Desperté más cómoda de lo común, estaba muy relajada y no tenía ganas de moverme. Sentí una cálida y serena respiración en mi cuello y algo rodeaba mi cintura, giré lentamente mi cabeza como el exorcista y vi a un James tranquilamente dormido, se veía... Adorable. ¿Qué hace él aquí? Reaccioné y me levanté de golpe.
-¡James! -grité alarmada, en diez minutos deberíamos estar saliendo por la puerta para llegar a tiempo a clases.
-¿Qué pasa? -susurró con los ojos aún cerrados.
-Debemos ir a la escuela, es Viernes, ya despierta.
-¿Qué hora es?. -abrió sus ojos lentamente, se encontró con los míos y sonrió. Tomé mi celular y vi la hora... Ups.
-Cinco veintitrés de la mañana... -dije tapando mi rostro sintiéndome una estúpida.
-¿Para eso me despertaste?, tengo sueño, mejor ven y vuelve a dormir. -dijo y yo sonreí.
Fui y me acosté al lado de James, no pude volver a dormir en un largo tiempo y comencé a recordar lo que había sucedido anoche o mejor dicho, hace unas horas.
Recordé que James me había besado, lo había visto llorar y luego despierto con el abrazado a mi. Reí al recordar eso. Creí que eso había sucedido demasiado rápido, James estaba haciendo que todo sucediera así y era bastante raro.
-¿De qué te ríes? -preguntó acercándose a mi.
-Nada. -sonreí y me volteé para poder mirarlo.
-Volvamos a dormir. -dijo susurrando, me dio un pequeño beso en mi cabeza y luego me abrazó, no me quejé, tenía frío y estaba cómoda así.
-Princesa... Despierta. -susurró James y comenzó a repartir miles de besitos por toda mi cara, abrí los ojos y no estaba en mi habitación, parecía la habitación de un hotel.
Me senté en la cama y James sin que yo lo viera venir, tomó mi cintura y me acercó a él, luego me beso, yo caí de espaldas y James estaba sobre mi besando mis labios desesperadamente, tomó mi camiseta y la comenzó a sacar, bajó desde mis labios esparciendo besos por todo mi cuello.
Sentí como alguien me movía lentamente.
-Emy... Emy ya despierta... ¡Emily!. -abrí mis ojos y vi a James... Esperen... ¿Estaba soñando?, sí, estaba soñando.
-H-hola. -dije en un susurro, aún no despertaba bien. James sonrió.
En eso tocaron la puerta y un Evan muy ebrio entró tambaleándose para todos lados, hasta que cayó al suelo.
-Y-yo... Hola chicos... ¿Qué hace James aquí?... -habló con voz ronca, estaba borracho.
-¿Por qué estás llegando a esta hora?, debemos ir a la escuela, pero tu en este estado no podrás. -dije mirando como contaba lo que sea que estuviera imaginando en el aire.
-James... T-tu te qui-quieres acostar con mi hermana... Yo lo sé. -ignoró mis palabras y dijo esa estupidez, estaba hablando como un idiota, claro, estaba borracho.
-Evan, es mejor que te vayas a dormir, si mamá te viera así ya estarías en problemas. -No expliqué cuándo mi madre se fue. Bueno, se fue a su viaje de negocios el día en que era mi primer día de clases, cuando conocí a James, cuando llegué ese día a casa ella ya se había ido. Ahora volvamos al presente.
James estaba ahí sin decir ni una sola palabra.
Nos levantamos y yo fui al baño de mi habitación mientras James iba al de abajo.
Bajé del auto de Evan el cual tuvo que conducir James para llegar a la escuela, caminamos rápidamente a la entrada y estaba todo vacío, habíamos llegado tarde. Teníamos clases juntos y caminamos en silencio hacia la sala de clases, James golpeó la puerta tres veces y a los segundos nuestra profesora de química nos abrió.
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Hasta que la apuesta nos separe.
Novela JuvenilJames Ross tiene un objetivo, conquistar a Emily Jones. ¿Lo logrará?.