Tacos

Mejorcito

Al día siguiente empezaron los ensayos, Lia y Yeji llevaba estuches de guitarras,  Chaeryeong tenía un estuche largo y delgado, pero nadie hizo suposiciones. Ryujin y Yuna no llevaban nada. Se vieron en la salida, Jihyo fue por les chiques a la escuela, hablaron de ensayar en el roof, así que emocionades se subieron apretades en la camioneta de la madre.

Tzuyu se sentó y jaló a Dahyun para que se sentara en sus piernas Lia iba a sentarse después de ellas pero al ver la mirada de un solo ojo que le dio Tzuyu, prefirió dejar pasar a Ryujin y a Yeji, ella se sentó atrás y cuando Chaeryeong se sentó a lado de Lia, Yuna decidió que estaría muy apretada así que se sentó en las piernas de Chaerggi, poniéndola más roja que un tómate. 

Iban cantando lo que salía en la radio, se balanceaban de un lado a otro en un intento de bailar, las que iban en las piernas de alguien se miraban muy sonrientes, pero las que cargaban, ocultaban sus rostros detrás de las espaldas de sus objetos de amor. Jihyo estaba emocionada por ver tanta alegría junta, su sonrisa era una radiante y contrastaba con la de su hija que iba de copiloto.

Les 5 nueves, miraban asombrades el edifico moderno y elegante en el que vivía Chaeyoung, las demás ya estaban acostumbradas. Subieron en dos grupos porque no cabían juntes. Chaeyoung se emocionó de ver a Bambam platicando con su banda, la batería y lo demás ya estaba instalado. 

Nayeon subió junto a Jeongyeon y Sejeon con distintos platos llenos de botanas, algunas chatarras y otras saludables. Hicieron las presentaciones y ningún adulto hizo alarde de la condición de Ryu, algo que cada vez más molestaba a Chaeng. No mostraba su enojo porque había aprendido de la experiencia que lo mejor era ocultar la molestia  y hacer como que nada pasaba. 

Cuando comieron un poco, se pusieron en serio con el ensayo. Ryujin se sentó en la batería y comenzó a jugar con las batacas, haciéndolas girar entre sus dedos. Tanto Somi como Jinyoung -un integrante de Got, la banda de Bambam, que tocaba la batería- se asombraron al verla tan cómoda, no perdón, cómodo. Sí, eso. Se asombraron de verlo tan cómodo en la batería de Somi, acomodo la batería a su distancia personal y le pegó un poco.

Todos lo miraban asombrado, parecía un profesional. Fue entonces que Lia conectó su guitarra y  empezó a hacer un rasgueo que terminó abriendo la boca de todos y un Bambam le preguntó si era la hija perdida de Jimy Hendrix 

Lo que nadie se esperaba era ver una Chaeryeong con un instrumento muy clásico, cuando sacó y armó su flauta traversa, la mayoría tenía el ceño fruncido, sopló un poco y acomodó los dedos donde debía, el ruido sonó muy incómodo al principio, pero tomó aire de nuevo y esta vez sonó algo muy bello. 

Los demás sonreían de oreja a oreja con los ojos brillando y casi esperando que Yeji los asombrada a su manera, ella se sonrojó y sólo negó con las manos.

—¡Oh no! De hecho yo toco el bajo, pero como es mejor tener dos guitarras que dos bajos, Ryu me prestó su guitarra para aprender a tocarla, nunca he tocado la guitarra antes. 

Las miradas fueron a Yuna. Que sacó un pandero de su mochila y les sonrió burlándose de todos mientras lo sacudía sin ninguna melodía en mente, haciendo a los demás avergonzarse.  Tzuyu les repartió un juego de copias a la banda restante con la letra y la partitura, cada quien se puso a practicar. A la hora Intentaron tocar la primer parte.

Bambam sacudió primero el pie, luego la cabeza y terminó bailando. Sonrió y les hizo una seña para que dejaran de tocar, les miró orgulloso a cade une y luego dijo la frase a coro con la banda original.

—¡Horrible!

