Capítulo 6

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Chifuyu tembló cuando Baji se sentó a su lado, el silencio era incomodo, pero ninguno de ellos creía ser capaz de romperlo. Para el omega encontrar a quien sería su pareja de toda la vida era romántico y aterrador. Uno, porque sin duda alguna era un sueño para muchos omegas tener la suerte de compartir un lazo inigualable con tu destinado y Chifuyu no era la excepción. Dos, porque él era apenas un adolescente y tres, porque no conocía de nada al alfa a su lado.

Y el hecho de desearlo a morir lo asustaba.

Decidido, trató de pensar en cómo iniciar su conversación sin qué sonara tonta o forzada, no fue hasta ese momento en el qué se preguntó ¿Cómo había sobrevivido su vida social? Lo máximo que podía ofrecerle a Baji era un "Hola, ¿cómo estás?", y esa no parecía la mejor opción considerando que había entrado en celo por él y que antes de desmayarse quería hacer de todo menos saber su nombre.

Justo en ese instante, el foco de Matsuno se prendió, la luz irradiando una energía cegadora y ahora los colores subían hasta sus mejillas ¡No tenía ni idea de cuál era su nombre! Se había estado refiriendo a él como alfa. Maldijo internamente porque ni Mitsuya ni Mickey le dijeron algo sobre eso y su cabeza comenzó a doler por el esfuerzo de recordar su idiotez.

- Auch – El dolor era soportable y aun así aquello escapó de sus labios

- ¿Estás bien? – Baji colocó sus manos en las mejillas de Chifuyu, notó el rubor en estas y la preocupación afloró en su rostro – Ese Mickey es un salvaje, ha sido así desde que éramos niños, pero no creí que te dejaría caer de esa forma

- ¿Eh? – El rubio no entendía, ¿se había caído? Si bien sus recuerdos aún eran algo confusos, no recordaba haberse golpeado en ningún lugar. Por otro lado, el hecho de que Baji lo tomase con tanta tranquilidad y confianza solo aumentó su bochorno.

- Bueno, te desmayaste así que no lo recuerdas. Todos nos descontrolamos, yo más que nadie, lamento tanto eso. Pero cuando vi que caías de los brazos de Mickey, me alteré, ese enano, ya me las cobraré – Baji frunció el ceño y Chifuyu solo pudo pensar que se veía guapo incluso estando enfadado – En fin, al parecer Mickey no pudo sostenerte por mucho tiempo y te fuiste de cabeza al suelo

- Mickey se disculpó conmigo por eso, no entendía la razón, pero ahora lo sé, Gracias – Chifuyu sonrió con sinceridad mientras restregaba inconscientemente sus mejillas contra las manos del alfa, cerró los ojos agitando sus largas pestañas y a Baji casi le da un infarto porque aquello le recordaba a las mariposas en su estómago

- Chifuyu – Dijo casi en un susurro, la situación le parecía familiar, sin embargo, era la primera vez que el omega permitía que algún alfa; aparte de sus amigos; estuviera tan cerca de él

- ¿Cómo sabe mi nombre? – Él más bajito lo miró con sorpresa porque no recordaba haberse presentado ante el contrario y el hecho de que el alfa supiera su nombre y él no, lo hacía sentir culpable

- Lo escuche de tu amigo, el beta rubio con peinado feo, ¿Take?, ¿Takichi?, ¿Tachi? – El alfa hacía una mueca de confusión con cada palabra que nombraba

- Takemichi – Chifuyu le regaló una pequeña risa y el contrario se sintió en el cielo, ¿era esa la risa de los ángeles? Porque si no era así, no había ninguna razón para ir al cielo

- Eso, no soy bueno para los nombres, apenas lo escuché hoy

- Pero el mío, también lo escucho hoy ¿Verdad? – Las preguntas de Chifuyu eran tan inocentes que no se daba cuenta que ponía al alfa entre la espada y la pared, ¿Cómo le decía que su nueva meta en la vida era memorizar todo sobre él?

- S-sí, supongo que el tuyo tiene más impacto – Baji hizo círculos en la mejilla del contrario con su pulgar, ninguno de ellos había roto la íntima posición en la que estaban - ¿Qué hay de ti? ¿Sabes cuál es mi nombre, Chifuyu?

El omega podía esperar a morir en ese momento o esperar a que la tierra lo tragase, cualquiera de las dos opciones sonaba tentadora, pero era obvio que no pasaría, por más que trato y trato de recordar a alguno de sus amigos llamándolo, aunque sea por un apodo, no tuvo éxito.

- Yo – Chifuyu sintió como el agarre de sus mejillas se hacía un poco más fuerte y después de que la culpa lo invadiera colocó una de sus manos sobre la de Baji – Lo siento, no sé cómo te llamas – El alfa sintió la decepción crecer en su pecho, no por Chifuyu, jamás podría estar decepcionado de él, era obvio que no lo sabía si era la primera vez que lo había visto, sin embargo, aquello le daba la oportunidad de un nuevo comienzo

- Baji Keisuke, ese soy yo -Dijo mostrándole una de sus características sonrisas

- Mi nombre es Matsuno Chifuyu, un gusto conocerlo Baji-san

De pronto la situación les dio vergüenza, y Chifuyu creyó que lo besaría, batallo por no cerrar los ojos y entregarse por completo a Baji, su nombre era tan bonito que la ilusión de llamarlo Keisuke algún día lo hacía derretirse, además el hecho de recordar lo que había soñado minutos antes no lo ayudaba en absoluto, aun podía sentir el cosquilleo en sus labios luego del beso con Baji, aunque claro está que eso no pasó. Para el alfa las ganas de besarle se volvieron suplicas desesperantes y los rosados labios de Chifuyu lo tentaban a hacerlo.

- Por cierto, no pueden usar mi habitación como su hotel personal – Mickey abrió la puerta de golpe y la parejita salto en su sitio separándose de inmediato, pero el recién llegado había alcanzado a observar todo y el enojo en sus ojos era notorio – Keisuke Baji, estás loco si crees que te dejare tener al adorable Chifuyu así de fácil

Y nadie impidió que Baji terminara con un golpe ese día y que el amable omega lo consintiera curando sus heridas mientras Mickey era regañado por Draken en una esquina.

Mickey se adentró a la habitación del alfa con confianza, después de alegar que no quería pasar la noche en su habitación a causa de las feromonas ajenas, el omega se autoinvitó a quedarse con Draken. El más alto cerró la puerta con seguro y en la oscuridad de la habitación tanteo la silueta del contrario hasta encontrarla, deslizó sus manos por la camisa de Mickey y desabrocho algunos botones antes de abrirla suavemente dejando ver su blanquecina piel.

- ¿Te afectaron las feromonas de Baji? – El enojo iba cargado en su voz a pesar del esfuerzo por camuflarlo

- ¿De qué hablas Kenchin? Sabes que no puedo reaccionar a ninguna feromona – Draken se acercó al cuello del omega, invadiendo su espacio personal para observar la marca que meses atrás le había hecho, enterró sus colmillos nuevamente y Mickey largo un gemido antes de añadir – que no sea tuya.

El alfa terminó de desabotonar la camisa del contrario haciendo que la tela se deslizara por el delgado cuerpo de Mickey, las manos del omega se aferraron con fuerza a la espalda del alfa antes de que sus bocas se encontraran y sus cuerpos se fundieran como muchas veces lo habían hecho.



Holis! ¿Leyeron el capítulo del manga? Ken Wakui nos quiere navajear el corazón:( jajajaja

I love you forever - Baji x ChifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora