Capitulo #8

1 0 0
                                    


No contesté el mensaje, no quería que Na Young notara nada extraño, cuando iba a apagar mi celular un nuevo mensaje entro a la bandeja.

"¿A qué juegas, Dulzura?

No te equivoques, tú eres mi ficha.

La próxima vez que nos veamos, será para un sí.
Kook."

—¿Es Kyung Ho? Mi celular se ha quedado sin batería —dijo. Negué con la cabeza. —He puesto a cargar el celular en tu sala. No importa, ¿verdad? —negué. —¿Y, quién es?

—Es Hoseok. Andreotti quiere verme mañana —se me estaba dando bien esto de mentir.

—¿Cómo vas con el libro? —preguntó Na Young, tendiéndome una taza con helado.

—Na, es más de media noche —dije mirando el helado de vainilla.

—Abrí la nevera y se me antojó —respondió mi amiga, sacándome la lengua. —Una vez al año, no hace daño.

—¿Te colocaste la inyección?

—Por supuesto, Jiminie, ahora no me cambies el tema. ¿Cómo vamos con "Entrelazados"? —Tengo que replantear el tema, no está saliendo como quiero.

—Muero por leer, Hoseok es un maldito con suerte —dijo antes de volver a escuchar la voz de mi perdición.

—Y para terminar este programa, quiero dejarlos con una canción en especial. No es de las que acostumbramos a colocar en este programa, pero uno de nuestros oyentes, quiere que Jimin escuche esta canción.

Giré mis ojos mirando hacia mi equipo, como si pudiera verlo a través de él.

¡Es más imbécil de lo que creía!

—Espero que hayan disfrutado este programa y, Dulzura, pocas veces se presentan segundas oportunidades... No la rechaces otra vez.

La música empezó a escucharse, afortunadamente Na Young no se percató de lo que dijo.

¡Gracias, helado de vainilla!

Conocía la canción...

¿Por qué me dedicaba esa canción a mí?

—Me gusta ese artista —dijo Na Young. Era The Weeknd. —Aunque sus canciones son tan tristes y melancólicas.

—¿Tristes? Tiene una donde dice "meteré mi polla hasta tu garganta" —rebatí. —¡Es vulgar y obsceno!

—No, es triste. Habla de la soledad, sexo, drogas, desde un punto de vista tan prosaico que pareciera decir puras banalidades, pero... Para muchas personas, es la vida misma.

—Amiga, esto no resiste análisis, es muy simple, el chico de la canción quiere sexo y se inventa una historia emotiva para obtenerlo, aunque después se sienta vacío... Cosa fundamental para seguir teniendo sexo sin compromiso. Manipulación sexual, nada más que manipulación sexual.

—¡Qué certero y cínico análisis! Si no te conociera diría que un chico como ese, te está persiguiendo —dijo Na Young.

—¡Qué! ¿A mí? ¡Estás loca! —dije completamente nervioso, ante la mirada entrecerrada de mi mejor amiga. —Solo digo lo obvio —me comí tres cucharadas de helado negando con la cabeza cuando se me congelo el cerebro, mientras Na Young se destornillaba de la risa a mi lado.

Zanjado el tema. O eso creía.

—Si tú anduvieras en algo raro, yo lo sabría, ¿verdad? —preguntó Na Young lamiendo su cuchara, y echándome una mirada entre inquisidora y pícara.

𝑵𝒊𝒏𝒆𝒕𝒚 𝒅𝒂𝒚𝒔 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora