Toji lamió y bebió que de aquella dulce esencia, para luego introducir un dedo.
Gimió ante lo apretado y húmedo que se sentía el menor.
Ante aquello, las caderas de Yuuji se sacudieron, cuando un dedo experto acarició su punto de placer, causando que sus ojos se abrieran y gimiera el nombre del Alfa.
Dos dedos golpeaban su interior, convirtiéndolo en un lío de gemidos y jadeos, su flujo goteaba por los dedos del hombre.
No era suficiente necesitaba más.
— Por favor Toji, Alfa, — Gimoteó con los ojos acuosos por el placer.
Ansiaba tenerlo dentro de él.
— ¿Que es lo que quieres, chico?, — Toji se alejó, lamiendo sus dedos.
—Tómame, quiero tu nudo, criame,— El pelirosa poso su mano entre la entrepierna del mayor, acariciando su polla por encima de su ropa, gimiendo obscenamente al notar lo grande que era.
Toji gruñó y se quitó el kimono que vestía, dejándolo totalmente desnudo.
Su Alfa ronroneo ante la mirada lujuriosa del Omega recorriendo su cuerpo.
— Te lo daré todo cariño, — Se posicionó entre las piernas del menor, lo sujeto de las caderas y lo penetro lentamente.
Ambos gimieron de satisfacción.
Yuuji se aferró al cuello del mayor, mientras una de sus piernas rodeaba su cintura.
Toji lo beso y mordió sus labios, comenzando un rápido vaivén de caderas.
— ¡Más!, — El Omega suplicó, las lágrimas de placer caían por sus mejillas sonrojadas.
El hombre se alejó, secando tan solo la punta de su polla, para volver a introducirse de golpe, aumentando el ritmo de sus embestidas, llenando por completo el cálido interior del Omega.
Yuuji gemía de placer, mientras era penetrado y su cuello era besado.
El sonido húmedo que producía la unión de sus cuerpos, era totalmente obsceno pero le encantaba.
Le encantaba ser tomado por un Alfa tan fuerte.
Ser reclamado por la persona que amaba.
La estimulación constante en su punto dulce, además de sentir aquella enorme polla llenar tan bien su interior, sintiendo que golpeaba hasta su matriz.
Busco los labios del mayor, para besarlos mientras enredaba sus dedos en su cabello.
Lamió su cicatriz y mordió su boca, cuando su pequeña polla fue totalmente envolvida por dedos grandes, acariciandolo al ritmo de las embestidas.
Aquello era demasiado placentero.
Su espalda se arqueó y su orgasmo lo alcanzó, terminando en la mano de Toji, más gimió cuando sintió el nudo del Alfa.
Toji gimió al sentir las aterciopeladas paredes del Omega apretarse en su polla, su nudo estaba creciendo y podía sentir su orgasmo llegar.
Lo penetro hasta que su nudo alcanzó su máximo tamaño, uniéndolos y permitiendo que su semilla llenara el interior del menor.
Jadeó y se movió superficialmente, gozando de su orgasmo.
Levantó su mirada para observar a su Omega jadeando y recuperándose, sonriéndole mientras se aferraba a su espalda.
Busco su boca para darle un beso lento, cargando de tantos sentimientos.
Sentía amor, anhelo y cariño por Yuuji, sentimientos que jamás pensó que podría experimentar nuevamente, debido a la depresión en la que se había sumergido.
Se separó de los labios del pelirosa que yacían hinchados por los besos, para dirigirse a su cuello.
Rozó sus dientes, lamiendo la piel desnuda para finalmente morderla y dejar la marca que los uniría.
" Compañero", "Mío".
Podía sentir la conexión que se formaba lentamente en ambos.
Los latidos de su corazón golpeando en su caja torácica.
La respiración jadeante.
Los cálidos brazos de su compañero rodear y acariciar la piel de su espalda.
El sentimiento de amor que ambos compartían.
Experimentar la unión era algo tan maravilloso.
Se separó para lamer la herida en la piel, acelerando el proceso de cicatrización.
Como su nudo aún no bajaba, se volteó para quedar boca arriba, llevándose a Yuuji en el proceso.
Acomodando al chico en su pecho, acariciando su cintura y su cabello húmedo por el sudor.
— Te amo, — Susurro Yuuji, depositando un pequeño beso en la comisura de sus labios.
— Yo también te amo, compañero, — Susurro besando su frente.
Sus aromas se mezclaron. Toji se sentía tan a gusto, pero los pensamientos de culpabilidad por haber rechazado al Omega y negado su amor, llegaron a su mente.
Realmente había sido un imbecil y un cobarde.
Solo que tenía miedo de perderlo, de no poder ser suficiente para el chico. Pero Yuuji le había dejado las cosas claras aquella noche cuando sucedió todo y había terminado por lastimar con sus palabras al pelirosa.
El sonido de satisfacción que brotaba del pecho de su Omega, lo alejaron de esos tortuosos pensamientos.
Yuuji ronroneaba mientras yacía acurrucado en su pecho. Sus feromonas delataban la felicidad en la que se encontraba el chico.
Gruñó cuando sintió su nudo desinflarse, por lo que salió del interior del pelirosa.
Más el gemido de frustración que emitió Yuuji, causaron que una sonrisa divertida se formara en su rostro.
Sabía que pronto otra ola de calor golpearía al Omega.
Cómo tampoco podía negar que se sentía deseoso por volver a tomarlo y llenarlo de su semilla.
Quería tomarlo de todas las maneras que fuera posible. La idea de su polla enterrada hasta las bolas en ese apretado y cálido agujero, con su Omega deseoso montándolo, lo tenían más que duro.
El suave vaivén de las caderas de Yuuji moliendose contra su polla captaron su atención.
— No hemos terminado, ¿cierto Alfa?, — El pelirosa mencionó con una sonrisa traviesa, mientras acariciaba el pecho musculoso del hombre.
— No cariño, tenemos toda la noche para hacerte gritar mi nombre, — Llevo sus manos para apretar el redondo trasero del Omega, causando que jadeara.
— Ah, Toji, — Gimió.
Le daría todo el placer que anhelara.
Que agradecido se sentía al tener a tal hermosura entre sus brazos, de haberlo encontrado y hacerle caso a sus instintos.
De permitirse amar nuevamente.
Yuuji es su luz.
Él es su sol brillante.
Que sin darse cuenta había llegado a su vida para iluminar la oscuridad por la que transitaba.
Una mordida en su cuello, logró que gimiera.
— ¿Estas ansioso dulzura?, — Pregunto, mientras amasaba las nalgas del menor y movía sus caderas.
— No tienes idea, — Yuuji mencionó, para abalanzarse y besarlo con pasión.
Una noche que sería larga, para los enamorados.
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Sana mi Corazón | TojiIta
RomanceToji es un alfa que lleva una vida solitaria, trata de lidiar con el dolor que le dejo la muerte de su esposa omega y el cachorro que portaba. Anhela morir, pero el destino tiene un regalo para él, un muchacho de ojos color miel y una sonrisa brill...