A ella no Daniel.

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ヽ(=^..^)ノ

Advertencia: 

El siguiente capítulo contiene escenas de violencia familiar.  Si usted es una persona sensible a este tema.  Se le invita amablemente a saltarse el capítulo y continuar con el siguiente.

 ~(^.˳̫̬.^ 彡)ノ 


Mientras una madre y su hija platicaban y se ponían al corriente, una bailarina contemporánea creaba una coreografía; era inspirador y desgarrador a la vez. La madre se dio cuenta, pero la hija, sólo contaba su día a día con tremenda emoción de que su mamá le diera tiempo y se interesara en ella y no en su tonto trabajo. 

Cuando su papá llegó, estaba preparándose para un nueva ola de indirectas, reclamos que terminarían en discusiones, su mamá encerrada en el baño, su papá saldría a beber y no regresaría hasta mañana después de su trabajo.

—Oh, estás aquí —Saludó mirando de soslayo a su esposa— ¿Qué haces despierta Chaeyoung?

—Lo siento papi, le contaba a mamá de mi banda.

—Y qué le contabas ¿Qué hay con tu banda?

—Yo, ahm — miró a su mamá con la clásica mirada de: Tú me respaldas, eh— quisiera pedirte permiso para que mi banda ensaye en el roof. Y que también dejes que el papá de Somi ensaye con su banda.

Bajó la mirada, estaba acostumbrada que el hombre le diera que no, a todo. Muchas veces lo escuchó borracho reclamarle a su madre que no era su hija, mientas que la otra protestaba afirmando que sí. 

—Vete a dormir, tengo que hablar con tu mamá

Sintió un cálido beso en su cabeza y la maravillosa sonrisa de su mamá afirmando que ella lo convencería. Les dio un beso a cada uno y se fue a su cuarto...

—Ya le di permiso que pueda ensayar con su banda acá, pero 

—Le pusiste los ojos al papá de Tonti y ahora te lo quieres follar mientras yo estoy trabajando, no.

—El león piensa que todos son de su condición. Salí temprano hoy y temprano son 4 horas después de que dieran salida los demás empleados. Hubiera salido antes, pero tuve que pasar a tu oficina a recoger tu trabajo atrasado del contrato de los nuevos distribuidores y tuve que entrar a tu sesión para ver si lo habías hecho siquiera. 

—¿Quién te da el derecho de entrar a mi computa/

—¿Quién más? la dueña de la empresa, tu jefa, la madre de tu hija registrada y tu esposa. Si vas a salir a follarte a la puta de tu secretaria, al menos hazlo después de terminar tu trabajo. Maldito parásito/

—Escuchame ...enferma. No vuelvas a entrar a mi ofici/

—El contrato necesitaba enviarse antes de las 5, eran las 5:15. no respondías el celular. ¿Que querías que hiciera Daniel? ¿Qué fuera al todos los moteles de paso tocando puerta por puerta vendo si mi marido podía dignarse a dejar de mojarla dentro de cualquier puta ofrecida y se dignase a trabajar?

—A mí no me vas a hablar así/

Chaeng sabía lo que venía, él golpearía a su mamá donde nadie más pudiera verlo. Tenía miedo, rezaba por que sólo la empujara como las últimas veces y se fuera a emborrachar. Pero un ruido sordo se escuchó caer, primero contra la pared y luego contra el suelo. No quería recibir golpes como la otra vez que intentó proteger a su mamá y ambas resultaron golpeadas. 

Pero sabía que si el hombre repartía su furia entre dos, le dolería menos a su mamá. Respiró profundo y salió a la sala.

—Pa-papi... tengo una pesadilla. ¿Me cu-cuentas un cu-cu-cuento?

Su papá estaba parado viendo a su mamá en el suelo respirando con dificultad. Cuando se giró para enfrentarla su nariz exhalaba con las fosas dilatadas. Fue tras ella, se encogió con miedo y sabiendo que los golpes la espalda duelen menos que en su estómago. 

—A ella no Daniel. A tu hija no la toques.

Esas palabras lograron detenerlo y giró amenazando a su mamá con la mirada. Respiró profundamente de nuevo y pasó junto a ella aventándola contra la pared y después desapareció por la puerta de la entrada. 

Se sobó el hombro y corrió a su mamá. Mirándola con miedo a tocarla y perder lastimarla.

—Mami...

—Estoy bien, Cariño. Estoy bien. 

Entonces rompió en llanto. Su mamá se levantó y la envolvió sus brazos. Se dejó mimar y luego fueron al cuarto de la menor, ambas se acostaron y durmieron juntas. 

Al día siguiente su mamá no estaba a su lado. Fue a su habitación y la encontró vacía, así que fue a desayunar y se encontró con su mamá tomando un café en la sala.

—¿Ya despertaste?

—Ho-hola, mami. ¿Cómo estás? ¿T-te duele algo?

—Oh, cariño, no te preocupes por mí, Son Jihyo nunca ha estado mal en su vida. ¿Te duele tu hombro?

—No mami, soy una Son. —Sonrió dándole ánimos a su mamá

—Sí que lo eres, frijolito, sí que lo eres. —Su mamá. La tomó por la cintura y la atrajo en un abrazo, recargando su cabeza en el pecho de su hija.— Ve a desayunar... voy a pasar un rato a tu escuela. Necesito hablar con la directora de... algo. Hoy te llevo. 

Le dio un beso en su cabello y luego la soltó para ir a prepararse cereal con leche.  Cuando se visitó, le mandó un mensaje a su Onni para avisarle que se iría con su mamá y no caminando para que no la esperara. 

Después se quedó pensando en la rutina que seguía: muy probablemente su abuelo la recogiera lo que resta de la semana y cambiaron el código de acceso, al parecer su padre no conocía su fecha de nacimiento porque aunque intentaba, nunca lograba dar con el código de acceso.

Dicho y hecho, a la semana se le pasó el enojo y regresó el código anterior, su papá entró como si nada, luego regresó a su carro y volvió con una bolsa llena de ropa sucia que botó en cuarto de lavado. Incluso volvieron a dormir en la misma cama. 

La rutina volvió a la normalidad.

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ヽ(=^..^)ノ ☆ Miau ☆ ~(^.˳̫̬.^ 彡)ノ

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Prrrfff Gracias. (^..^)ノ


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