Se echaron a reír contagiando a los demás. Que aunque primero lo miraron con tristeza, al final disfrutaron riéndose de elles mismes. Los Got se pusieron con el instrumento que tocaban para darles lecciones en privado. La maestra Sejeong estaba muy animada hablando con Jihyo para atender a la banda. Nayeon fue con Yuna, Chaeyoung, Somi y Dahyun. Las clases de canto eran un reto para las 3 ya que eran tímidas por naturaleza.

Una hora después, Ryujin golpeaba sus baquetas con el conteo inicial de Bambam.

—Y un. Dos, un, dos, tres...

Sonó mejor. la práctica había servido, la diferencia se notó en los ojos de los adultos que las miraban y escuchaban con emoción. Bambam hizo lo suyo y al hacer su movimiento para dejar de tocar. Sonrió de medio lado y les hizo una reverencia.

—Mejorcito.

Somi brincó de la emoción olvidando que seguía con férula, a falta de equilibrio cayó sobre alguien... a esa altura de la historia, sería muy difícil imaginarse que cayera sobre alguien que no se Chaeyoung. Y sí, eso fue justo lo que pasó, Ryujin, que se había levantado y acercado a la mesa de la comida pudo atrapar a Chaeyoung antes de que se diera un golpe serio.

Somi se puso en pie cojeando hasta agarrarse del poste de un micrófono. Pero para Chaeng el mundo se detuvo, el cabello suelto de Ryujin se mecía con el viento, sus fuertes brazos la sostenían cual princesa de cuento. Los delgados labios que al principio estaban tensos por la preocupación, ahora se relajaron en una suave sonrisa que se robó la respiración de la chica entre sus brazos.

Un fuerte resoplido y el ruido pesado de una guitarra chocar con su atril, desvió la mirada de ambos. Ryu enojado se incorporó llevando a Chaeng consigo.

—Yeji ¿Puedes tener cuidado con mis cosas? —Le reclamó.

Pero solo obtuvo una mirada de odio de Yeji y luego bajó las escaleras al departamento de abajo. Lia miró la escena y buscó con la mirada la aprobación de Ryu que en apenas un segundo, le dijo que hacer. Dejó su guitarra y fue tras su amiga. Chaeryeong y Yuna se acercaron a él, para abrazarlo y darle unas palmadas en la espalda. 

—Ya sabes cómo se pone con cualquiera que osa posar sus ojos en ti, Ryu. Ya deberías estar acostumbrado. 

—No Yuna, no me acostumbro ni entiendo. Cualquier ser humano con dos dedos de frente habría ayudado a alguien con problemas, no es como que las hubiera dejado caer y pasar de lado.

—Si Ryu, pero no cualquiera tiene el privilegio de recrear una portada de cuento de hada contigo de príncipe. 

—Chaerggi... —llamó dulcemente Yuna a Chaeryeong haciendo que de inmediato sus ojos brillaran y le sonriera de forma amorosa —no estás ayudando, nena. Déjame hablar ¿De acuerdo? —Chaeryeong afirmó con la cabeza y se dedicó a ver el perfil de Yuna.

Chaeyoung no quería hubiera problemas, tenía mucha experiencia en ello y siempre terminaba lastimada. Así que tuvo la necesidad de acercarse a Ryujin para que solucionará las cosas con Yeji pero en un amago de moverse, una mano en su hombro la detuvo.

—No te metas en sus asuntos, Chaenggi.

—Pero...

—Somi tiene razón, si nosotras discutieramos no nos gustaría que unas extrañas se metieran en lo que no les importa —explicó Dahyun. Chaeng entendió y sólo se alejó distraída a la mesa de la comida.

Una intensa mirada robó su atención. En el penthouse del edificio de enfrente, la morena miraba hacia su roof con mucha, pero mucha intensidad. Por segundos miraba hacia el piso de abajo y se imaginaba que estaba espiando a Yeji y Lía en su sala.

Su mirada la incomodaba, que la espiaran tan abiertamente era bastante, aún más cuando Somi se acercó a su mamá y recibió caricias en el cabello. Su vecina miraba la escena con mucho odio. El escalofrío que sintió me recorrió toda la espalda. Fue hasta su madre y se ocultó bajo sus brazos.

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