-Oh dios, hueles a alcohol -intenté alejarlo.
-¿Si?, pero ni siquiera he bebido -cayó a mi lado.
-Claro -mire él techo de la tienda de campaña pero sentí su mirada -¿Por que me miras tanto?.
-Porque eres preciosa -me miro y acarició mi mejilla.
-Claro, ¡estas borracho! -exclamé.
-¿Y? -comenzó a levantarse.
-No estas consciente.
-No, pero mañana lo estaré y seguiré pensando que eres preciosa -me miro.
Seguidamente haciendo él intento de salir de una forma cool como todo un galán, tropezó y cayó.
-¿Estas bien? -me asome hacia afuera.
-De maravilla -levantó su pulgar con la cara en el suelo.
-Okay -entre y me acosté.
-No era enserio -susurró.
-Déjame dormir -dije de la misma forma y mis ojos comenzaron a cerrarse.
¿No les ha pasado eso de no poder dormir por estar pensando en una persona?, bueno, eso me pasa en este momento.
Y al decir eso seguramente has comenzado a pensar en esa persona especial.
Almohadazos llegaron a mi cara, uno, dos, tres, cuatro, quien sea que esta haciendo esto se arrepentirá.
Abrí un ojo con dificultad para ver a Evan.
-Emy del mal, ¡Te odio! -Evan seguía golpeando mi cara.
-El sentimiento es mutuo -cerré el ojo que había abierto y cubrí mi cabeza con las frazadas.
-¡¿Sabes quien me despertó y vio mi cara pintada como prostituta?! -exclamó la proti... Digo, Evan.
-¿Quien? -reí sentándome.
-¡April! -exclamó susurrando.
-Ah -volví a taparme.
-¿No dirás nada?, ¿Ni una disculpa? -se paró en la entrada de mi tienda de campaña.
-Lo siento por herir tu dignidad frente a la chica que te gusta, ahora vete -hice un gesto con la mano hacia afuera.
Evan se tenso, y fruncio el ceño-April no me gusta, es solo que, ¡Me tomó una foto!.
-No es mi problema.
-Que irritante estas -rodó los ojos y comenzó a alejarse.
Yo tomé mi celular y para ver a hora.
-¡Evan Jones, ven acá! -grite y él camino hacia donde anteriormente estaba.
-¿Uh? -rascó la parte posterior de su cabeza.
-¿Ya viste la hora?, ¡Son las siete de la mañana! -levante mis brazos y los deje caer.
-Todos están levantados ya -carcajeó.
-¡En que clase de mundo estamos señor Jesús! -exclamé levantando mis brazos.
-Ya callate -rió- Y levantate, floja.
-No, tu no me mandas -cruce mis brazos.
Rodó sus ojos y salio de mi tienda de campaña.
Minutos después de bostezar y estirarme, decidí levantarme con mucha pereza.
Lo primero que vi al salir fue a April riendo junto a Brooke en un troco.
Ambas estaban vestidas similarmente, ambas llevaban shorts, y playeras.
Pero, algo que me molesto fue ver a Brooke con una de las playeras que yo había regalado a April para su cumpleaños.
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Hasta que la apuesta nos separe.
Novela JuvenilJames Ross tiene un objetivo, conquistar a Emily Jones. ¿Lo logrará?.