Chifuyu Matsuno y Keisuke Baji han sido separados. Por circunstancias de la vida, uno de ellos ha terminado muerto y el otro ha tenido que seguir, arrastrando la culpa y el remordimiento, sin poder olvidar lo que sucedió ese fatídico día. Sin embarg...
Chifuyu despertó con una leve fiebre que ignoró, se dijo a sí mismo que no podía ser tan traicionero consigo y enfermarse en pleno día de sus exámenes finales cuando se había esforzado muchísimo estudiando para obtener buenas calificaciones. Así que con eso en mente se obligó a aguantar el cansancio y lo mal que se estaba sintiendo su cuerpo para lograr aquello por lo que tanto se había esforzado.
Leyó el pequeño mensaje que le dejó Baji antes de salir de casa en el que le deseaba suerte y se apresuró a llegar a la escuela con una sonrisa.
Por otro lado, Keisuke había estado inquieto durante toda la noche, sus colmillos picaban y su cuerpo no dejaba de sentirse nervioso y desesperado, se descubrió a sí mismo gruñéndole a Mikey cuando este lo saludo y tuvo que disculparse rápidamente antes de que el pequeño rubio lo asesinará con la mirada o que Draken saltará sobre él para agarrarse a puñetazos.
Ahora, Baji tenía problemas para calmar a su lado alfa que le decía que fueran con Chifuyu de manera urgente, nunca se había sentido así y tal vez hubiera corrido a ver al omega en ese instante si no fuera porque sabía que este tenía mejores y más importantes cosas que hacer que atender la paranoia de un alfa estúpido, porque así se consideraba actualmente, como un estúpido por no saber controlarse.
La última vez que había visto a Chifuyu de forma directa había sido hace unos meses, por supuesto que se habían mantenido en contacto, por mensajes y videollamadas, pero se habían mantenido alejados de manera física para que Chifuyu se concentrara en sus últimas clases y se prepara para los exámenes.
Baji volvió a sentir ese picor en sus colmillos y al pasar su lengua sobre ellos se dio cuenta de lo afiladas que estaban, pensó seriamente en tomar una lima para acabar con ese problema, pero un mensaje lo sacó de sus pensamientos. Era de Chifuyu y en el se leía "Baji – san, los exámenes han culminado, si desea podemos vernos ahora 😊"
Y luego de responder de manera afirmativa, se apresuró a ir con Chifuyu, su alfa brincó de emoción y sus colmillos picaron aún más.
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Chifuyu se sentía orgulloso del gran trabajo que había hecho al realizar sus exámenes correctamente a pesar de la fiebre, aún no tenía los resultados, pero sabía que todo su esfuerzo sería recompensado. Y, aunque debió ir a casa y quedarse en cama, su lado caprichoso no se lo permitió, quería ver a Baji desde hace mucho, así que no podía esperar ni un día más para reunirse con su alfa.
Sonrió satisfecho cuando Baji respondió su mensaje con rapidez y se apresuró a ir a casa a cambiarse, habían quedado en que ese sería su lugar de encuentro.
Cuando llegó a la puerta de su apartamento, sus pasos se hicieron más lentos y su cuerpo se sintió más pesado, ingresó la llave con manos temblorosas y al adentrarse su cuerpo sudó frío. Entonces reconoció que había estado ignorando todas las señales, por supuesto, se había centrado tanto en los exámenes finales que había olvidado, por un momento, su naturaleza. Trato de dirigirse hacia su habitación, con la esperanza de encontrar algo que lo calme, pero sus piernas temblaron y cayó de rodillas al piso, sintió algo viscoso bajar por su trasero y gimió bajito cuando el calor se hizo más fuerte.
Su mirada se dirigió hacia el calendario que colgaba en una de las paredes de su sala y confirmo lo que tanto había sospechado.
Tomó su celular para comunicarse con Baji y cancelar su encuentro, pero fue incapaz de escribir siquiera una palabra, afortunadamente recibió una llamada y logró contestarla.
- Chifuyuuuu, ahora que estás libre, ¿Qué te parece salir con los chicos? – La chillona voz de Mikey al otro lado le hizo volver un poco a la realidad - ¿Chifuyu? ¿Estás ahí?
- Mikey – Casi jadeó – Nece – necesito un favor
- ¿Chifuyu? ¿Estás bien?
- No, yo, estoy en celo – Se escuchó un insulto bajo del otro lado de la línea – No estoy seguro de si tengo supresores
- ¿Hay alguien en casa que pueda cuidarte? – La gruesa voz de Draken le hizo soltar un gemido y aunque a Mikey le hubiera gustado molestarse, no era momento para eso – Dame el teléfono, Kenchin. Chifuyu, estoy seguro de que estarás bien por unos momentos, no hay forma de que alguien sepa que estás en celo.
- Baji – san- Dijo en un susurro – Baji – san iba a venir, no he podido cancelar la salida, debe estar en camino, nece- necesito que le digas que no venga y me traigas supresores – El calor en su cuerpo empeoró y comenzó a restregarse contra el suelo – Por – por favor, ahh, apresúrate
- Chifuyu, no estoy cerca ahora mismo, mierda, salí muy temprano con Kenchin a atender unos asuntos, pero te enviaré a Mitsuya, tardará un par de horas, pero llegará, respecto a Baji le llamaré apenas corte, ¿entendido?
- Sí
- Bien, suerte, Fuyu
El apodo que usó Mikey le hizo recordar a Baji y gimió fuerte al imaginárselo ahí con él, con mucho esfuerzo llegó hasta el sofá, desasiéndose de sus prendas inferiores para calmar un poco el calor que sentía.
Baji no notó las incesantes llamadas de Mikey, había silenciado el celular y para cuando el mensaje del rubio llegó diciendo que ni se atreviera a acercarse a la residencia Matsuno, ya era muy tarde. La puerta había sido abierta y Baji tragó grueso cuando un sudoroso y despeinado Chifuyu salió sin los pantalones y con las feromonas del celo revoloteando en el aire.
- Baji – san – Y esa fue su perdición
Holis! Trayendo más capítulos cortitos, disfruten la lectura y tomen agua:)
