Mi cuerpo se sentía emocionado.¿Tan feliz me siento después de tres semanas sin verlo?
Jungkook repasó con las manos sus cabellos, antes de sonreír y empezar a hablar.
—Es grato para mí encontrarme con ustedes aquí, cuando mi madre empezó con sus problemas de concepción, mi padre, como científico que era, se dedicó a la ardua tarea de investigar. Él, con la ayuda de Il Yoon, fecundaron el primer óvulo de esta institución —Jungkook miró a Il Yoon. —Señores, están frente al primer gran proyecto de esta fundación —adquirió una pose sensual y levantó su barbilla antes de dar al público una sonrisa pícara guiñando un ojo de manera sexy.
Las mujeres aplaudían y algunas se atrevieron a decir algunas frases acerca de lo sexy que les había resultado el proyecto.
—"New Life" le ha dado alegrías a más de mil parejas a través de estos treinta años de funcionamiento, con orgullo les digo, que hace unos días hemos ayudado a nuestra pareja número nueve mil quinientos en sus problemas de concepción y hemos traído al mundo a la bella princesa Yoona.
No pude seguir escuchando lo que decía, cada una de mis neuronas estaba trancada en los movimientos de ese hombre, la forma en cómo sus labios se movían o cómo su nariz se dilataba en cada respiración. Tenía el micrófono sujeto fuertemente y sus ojos se encontraban con los míos en ocasiones, incitándome, poseyéndome, marcándome con el fuego que habitaba en su mirada. Me sentía cohibido, desnudo, mi respiración era anormal y recordé por qué lo había bloqueado totalmente de mi mente.
Jungkook rió tontamente, mostrando sus relucientes dientes antes de pasarle el micrófono a Il Yoon con una mirada fiera y el cuerpo tensionado, quizás otros no lograrían percibirlo pero yo, sí.
Il Yoon habló sobre la importancia de incrementar los aportes a la Fundación para la Investigación de la Reproducción Humana Asistida y no sé qué cosas más. Si mientras Jungkook hablaba no había escuchado nada, con Il Yoon menos lo hacía. Mi mirada lo buscaba, me enfoqué en la barra de bebidas y allí estaba, lo acompañaba una pelinegra despampanante. Estaba sentado en un taburete, la chica estaba de pie y él la tomaba de las manos. Vi el infierno abriéndose delante de mí.¡Ese maldito idiota!
Como si lo hubiese invocado, me miró fijamente y levantó la copa a modo de saludo. Yo le...
¿Sonreí?
Quería irme, pero si de algo estaba seguro, era que si me iba, Jungkook tomaría esa acción como una huida y pensaría que él aún tenía ese poder extraño sobre mí. No soy bipolar ni un coqueto del carajo, soy un hombre adulto que no deja que otros decidan sobre su vida, amparado por ese pensamiento, me quedé, y me dispuse a disfrutar la fiesta.
¿Por qué no divertirse?
Rápidamente, busqué a Hoseok, si armó todo esto para que yo aceptase la ayuda de Jungkook, lo conversaría después, por ahora, le sonreí y le di un abrazo.
—¿Ya no estás enojado?
—El tonto fui yo, no relacioné nada con él —le eché una mirada desafiante al maldito. Mi amigo me dio un beso en la mejilla, y yo lo abracé.
¿Por qué no? Yo tenía a Hoseok y él tenía a su... ¡Lo que sea!
Durante el resto de la noche sentí su mirada como la de un halcón que vigila a su presa, me clavaba sus ojos negros y gatunos en cada paso que daba. Misteriosamente, no me incomodaba. Bailé con Hoseok, Na Young y hasta con Mark. Bebí un par de copas más, creo que fue por despechado, porque el cabrón no hacía más que lucirse con la Miss "no sé de dónde" perfecta.

ESTÁS LEYENDO
𝑵𝒊𝒏𝒆𝒕𝒚 𝒅𝒂𝒚𝒔
Подростковая литератураPark Jimin es un escritor joven de género romance, pero la editorial le exige un libro erotico. Ahora tiene que escribir sobre lujuria, pero su experiencia es mínima. La única persona que lo puede ayudar también es su mayor dolor de cabeza. Jeon J...