Tacos

Ensayo

Al terminar las clases, Bambam, el papá de Somi ya estaba esperándolas, pasaron a la casa de Tzuyu y Dahyun por sus instrumentos y amontonadas en el carro llegaron al edificio de Chae. Fueron llevándolo al roof garden en varios viajes, cuando Bambam se puso a armar todo, Dahyun y su hija le ayudaron.

Chaeng y Tzuyu bajaron a la cocina para preparar bocadillos y gaseosas ya que siempre comían entre canción y canción mientras ensayaban...  Estaba tan feliz por tener a sus amigas en su casa, que se había olvidado completamente de su mañana, hasta que Tzuyu le señaló la ventana interesada.

—Wow Onni, tus vecinas son muy bonitas, no las había visto antes.

Y ahí estaban las 3 en el sofá, comiendo mientras hablaban y veían hacia arriba, seguramente como armaban los equipos aun no se había dado cuenta que también eran observadas desde la cocina. 

—Ah, sí, se mudaron hace un par de días. Tzu, podrías ayudarme con el cenador, está en la esquina, entre el sillón y la pared.

Acomodaron todo y subieron con cuidado la comida, ya empezaron a afinar sus instrumentos, bajo la atenta mirada de Bambam que les ayudaba y daba indicaciones.

—Vaya Chaeyounni, tu roof, es el escenario perfecto para un miniconcierto. ¿Crees que tus papás nos dejen ensayar a mi banda y a mí de vez en cuando, acá?

—Ah, gracias. Si le dices eso a mi mamá, quizá te deje. Casi nunca están acá de todos modos y los vecinos dicen que el ruido se lo lleva el viento y ni se escucha en los pisos de abajo. 

Y sí, desde que le prohibieron a Bambam y su banda ensayar en su departamento, habían estado rotando las casas para practicar, hasta que consiguió el permiso de sus padres. Tener a Somi, Bambam y su banda por algunas tardes, le animarían el ánimo cada que se sienta muy sola.

Cada una practicó un poco antes de tocar en conjunto. Cuando Somi, les preguntó con un gesto de la cabeza si ya podían ensayar juntas todas afirmaron de vuelta.

—...Y un, dos, un dos, tres. 

Empezaron a tocar, llevaban 3 meses con esa canción. Su papá marcaba el ritmo con la cabeza, sus manos se movían tocando instrumentos invisibles, eso las animaba, pues su único espectador estaba disfrutando su música. Cuando terminaron se miraron riendo entre ellas.

—¡Horrible!

Pronunció el hombre con una gran sonrisa. La verdad, ellas lo sabían. La escuela era muy estricta y les dejaba poco tiempo libre, así que se reunían con el pretexto de ensayar, pero  casi nunca ensayaban y no habían mejorado casi nada. 

—Bueno, al menos no salió volando ninguna del mis batacas

—Y yo por fin pude hacer los coros junto a Chaeng

—Sí, eso fue por Chaeng iba cantando a destiempo, Dahyunmi. Pero Tzuyu, tú sí vas mejorando, Somi, escucha a Tzuyu cuando te pierdas, en vez de hacer tu cara de niña tonta de anime diciendo tehee

—Tehee— Somi, era la mejor para hacer reír, no cabe duda. volvieron a tocar y se detenía para corregir lo que Bambam indicaba. 

Ensayaron hasta que cayó la noche. Y con mucho ánimo y sin pocas ganas de cocinar, propuso ir por tacos y las demás la siguieron, seguían bromeando de lo pésimo que tocaban. hasta que llegaron al puesto y empezaron a pedir. 

No era muy grande, solo eran mesas largas y sillas un poco amplias, llegaron justo cuando se iba una familia y se sentaron juntas. 

Aun cuando Chaeng era la segunda mayor, las demás había sido muy protectoras con ella, eran las clásicas amigas que le acomodaban el cuello, le limpiaban la pasta de dientes seca, le limpiaban la boquita, Somi incluso cortaba la carne cuando servían los trozos grandes. 

—Somi ¿Eres consciente que soy mayor que tú?

—Sí, Chaeng, pero no pareces una Onni, Dahyun Onni sí parece. Pero tú, no.

Se cruzó de brazos e hizo un puchero que derritió a las demás y la abrazaron por mero acto reflejo. 

—Chaeyoung onni. Has estado muy distraída. Ya terminaste todos los limones ¿A caso piensas echarle la cascara a tus tacos? —señalo el plato haciendo despertar

—¿Qué? ehh oh, nooooo, ay. 

En efecto, en su plato tenía al menos 7 cáscaras de limones en cuartos, en todos sus tacos.

—Chaeyoungnni, ¿Qué pasó? 

—No lo sé Onni, yo, creo que... me gusta alguien —Somi ya se estaba parando de su silla, así pronto le hizo el gesto negativo indicándole que no era de ella— es mayor y no sé realmente lo que pasa, o sea si me gusta por su belleza o si es algo más. oh.. oh... así, nada, olvídenlo. 

Todas se quedaron calladas. Ya que rara vez expresaba lo que le pasaba. Ella por su parte no sabía cómo expresarlo

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