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Sacudió suavemente su copa de vino, estaba perfecto, realmente debía existir desde hace más de una década. Por ser el duque siempre recibiría lo mejor.

No es un familiar directo de la familia imperial, pero podría decirse que es un... compañero cercano, si es que se le puede llamar compañero, una palabra tan pura entre esa relación llena de tragedias que los carga en la espalda. Hades le dio un sorbo a su vino, observando la ventana.

Perséfone está dormida, profundamente y se ve hermosa como siempre, no puede evitar admirarla con todo el cariño que siente en su pecho, su corazón es totalmente suyo, no sabe dónde guardar todo el amor que le tiene así que constantemente se lo demuestra, son pequeños detalles.

Se levanta de su silla, camina hacia la puerta y deja atrás el frío de la noche mientras sale y empieza a caminar por los pasillos hacia el este de la mansión, los sirvientes ya no estaban alrededor, algunos guardias cuidaban los pasillos y lo saludaron educadamente con una reverencia, Hades con su rostro inexpresivo los miraba y eso era suficiente.

Entonces llegó a la habitación de su heredero.

Dudó en abrir la puerta, pero qué más daba, Kim Dokja debía estar durmiendo así que jamás se enteraría que lo visitó: grande fue su sorpresa cuando, en realidad la habitación estaba intacta, no había nada que diera a entender que el chico seguía allí, su habitación era realmente grande, pero a pesar de eso, Dokja no estaba en ningún lado.

¿Quién era la última persona que había estado junto a Dokja?

Dokja no tenía guardias personales, pero tiene a Youngki, su sirvienta personal.

Hades corrió hasta las habitaciones de los sirvientes, que quedaban lo más abajo de la mansión, bajó las escaleras casi desesperado, su corazón latía desenfrenado.

"¡Youngki! ¿Dokja durmió hoy en su habitación?" Fue lo primero que dijo cuando la encontró.

La muchacha estaba desconcertada, parpadeando para despertarse e inclinó un poco su cabeza dudosa.

"Sí, maestro. El príncipe heredero vino a visitarlo y durmieron juntos."

Claro. El príncipe heredero.

Mordió el interior de su mejilla, algo de ese chico no le daba buena espina y ahora lo confirmaba.

"Kim Dokja no está en su habitación, Youngki. Escaparon" su mandíbula se tensó al terminar, estaba muy enojado.

La chica abrió sus ojos sorprendida, sin poder creerlo.

"¡Hoy es el festival de las constelaciones, maestro! Tal vez... el joven maestro fue a verlo" dijo ella nerviosa, claro, esto le iba a costar un recorte de su sueldo.

Hades simplemente se levantó, sus iris eran un incendio, se notaba el fuego del enojo en ellos, pero Hades solo se volteó sin hablarle de vuelta para una respuesta, mientras caminaba hacia la puerta dijo: "Despierta a Perséfone y dile que su hijo no está, tiene el derecho de mandar caballeros si ella así desea. Me iré a dormir"

Youngki asintió y salió corriendo luego para avisar a la dama. Hades observó su mano, temblaba y ardía, la cerró en un puño y maldijo por lo bajo al maldito príncipe heredero.

Ya no tenía sueño. Hades simplemente subió hasta su oficina y se encerró ahí, aún tenía mucho papeleo que terminar.


* * *


Por su parte, Kim Dokja estaba disfrutando el festival al máximo.

Una forma de protegerse del emperador [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora