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Incluso si lo intentara, no entendía qué estaba sucediendo.

El hombre frente a ella... Por alguna razón, sentía conocerlo. Él solo la observó con ojos aburridos.

Varias cosas llegaron a su cabeza, fue como si la golpearan repetidamente y en un segundo todo se calmó. Nirvana Moebius.

"Tú no eres un humano"

El hombre sonrió ¿Era realmente un hombre? No, no era. Nirvana no era nada y al mismo tiempo lo era todo. Si Anna Croft pudiera verse a sí misma, sabría que no está en un sueño, el mismo fenómeno que ha estado investigando está justo en frente de ella.

'Infección de pensamiento', eso era lo que ella estaba enfrentando en ese momento. Era doloroso, todos sus escudos fueron traspasados sin piedad, como si fuera un bebé que nunca ha reforzado su mente, evitó las trampas mentales con habilidad y la miraba bajo el hombro.

"Eso es lo que se siente infección de pensamiento. Nadie ha podido salvarse"

Su ojo brillaba en rojo. Nirvana la miró y sonrió. Nuevamente, ella no podía ver nada, entonces... ¿Tenía algo que ver con Kim Dokja?

Tiene que decirle a Yoo Joonghyuk, tiene que salir de acá.

"Te haré el favor, creo que ya adivinaste."


* * *


Caminar lado a lado en el mercado era realmente cómodo. Yoo Joonghyuk miró de reojo a su acompañante, Kim Dokja estaba pintado en rojo. ¿No había sido él quien pidió este encuentro?

"¿Qué desea comprar, Duque?" Preguntó suavemente, casi luciendo indiferente a la situación.

"En realidad... ¿Podría acompañarme por un café? Hay algo que necesito hablar con usted."

Fue raro, pero Yoo Joonghyuk asintió, más tiempo con Kim Dokja nunca podría ser rechazado. Caminaron lentamente, aunque el príncipe simplemente le seguía el paso, sus brazos se rozaban de vez en cuando. El duque quiso morirse de la vergüenza.

La tienda a la que se dirigían era manejada por Sun Wukong, así que era lo suficientemente privada como para que pudieran tener una conversación. A penas entraron, un chico que había crecido demasiado en los últimos meses llegó a saludar, cuando observó al príncipe sus ojos se abrieron de par en par, él reconocía a esa persona sin importar que estuviera tapando su rostro.

Pero Kim Dokja no dijo nada, así que él tampoco habló más allá de saludar. Yoo Joonghyuk le devolvió el saludo cautelosamente.

Tan cotidianamente que hizo dudar al duque.

Finalmente, en la habitación a solas, ambos sentados en frente del otro. Kim Dokja apoyó sus puños en la mesa, buscando las fuerzas para decir lo que quería.

"No te esfuerces"

Algo en su pecho burbujeó, todo le gritaba que reaccionara.

Todo empezó después de su conversación con Yoo Sangah, su mundo se había vuelto hacia abajo.

No recordaba con claridad muchas cosas, pero recordaba muy vagamente sucesos importantes en su vida, desde su infancia, la academia e incluso después de finalizar esta, todo era demasiado confuso. Su mente captaba las incompatibilidades, pero no sabía cómo proceder. Era un baúl con candado lanzado en el océano, su voluntad estaba perdida en lo profundo de la marea.

Conocerlo por la visita para obtener información para la reina fue como si el baúl de sus recuerdos estuviera siendo empujado por alguna fuerza extraña hacia la superficie. Mirarlo causaba estragos en su pecho y quería llorar porque no sabía todo lo que significaba el cómo se sentía.

Una forma de protegerse del emperador [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora