Capítulo 4

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Luego del incidente en el que la madre de Baji le había regañado por mojar la cama y asustar al pequeño Mickey, el pelinegro le contó que durante esas pocas horas que estaba dormido, vio su vida pasar por sus ojos, todo le pareció tan real que las emociones lo golpearon fuertemente y por eso lloró, no porque le hubiese dado miedo la pesadilla, porque el sueño era todo menos eso.

A veces el miedo no era el monstruo bajo tu cama, sino el despedirte de unos brazos que te estrechaban gentilmente.

No hablaron del beso y Mickey le agradeció internamente, el hecho de recordárselo habría significado el picor en sus ojos nuevamente y mostrarse débil ante el otro. Mickey no había escogido darle su primer amor a Baji, sus sentimientos habían aflorado poco a poco, camuflados con el enfado y algunos golpes que se daban de vez en cuando.

Más tarde que nunca, comprendió que el rubor en sus mejillas no eran producto del sol abrasador, que parecía querer asesinarlos durante las calurosas tardes de verano, si no por las radiantes sonrisas que el contrario le regalaba cuando compartían tiempo juntos. La ilusión de ser su pareja algún día se había hecho más grande con las novelas que Emma le obligaba a ver, observar cómo dos personas se complementaban mutuamente, se amaban y respetaban era jodidamente vergonzoso, sobre todo cuando su hermano mayor no quitaba los ojos de su cara para ver su reacción. Y el imaginar que los protagonistas de una historia de amor podían ser Baji y él lo era aún más.

Sin embargo, Baji no iba amarlo nunca, esa noche lo había comprendido al escuchar al contrario susurrar el nombre de alguien más, sintió envidia por ese tal Fuyuu que se atrevía a hacer llorar a su amigo y también a romperle el corazón.

- Entonces, ¿te enamoraste de alguien en tu vida pasada? – Mickey solo quería asegurar que sus sospechas eran ciertas

- No lo diría así, pero al parecer sí

- JAJAJAJAJA ¿Tú? El ser más insensible que conozco – El rubio dio una sonora carcajada, más para cubrir el sonido de su corazón rompiéndose que otra cosa

- Ese era mi yo de antes – Baji tenía las mejillas sonrojadas – Ahora no me gusta nadie

- Pero tendrás que enamorarte en algún momento, ¿cierto?

- No, no saldré con nadie – ¿Ni siquiera conmigo?

- ¿Y si esa persona apareciera? – Mickey era masoquista al querer oír la respuesta

- Supongo que le daría una oportunidad - ¿Qué hay de mí? Yo siempre estoy aquí

- Pues espero que él no te lo de – El más bajito le mostro la lengua mientras corría hacia su propia casa, escapando del contrario.

Baji no tuvo tiempo de alcanzarlo, se encontró a su madre en su búsqueda por el enano y ella lo arrastró hacia su casa para conversar. Lo único que el muchacho entendió durante todo el trayecto fue que era importante y que la charla no podía esperar.

- Escucha Kei, en el mundo existen tres géneros – Su madre se sentó frente a él mientras colocaba unas galletas en la mesa – Alfa, beta y omega.

- Eso lo sé mamá, no es necesario que me lo recuerdes – La mujer sonrió con ternura

- Lo es cariño, esto es muy necesario– Kei inclinó su cabeza mientras observaba las galletas – Como sabrás, corazón, un alfa y un omega son el símbolo más puro de unión, aunque el lazo puede ser usado como una cadena, tú no debes olvidar el verdadero significado de esto, el lazo que formes con tu omega debe ser consentido y debes amarlo mucho, seguramente lo harás. Para que una relación perduré debes respetar a tu pareja y sobre todo respetarte a ti.

- Mamá, ¿por qué me dices esto? – Baji tenía diez años y no le veía ningún sentido a hablar sobre una posible pareja

- Porque lo necesitas – La imagen mental del pequeño Mickey se hizo presente en la cabeza de la mujer y en la de Baji, el lindo rubio de ojos azules – Así que no olvides amar y luchar por tu pareja, busca que sea bueno para ti y que sean muy felices juntos, la construcción de una relación es difícil, pero no imposible. Y si conoces a tu destinado no lo dejes ir.

- ¿Mi destinado? – El pelinegro analizo con cuidado las palabras de su madre y esa era una que nunca había escuchado

- Sí, tu destinado es tu complemento, tu compañero de toda la vida, te amará incondicionalmente y tu harás lo mismo

- ¿Y cómo sabré que lo he encontrado?

- Lo sentirás aquí – La mujer señalo el corazón del más pequeño – Tu instinto te lo dirá, créeme.

- Pero mamá, ¿y si resulto ser beta? – Ella lo miró enternecida

- Te conozco cariño, sé que no podrías ser algo que no sea un alfa, sobre todo porque te pareces mucho a ella – Dijo lo último en un susurro, mientras acariciaba los cabellos negros de su pequeño – Así que ve a darte un baño para cenar.

La mujer nunca había conocido a su destinado, era de uno en un millón encontrarlo, pero ella no estaba desilusionada ni triste. La vida le había dado la oportunidad de conocer a una alfa maravillosa con quien había formado una familia, sin duda le había brindado la mayor felicidad, además le había permitido concebir a su pequeño Keisuke, que era la viva imagen de la alfa. Lamentablemente su alfa había muerto en un trágico accidente cuando Baji aún era un bebé.

De vuelta al presente, la mente de Baji se quedó en blanco cuando sintió las feromonas de celo revolotear en su nariz, no tuvo que adivinar para saber que provenían del omega rubio frente a él. El recuerdo del sueño y la conversación con su madre le reavivaron la memoria y lo supo, el bonito muchacho era su destinado.

Sentía la ansiosa necesidad de asesinar a Kazutora por colocar su mano con tanta confianza en el hombro del contrario, pero más que eso, quería tocar al menor, corromperlo hasta el punto de hacerlo llorar, acariciar sus bonitos muslos y marcar por todos lados esa blanquecina piel.

Sus pensamientos se vieron interrumpido por el ligero gemido que soltó el omega, del cual aún no sabía el nombre.

- ¡Chifuyu! – Takemichi estaba a segundos de acercarse al nombrado

Así que ese era su nombre, tan precioso como él.

- No te acerques Takemicchi – La voz de Mickey lo detuvo

- Chifuyu – Baji pronunció su nombre y el omega se estremeció ante él.

Antes de que todo empeorará Draken atrapó a Baji, que estaba más que dispuesto a lanzarse sobre Kazutora, iniciar una pelea siempre había sido una opción, y Hakkai sostuvo a Kazutora alejándolo de Chifuyu antes de que pudiera reaccionar a sus feromonas.

Mickey se dirigió hacia el otro omega y lo tomo del brazo, justo antes de que se desmayara por la intensidad de las feromonas de Baji.




Holis:) ¿Cómo están? La verdad este capítulo iba a ser publicado el Lunes, pero se me olvido, pido perdón:(

Espero disfruten la historia y beban agua!

I love you forever - Baji x ChifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora