serían terrenos para que los plebeyos puedan ser atendidos por los mismos doctores que se negaron a atenderlos.

La peli-negra estaba en su habitación, no había mucho que hacer, no podía hacer papeleo ya que no era la Emperatriz tampoco podía ir a ayudar a Eryseo, no quería molestarlo.

Madge: y si damos un paseo princesa?-opino mientras que doblaba una manta- sería una buena idea conocer más el palacio.

Isabelle: creo que estaría bien-respondió mirando el piso cabizbaja- así es la vida de una princesa heredera?.

Madge: supongo, aunque creo que depende del imperio o reino-concluyó concentrada en su trabajo- por que esa pregunta princesa?.

Isabelle: me siento aburrida si no tengo nada que hacer-siguió con la mirada baja y voz suave- que debe hacer una princesa heredera aquí?.

Madge: principalmente fiestas de té....-penso en unas cosas más que hacían- bordados, planear su boda y por último juntarse con la Emperatriz Viuda.

Isabelle: hay una Emperatriz Viuda?-se levantó como un resorte del sofá- y ahora me enteró?.

Para Isabelle una Emperatriz Viuda era señal de respeto y autoridad absoluta, incluso más que el Emperador, además ella sería su futura suegra y.....no se han presentado todavía, pues vaya clase de nuera sería ella.

Isabelle: quiero conocerla-hablo con firmeza y sus ojos parecieron brillar.

Madge: si, eso no será posible-expresó con algo de duda en su voz- la Emperatriz Viuda es la madre del emperador pero ambos.....no se llevan bien desde hace mucho.

Isabelle: oh, que paso entre ellos?-pregunto con más calma.

Eryseo: nada que debas saber aún-señaló entrando en la habitación.

Isabelle dio un brinco por la repentina habla del pelirrojo, miro al mayor con incomodidad pero también con algo de molestia.

Isabelle: pero ella es la Emperatriz Viuda, íntimamente ella será mi suegra-señaló caminando hasta quedar enfrente del otro- además que desde que entré y me presentaste como princesa heredera debí presentarle mis saludos.

Eryseo: es lo mejor para ti-respondió y acarició el cabello de la contraria- ella no es una mujer muy amistosa y benévola como otras.

Isabelle: aún así debo ir al menos a presentarme-continuó frunciendo el ceño- sabes que no me gusta faltar el respeto a mis mayores.

Eryseo: lo se perfectamente-dejo las caricias en el cabello y tomo sus hombros- pero ella no es alguien con la que puedas convivir.

¡Renaci Para Vengarme De Esa Perr*! S2. -Hiatus-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora