Capítulo 7

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Si Mickey dijera que había superado a Baji tras planteárselo un día después de que le rompieran el corazón sería un mentiroso. Sus sentimientos no habían desaparecido y es que el omega no entendía que la magnitud de sus emociones por el primer amor no iba a desaparecer de la noche a la mañana.

Es por eso, cuando conoció a Draken y lo apodó de manera cariñosa Kenchin, no podía notar el brillo en los ojos del contrario cada vez que le hablaba y la incomodidad en su rostro cuando él ya no era víctima de sus ataques de cariño y necesidad de cercanía, porque cuando Baji aparecía acaparaba casi completamente la atención del menor.

Pero Draken sí se había dado cuenta de lo mucho que el alfa pelinegro le afectaba a Mickey, a pesar de que este último lo camuflara tan bien con la preocupación de un mejor amigo. Se había dado cuenta de la oscuridad en su mirada cuando descubría cada una de las conquistas de Baji, de que su tacto se presionaba un poco más fuerte de lo normal en su brazo cuando lo veía coquetear naturalmente con quien se le aparecía en frente y de los rudos golpes que le propinaba cuando no llegaba a reunirse con su grupo de amigos por andar revolcándose con cualquiera.

Por supuesto que Draken nunca se lo había mencionado, había decidido, sin permiso de Mickey, ser el fiel confidente de sus acciones y ayudarlo a cubrir el amor no correspondido que tenía por Baji, porque le gustaba, había tenido un flechazo cuando lo vio. Le pareció la persona más hermosa del mundo y su corazón amenazó con explotar en su pecho cuando este le dirigió la palabra.

Sin embargo, Draken no iba caer ante la belleza del omega y cortejarlo, una pareja no era lo que necesitaba en ese momento, era un amigo, uno en el que apoyar su cabeza cuando estuviera cansado y poder decir tonterías libremente, Baji era todo eso, pero venia con un cupón gratis de incomodidad al estar enamorado de él. Sabía que necesitaba abrazarlo cuando sus emociones se desbordaban y Mickey no podía confiarle a nadie la tarea de verlo débil más que a Kenchin.

Esa fue una de las razones por la que Draken acalló sus emociones, las guardo en lo profundo de su ser y se obligó a actuar como el buen amigo, cuando lo que quería era tener la satisfacción de enamorar al contrario. Y también fue el culpable de que Draken no notará como el rubio bajito se desenamoraba del pelinegro con cada día que pasaba, las mariposas muriendo en su estómago, tan natural que no le provocaba el daño que habría hecho el ahogarlas con agua. Todo tenía su proceso y Mickey estaba cerca de terminar el suyo.

Cuando ambos mostraron sus pruebas del segundo género una tarde soleada en casa del más alto, ninguno se sorprendió cuando Draken tenía impresa en su hoja ALFA, tampoco lo hicieron cuando la de Mickey decía OMEGA. Kenchin lo habría amado sin importar el segundo género del contrario, aquello le parecía tan irrelevante como decir que el cereal va antes que la leche. Pero su amor debía ser silencioso y tranquilo, sabía que no sería aceptado por el otro y que su sonrisa se expandía más cuando estaba con Baji, porque en su mente era así.

Para Mickey fue un puñetazo en la cara ver su prueba, no porque fuese omega o por el doloroso celo que ahora debía soportar, sino porque había recordado sus primeros meses de enamorado, cuando ansiaba con toda su alma ser compatible con Baji en su segundo género. El menor sabía que Baji era alfa y que él fuera omega lo hacía maldecir porque el universo se lo había cumplido, sin embargo, no era correspondido. Pero el dolor del puñetazo había sido efímero e irreal, se había esfumado tan rápido que no le dio tiempo de extrañar el sentimiento y se centró en la persona frente a él.

Allí mismo se aferró al cuerpo de Draken con un abrazo

- Supongo que ya no podremos dormir juntos – susurró contra su pecho

- Creo que ya no – Respondió Draken antes de que el ahora omega se alejara de él para dirigirse a su casa

Mickey fue regañado cuando llego a su hogar, Emma lo reprendió por la hora y por no avisar que no estaría en casa. Luego de eso, ambos se sentaron a cotillear sobre los géneros de los demás, porque si algo había aprendido sobre las telenovelas era a estar siempre bien informada.

- Entonces Draken es un alfa – La chica tomó un sorbo de su bebida mientras esperaba que su hermano hablara

- En efecto

- Era de esperarse – Dijo mientras sonreía y ablandaba su mirada hacia su hermano – Y tu un omega, Draken debe estar brincando de alegría

- ¿Por qué lo estaría? – La mirada del rubio denotaba confusión - Sé que pateaba a Kenchin cuando dormíamos juntos, pero estoy seguro de que me extrañara durante las noches frías

- Información innecesaria – Emma le dio un golpecito en la frente y añadió – Es obvio que le gustas, se muere por ti. Me sorprende que hasta ahora no te hayas dado cuenta, con lo juntitos que están

- Solo somos amigos Emma, ¿qué tonterías dices? – Mickey hizo un puchero y añadió – Además, a ti te gusta él

- Me gustaba – Canturreo la beta en respuesta – Es un buen partido y no voy a mentir, Draken es completamente mi tipo, pero luego de ver cómo te mira entendí que su corazón ya tenía dueño

La maldición de los Sano era, sin duda, ser rechazados antes de siquiera intentarlo.

Mickey se quedó pensativo, analizando la actitud del mayor en sus recuerdos, cada vez que él lo tocaba la reacción de Draken era normal, hasta donde él lo veía, no lo alejaba como Baji, pero tampoco le correspondía las muestras de afecto. No podía negar que sentía algo por su amigo, Baji estaba en el pasado, aunque los recuerdos siguieran saliendo a flote, hace mucho que había dejado de ver al pelinegro de manera romántica.

Pero tampoco se había permitido sentir más allá del sincero cariño que mantenía por el muchacho, sobre todo porque sabía lo que Emma sentía por él. Sin embargo, Emma le había dejado muy claro que no planeaba interponerse en nada y le había dado el camino libre, porque ella haría lo que fuera por su hermanito y eso también implicaba anteponer la felicidad de Mickey sobre la suya.

El omega había descubierto nuevas cosas con el pasar de los días, la primera, que Baji era un idiota y lo seguía tratando con naturalidad, la segunda, que Draken era un idiota también y lo trataba como si se fuera a romper en cualquier momento, además comenzaba a gruñirle a cualquier alfa que lo mirase por más de diez segundos.

Más allá del ligero cambio de actitud de Draken las cosas no habían cambiado en su relación, sus sentimientos por él se habían afianzado con cada mes que pasaba, y para cuando se dio cuenta ambos se habían graduado sin decirse lo que sentían, bajo el título de amigos y coqueteos medio en broma, medio verdad.

Mickey avanzó el primer paso y lo beso descaradamente frente a sus amigos, se autoproclamo dueño de ese alfa y luego de unos días comenzaron su relación, con un título de novios oficial, porque el sentimiento y el trato intimo había estado presente desde hace mucho.

La situación, de alguna forma se había descontrolado cuando Mickey pasó, por primera vez, su celo con el alfa y aunque Draken trató de controlarse, las feromonas del omega, sus jadeos, labios rosados, mejillas acaloradas y su característico "Kenchin" lo orillaron a perder la cordura y al final había acabado con él pidiendo perdón de rodillas, pues no era consciente de la marca que le había hecho en el cuello.

Marca que los unía de por vida.



Holis! Disfruten el capítulo y tomen agua😘

I love you forever - Baji x ChifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora