Eryseo: Eliza...-llamó sentado en una roca.
Eliza: dígame su majestad?-cabizbaja apareció al lado del regente.
Eryseo: saca agua del lago y debes enviarla al Ducado Rossba-ordenó en voz baja a la vez que cruzaba sus brazos- haz que la Duquesa lo beba, lleva más, por si acaso.
Eliza: si, su majestad!-obedeció esa orden y desapareció entre las sombras.
Quedó un rato sentado, meditando, el lago daba a las cosechas y por suerte habían dado aviso a los que vivían más lejos que la ayuda llegaría, mandado guardias confiables para entregar agua bendecida.
Suspiró cansado pero no podía darse el lujo de mostrarlo, se sentía más preocupado por su joven prometida, se le notaba cansada y parecía desmayarse en ese mismo lugar.
Eryseo: quizás deba llevarla a casa-pensó para bajar su cabeza y mirar el pasto- si, sería lo mejor para que ella descanse como es debido.
Después de revisar que todo estuviera en orden y mandar a los recién curados a casa, fue turno de ellos irse, llegando al palacio fueron a sus respectivas habitaciones para darse un baño y después descansar.
Eryseo: díganle a la princesa heredera que iré a su habitación y comeré con ella allí-ordenó colocándose el pijama junto a una bata color roja con detalles negros.
Sirviente: enseguida su majestad-salió rápidamente de la habitación para cumplir la orden.
Ya estando listo fue a la habitación de su prometida, que quedaba unos pasos mas lejos, entro siendo anunciado y la princesa estaba sentada en la cama, tapada hasta la cintura.
Eryseo: todos váyanse y traigan la cena-miro a las sirvientas con una cara poco amigable.
Sirvientas: si, su majestad!-respondieron al unísono para salir corriendo de la habitación.
Hubo un silencio en la habitación la joven dio palmaditas a su lado, dándole permiso al otro para acostarse junto a ella.
Isabelle: pensé que no nos veríamos hasta mañana-habló con expresión tranquila en su rostro.
Eryseo: quería venir a verte-decía acostandose a su lado, acomodándose- me preocupaste cuando ibas a tropezar, te exigí demasiado, perdón.
Isabelle: para nada-negó con la cabeza para colocar esta encima del hombro de su acompañante- solo no estoy acostumbrada con este tipo de poder.
Eryseo: que hacías en casa?-preguntó tocandole el brazo con cuidado.
Quería hacer algo por ella, aparte de que faltaba poco para su cumpleaños y por ende su mayoría de edad y su boda con el, Eryseo sabía bastante bien que esas situaciones eran bastante estresantes y peor eran cuando no habían caras amigas o familiares de por medio.
Isabelle: no mucho-respondió queriendo dar por finalizada la conversación, pero sintió la mirada del otro- pero normalmente, iba a fiestas y reuniones para ayudar a Kyle para conseguir su título.
El rostro de la joven se arrugó por completo, mencionando a Kyle, todavía sentía esa traición de que el le había reemplazo pero lo hizo para mal. El oji-dorado iba a preguntar pero el rostro furioso de la joven le detuvo.
Eryseo: yo te tengo noticias-informó para cambiar el tema- la Emperatriz vuida quiere conocerte.
La menor se coloco de rodillas de golpe, sus ojos empezaron a brillar, ella conocería a la gran Emperatriz Viuda, dio un grito de felicidad y salto encima del mayor dándole un abrazó fuerte.
Eryseo: de haber sabido que harías esto...-decía colocando sus brazos detrás de la espalda de la muchacha- te lo hubiera dicho antes.
Isabelle: es que no sabes la emoción que siento!-señaló contenta sentándose encima del abdomen- conoceré a la Emperatriz Vuida, en casa no había ninguna Emperatriz Vuida.
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¡Renaci Para Vengarme De Esa Perr*! S2. -Hiatus-
FantasíaElla renació jurando vengarse de quienes le dieron muerte en su vida pasada, haciendo conexiones y formando alianzas. Todo parecía bajo control hasta que un intento de asesinato se salió de control, ahora tendría que adoptar una nueva vida y hasta...