Como la última vez, terminó el beso suavemente y me separó de su cuerpo. Su mirada se encontró
con la mía y repasó mi cuerpo, solo llevaba puesto mi short de franelilla y mi camiseta sin mangas. Podía sentir mi cuerpo reaccionar ante su atenta mirada.—Ve a vestirte —murmuró Jungkook suavemente, dejando un último beso en mis labios. —
Empezaremos las clases.—¿Hoy? —pregunté como idiota, Jungkook se veía mucho más repuesto que la última vez que lo vi.
Tenía un traje de tres piezas que se ajustaba perfectamente a su cuerpo, se había quitado la corbata y traía el chalequillo abierto. Su cabello negro como la misma noche estaba despeinado, haciéndome notar que había pasado sus manos innumerables veces por él.
—No sabes lo que me provoca que me observes así —dijo Jungkook con voz burlona y sarcástica. — ¿El inventario está completo? Y antes de que preguntes, no, no he estado con nadie en la última semana —me dio una sonrisa torcida y gemí internamente.
—Ve a cambiarte de ropa, antes que me arrepienta y empecemos la primera clase aquí.
Salí de mi pequeño aturdimiento con la suave palmada que dio en mi nalga izquierda.
—¿Nuestra primera clase? Ya sé que no estaba en el decálogo Señor Jeon pero, ¿no deberías
haberme avisado?—¿Y quitarle la diversión a este asunto? No, Dulzura —odiaba cuando me decía Dulzura porque sé que lo dice para burlarse. —Ve, cámbiate de ropa y
acompáñame a cenar, vamos a hacer la inauguración de la escuela del sexo, comeremos rico y brindaremos. Y ya te dije, ¡llámame Kook!—Kook.
—Correcto —Jungkook me miró con simpatía. —Soy una persona cordial y, solo es una cena.
Sí, era cordial, encantador, simpático, inteligente, sexy y guapo. ¡Una ofensa para las demás personas! Un Dios del Olimpo codeándose con los humanos. Pero nunca lo admitiría en público.
Jimin, ¿estás bien?
—Entonces, pido una pizza y brindamos con Pepsi Cola.
—Cena Jimin... Fuera de tu lindo apartamento.
—¿Piensas que mi departamento es lindo? —dije sonriendo.
Yo también puedo tomarte el pelo, cariño.
—Ve a vestirte o yo mismo empezaré a quitarte la ropa —Jungkook se acercó a mí. —Vamos a estar tres meses juntos, y quiero comenzarlo con estilo —dijo con voz baja.
—¿Qué te pasa? ¡Yo tengo estilo!
—¿Pizza y Pepsi? ¡Eso nunca! Vamos, vístete.
—Yo diría que estás irrespetando el punto seis —mis ganas de divertirme esta noche estaban puestas en permanecer echado en el sofá mientras veía una repetición del último episodio de mi serie policíaca favorita.
Jungkook caminó hasta sentarse en el sofá, cruzando sus piernas y mirándome de frente manteniendo su sonrisita ladeada.
—No quiero intervenir en tu vida privada, es una maldita cena en un restaurante donde no venden
pizza. ¡Joder! Si no tuvieran código de ropa, nada de jeans y camiseta, te arrastraría así, como estás vestido —Jungkook le restó importancia a mi imagen de joven dueño de casa. —El reloj corre, tienes veinte minutos para arreglarte, tenemos una reserva a las 19:00 y ya falta poco.Bufé resignado, antes de guardar los cambios en el computador y apagarlo.
¡Cabrón!
—Ya vuelvo...
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𝑵𝒊𝒏𝒆𝒕𝒚 𝒅𝒂𝒚𝒔
Teen FictionPark Jimin es un escritor joven de género romance, pero la editorial le exige un libro erotico. Ahora tiene que escribir sobre lujuria, pero su experiencia es mínima. La única persona que lo puede ayudar también es su mayor dolor de cabeza. Jeon J...