Sana mi Corazón | TojiIta

17. Preparándolos para su llegada

Tras algunos gruñidos y quejas de un Alfa territorial y sobreprotector, todos lograron intalarse en la sala.

Toji permanecía con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

Yuuji se encontraba a su lado acurrucado, manteniendo una animada conversación con Nobara, la pareja de Maki, quién también era una Beta.

Satoru sostenía una sonrisa divertida, puesto que se había presentado ante el Omega de Toji, otorgándole un beso en el dorso de la mano.

Dicha acción provoco que él Omega se sonrojara hasta las orejas y que Toji le lanzará un puñetazo que fue esquivado por poco, gracias a Okkotsu, el Alfa que los acompañaba y que había arrastrando a su maestro lejos del hombre corpulento a tiempo.

— Obtuve información sobre Sukuna, — Maki hablo captando la atención de todos los presentes.

— El maldito a dejado de lado sus invasiones, no he escuchado sobre él,— Gruñó Toji.

— Tampoco está muy lejos de aquí primito, me arriesgue junto a Yuta para rastrear su ubicación, — Señaló al Alfa ojeroso que se encontraba sentado junto a Satoru.

El mencionado asintió y Nobara le dió una dura mirada de reproche a su compañera por exponerse a tal peligro.

— Él no sabe que tenemos un lazo debido a que estoy con Satoru. — Murmuro.

— ¡Aún así, estas arriesgandote!, — Nobara gruño y suspiro cruzándose de brazos.

—En fin tenemos la corazonada de que se está preparando para algo.

— Si bien los hombres de Sukuna no forman un grupo tan grande, cuenta con alrededor de 50 guerreros entrenados y dispuestos a matar, — Esta vez habló Yuta.

— Lo sé, mate a uno de esos bastardos cuando encontre a Yuji inconsciente en mi territorio, tenía unas cicatrices en la cara.

— ¿Cicatrices en la cara?, Mahito, estuvimos cazándolo hace meses, trato de dañar a alguien de nuestra manada,— Satoru Gruño.

— Me importa una mierda quien era,— Bufo, girandose para notar la postura tensa de Yuuji.

— Yuuji, — Murmuro, tomando la mano de su compañero.

— Tal vez hablar de esto, no sea lo más adecuado para él, sobre todo en su estado, —Yuta suspiró, observando a la pareja

— No, está bien, sólo que recordar todo eso es doloroso, además estan poniéndose en peligro por mí, — Yuuji suspiro apenado, llevando la mirada hacia sus manos, las cuales mantenía sobre su regazo.

— No es así, Sukuna a lastimado a muchos y es necesario ponerle un alto, — Maki le sonrió.

— Es cierto Yuuji, pero también te protegeremos, — Satoru colocó su mano en el cabello del niño para desordenarlo y otorgarle una gran sonrisa.

Yuuji observo a su compañero quien le sonrió, asintiendo.

— Gracias, — Le regalo una gran y brillante sonrisa a cada uno de los presentes.

— Oye yuuji, ¿de verdad golpeaste a Sukuna?, — Nobara pregunto curiosa.

Maki le dió un codazo, frenándola.

El mencionado se rasco la nuca nervioso y asintió.

— Si, le di un puñetazo que le rompió la nariz, estába maltratando a alguien en el pueblo y me interpuse, pensé que iría contra mi, pero sólo se acercó para olerme interesado, — Frunció el ceño, sintiéndose asqueado.