Capítulo 73

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Lentamente abrí los ojos parpadeando para acostumbrarme a la luz que cruzaba las cortinas corridas de la habitación. Movi mis manos tocando algo suave que subía y bajaba despacio. Honey, acaricié su pelaje y luego quite mi mano.

Gire la cabeza encontrándome con el mejor de los paisajes, ese que ya veía en varias ocasiones al despertar y no me cansaría de ver nunca jamás.

Cómo siempre unos cabellos rebeldes cubrían facciones de su rostro, uno caía sobre sus párpados llegando hasta los lunares en su mejilla. Con cuidado lo retire tratando de que no se despertara.

Entre sueños soltó un suspiro provocando que su pecho desnudo suba y baje de manera más notaría, siempre terminaba con la cobija a la mitad del pecho cuando dormía.

Situe mi mirada en su perfecta nariz, en serio envidiaba su nariz. Además del cuarteto de lunares más notorios todo su cuerpo estaba cubierto de muchos más que tardaría horas o incluso un par de días en encontrarlos todos, seguro ni él mismo conocía el número exacto de sus lunares. Otro misterio que tenía que descubrir.

Movió la cabeza a la izquierda dejándome sin hermoso paisaje, en su lugar me mostró la parte detrás de su oreja donde estaba dibujada la "L". Había marcado su cuerpo en mi honor.

Los escenarios más locos de nosotros dos juntos pasaron por mi cabeza, la primera palabra que me dijo; la cual era en inglés y le salía muy graciosa ya que él aún no aprendía el idioma, el primer beso que nos dimos, cuando encontramos a Honey o cuando conocí a sus padres. La primera vez que lo hicimos y la última también, conocía sus puntos débiles y él sabía cómo me encanta mandar en nuestros momentos eróticos, era uno de mis secretos más oscuros que había descubierto al ganarse mi confianza.

Recordé la vez que lo encontré besandose con Laila en su departamento en Roma, esa tarde mi corazón se quebró, sentí la traición, me desmorone por primera vez en mi vida, caí y toque fondo. Pero meses después llegó Victoria como un ángel rubio de ojos azules y me saco de ese pozo oscuro.

Gracias mi querida Victoria.

Cuando nos volvimos a encontrar y lo conversamos, esa noche te sentí tan desprotegido mientras dormías en mi pecho luego de contarme todo. Te ayude y conocí a Laila y su versión de la historia, comprendí sus motivos y la perdone al igual que perdone a tu madre, esa mujer me había recibido como una hija más, toda tu familia lo hizo.

También estaba tu segunda familia que tenía un nombre, aunque para ustedes cuatro era como su tercer apellido "Måneskin", los ganadores de Eurovisión que todos recordaban y recordarían por siempre porque incendiaron el escenario con sus atuendos diferentes y instrumentos ruidosos que hacían no otra cosa que música. Agradecería por siempre que vuestra carrera musical haya crecido, porque ustedes son artistas apasionados a lo que hacen, aman componer es lo que les da vida y rezaría para que esto nunca acabe.

Måneskin tendría un lugar entre las mejores bandas de rock y de la música en general para siempre, ellos estaban componiendo historia con sus mejores instrumentos.

Y yo estaría ahí para presenciar que eso pase. Todavía no sabía si en ese entonces seguiremos juntos o no, pero sea como sea estaría ahí gritando sus canciones a todo pulmón entre vuestro público, bailando al ritmo del bajo convinado con la batería y simulando que tocó la guitarra en todos los solos.

—¿En qué piensas tan concentrada? —aquella voz me saco de mis fantacias

Note que traía una sonrisa en mis labios.

—Muchas cosas —respondi acercando mis labios a su entrecejo

—Amo cuando me besas ahí —confeso

Love Story [Ethan Torchio] -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora