Mi amigo, giraba en círculos en el pequeño espacio que quedaba entre el sofá y la mesa, con una mano se tomaba la nuca y con la otra, empuñada, se daba pequeños golpecitos contra la boca.
—¡Cálmate, hombre! —dije, sus ojos se encontraron con los míos, había tanta rabia, dolor y decepción en ellos. —¿No entiendo qué te pasa?
—¿Qué no entiendes? ¡Ay, Park Jimin, ya no te queda el papel de inocente! Yo te presenté a un asesor para tu libro, no a un...
—¡Hoseok!
—¡Demonios, Jimin! Tú no puedes caer en las garras de ese maldito psicópata sexual. Tragué el nudo de mi garganta.
—Jungkook es mi novio y yo...
—¿De verdad eres su novio? No me hagas reír.
—Lo soy, no es un juego —dije mirándolo fijamente, rogando a mis ancestros para que él se creyese la mentira del año.
—¡Es Jeon! —gritó Hoseok, pasándose la mano por los cabellos. —¡Conozco ese hombre hace más de diez años! Soy su compañero de juergas ¡Qué mierda tienes en la puta cabeza!
—¡No puedes hablarme así!
—¡Claro que puedo! Jungkook nunca ha tenido una relación seria, su vida se basa en tirarse una persona diferente cada noche y en programar quién será la siguiente —Hoseok me tomó de la mano y me sentó a su lado, en el sofá. —¡Jiminie! Es un follador profesional. Él no ve personas, solo culos y te aseguro que a ti no te ve diferente.
Aunque ya no gritaba y solo ponía énfasis, sus palabras fueron igualmente dolorosas porque las sentí como un puño directo a mi estómago.
—Me estás ofendiendo.
—Nunca va a tomarte en serio.
—No voy a discutir mi vida amorosa contigo —me puse de pie.
—Es que, no entiendo —dijo Hoseok mirándome de arriba abajo. —Tú no eres de su tipo.
Si no estaba tirado en el suelo y noqueado, ese era mi golpe final. Pero, soy Park Jimin y resisto los golpes arteros de un Editor pasado a enemigo.
—¿Por qué? —sentía la bilis quemar mi garganta. —Porque no soy atractivo. Porque no uso ropa de marca y manejo un coche del año. ¿Por qué?
—¡No!
—¿O intentas decirme que soy tan poquita cosa que Jungkook no puede fijarse en mí?
—¡Demonios, no es eso! —Hoseok, estaba otra vez gritando. —¡¿Hace cuánto que lo conoces?! No tienes más de un mes de haberlo visto y resulta que, ¿eres su novio y dejas que te folle con ropa en tu cocina, sin importarte que Taehyung o yo estuviésemos aquí?
—¡No te importa! No tengo por qué darte explicaciones.
Se puso de pie.
—A menos que... —Hoseok me miró inquisidoramente y me apuntó con el dedo. —A menos que seas su "puta" de turno.
Jimin... No lo permitas.
¡Claro que no! Hoseok podía ser mi amigo, un casi hermano para mí, pero en ese momento me ofendía y maltrataba... ¡Y no se lo iba a tolerar!
Durante años soporté las imposiciones de mi abuelo, ahora, tenía veintidós años, podía hacer lo que me diera la regalada gana, con quién me diese la regalada gana, aunque ese fuese el cabrón más grande de toda la ciudad.
—Sal de mi casa, Hoseok —mi cara era impávida.
Quería a Hoseok, había sido mi sostén después de lo que había pasado con Myung Soo; mi único
contacto además de Kyung Ho.

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𝑵𝒊𝒏𝒆𝒕𝒚 𝒅𝒂𝒚𝒔
Novela JuvenilPark Jimin es un escritor joven de género romance, pero la editorial le exige un libro erotico. Ahora tiene que escribir sobre lujuria, pero su experiencia es mínima. La única persona que lo puede ayudar también es su mayor dolor de cabeza. Jeon J...