Una forma de protegerse del emperador [EDITANDO]

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No era tan molesto.

Considerando que ahora por lo menos tenía comida. Pero sin el riguroso entrenamiento al que estaba acostumbrado, sentía una falta de vitalidad y energía. No sabía con certeza cuánto tiempo había transcurrido desde su captura, pero calculaba que al menos habían pasado dos semanas en ese lugar.

Le había crecido la barba incluso, y aún tenía el parche en su ojo.

Y tenía la leve intuición de que, la persona tras el traje de soldado era la misma cada vez.

Estaba seguro de que esa persona era alguien que él conocía. Le hervía la sangre de solo pensarlo.

Pero la forma en la siempre volteaba a darle una última mirada antes de irse. O cómo se rehusaba a hablar.

Cualquiera con remordimiento real hacia el príncipe heredero se hubiera burlado, con lo estúpidos que son los nobles que se creen superiores en este tipo de planes.

¿Cómo podría averiguar quién era esa persona?

"¿En serio te parece importante eso? Necesitamos encontrar la forma de salir de acá", se quejó Heewon.

"Yo creo que puede ser importante, podría ser un traidor entre nosotros..." murmuró Hyunsung.

Joonghyuk no respondió.

Parecía que ese soldado tenía algo con pasar a verlos en las noches. O pasar a verlo.

Era incómodo, el hecho de que Joonghyuk había desarrollado alguna forma de insomnio, y a diferencia de sus compañeros, él ya no podía ni siquiera pegar un ojo.

Fue en una de esas noches de insomnio, que escuchó los pasos de alguien, cerró los ojos, fingiendo que estaba dormido.

No podía ver nada, pero en ese momento intentó poner atención con todos sus sentidos, estaba demasiado débil como para intentar usar la magia.

El soldado tomó su mano.

Pronto se dio cuenta, que el toque no era frío como el de alguien que lo tocaba con una mano envuelta en metal, era un toque cariñoso y cálido. Un toque no había sentido en mucho tiempo.

Y su corazón se apretó con fuerza.

Quiso negarlo.

No podía ser verdad, él en serio no quería que esto fuera verdad.

Porque entonces todo por lo que él había luchado en esta vida era mentira, y él tendría que volver a morir para seguir buscando su final en otra vida.

No ayudó que, la otra persona lo acariciara tan suavemente, como si no lo hubiera traicionado. Su pulgar recorrió la palma de la mano de Joonghyuk. Y luego se apartó.

Escuchó a la armadura moverse, y luego escuchó los pasos marchándose. Cada vez se hicieron más suaves, hasta que dejaron de sonar.

"Es Kim Dokja" les dijo a sus compañeros.

Y por el jadeo sorprendido en una de las mazmorras, al parecer ellos también habían presenciado todo.

* * *

Ya ni siquiera sabía que pensar.

Hace días dejó de comer.

¿Cuál era el sentido? Si ahora no había razón para volver al imperio. Todo por lo que alguna vez había querido luchar, estaba traicionándolo.

Intentó pensar que todo podía ser mentira. Recordó lo que había averiguado antes de llegar allá. Kim Dokja era un buen envase para la magia demoniaca, él...

Él simplemente lo había traicionado.

Y ni siquiera las múltiples excusas que su cabeza pudiera generar serían suficientes para desestimar ese argumento.

Heewon había dejado de hablar a la defensiva hace algunos días.

Hyunsung aún intentaba maneras de escapar, recitando cosas que les enseñaron en clases como si se las hubiera aprendido de memoria.

¿Quién eres ahora?

Pensó. Quería preguntárselo a Kim Dokja.

¿En algún momento lo conoció realmente?

Una pequeña pregunta se cruzó por su mente. Y si simplemente existía la posibilidad, era razón suficiente para destrozarlo por completo.

Pero.

Si Kim Dokja que estuvo en comunicaciones con la segunda reina, en algún momento, planeó esto.

Entonces, él ya no tendría ninguna razón para seguir.

"Deja de lamentarte a ti mismo, idiota" se quejó Heewon.

Solo hablaban cuando él no estaba cerca.

"¿Y si la situación en el imperio es peor de lo que pensaste?" Preguntó ella, era algo probable.

¿Pero qué tan probable?

Su cabeza era un jodido lío de pensamientos.

Por primera vez en días, Yoo Joonghyuk tuvo un buen sueño.

Irónicamente, él estaba ahí, en la mazmorra. Pero no estaba encadenado. Él podía moverse con libertad.

Se preguntó cuál era la razón de esto, y si era un sueño, entonces él podría hacer lo que él quisiera. Intentó desaparecer las rejas, no lo logró.

¿Entonces, él no podía controlarlo?

Por el mismo camino, ahí donde siempre entraba Kim Dokja con esa armadura que lo cubría completamente, apareció una mujer.

Era rubia, realmente bella. Parecía bañada en luz y era deslumbrante. Era la mujer más hermosa que él hubiera visto en su vida.

Tardó en reconocerla. La mujer no habló, solo lo miró divertida, y le señaló una parte de su celda. Detrás de él. Ella parecía tan emocionada, ¿Qué está mal con ella?

Unas llaves. Estaban ahí.

Ella no hablaba, Joonghyuk tampoco.

Con sus brazos lo rodeó con fuerza, se sintió tan cálido, jamás lo habían abrazado de esa forma. Pero pronto se dio cuenta de que, había vuelto del sueño.

Buscó lo que vio en el sueño. Tenía el presentimiento de que fue una ayuda de la diosa.

Las encontró.

Eran muchas más que en el sueño. Abrió con ellas sus cadenas y se soltó, lo mismo con las rejas.

"Despierten. Hoy nos iremos de acá"

"¡Wow! ¿Cómo encontró eso, su majestad?" Preguntó Hyunsung embelesado.

"La diosa" murmuró.

Heewon solo se carcajeó como si fuera un buen chiste. Al momento de estar los tres libres, fue incómodo.

Primero porque, sus extremidades no eran las mejores después de semanas sin movimiento, y segundo porque era jodidamente incómodo verse entre ellos con ese aspecto.

"Te creció la barba" murmuró ella, con una mirada juguetona.

El príncipe rodó los ojos.

Estaban intentando salir de la mazmorra, pero claramente no había otra solución más que salir por la puerta.

¿Estará esta custodiada?

Mientras se adentraban en las sombras de la mazmorra, Yoo Joonghyuk se repetía a sí mismo una y otra vez que no podía permitirse ser arrastrado por las emociones. Pero no descansaría hasta encontrar respuestas y descubrir la verdadera naturaleza de la traición de Kim Dokja.

Caminaron a pasos lentos. Y cuando llegaron arriba, se dieron que cuenta que, en realidad, no había nadie custodiando la mazmorra.

"¿Dónde estamos?" Preguntó lentamente Heewon.

"Creo que en el ducado Kim"

Yoo Joonghyuk realmente no sabe qué dolió más.