"¡Yoo Jonghyuk!" Lo llamó la voz chillona de Dokja, rápidamente volteó el príncipe.
La sonrisa que adornaba su rostro era hermosa, parecía un chico lleno de vida, sin embargo, llevaba un libro en sus brazos acerca de magia oscura. Jonghyuk había estado practicando con la espada, estaba cansado, pero siempre habría espacio para Dokja.
"¿Hm?"
No había necesidad de hablar, sabía que Dokja lo entendería, y así lo hizo.
"¡Encontré este libro en la biblioteca real! ¡Tienes que prestármelo! Vamos" lo jaló de la mano.
Lo hizo recorrer todo el palacio en busca de un espacio tranquilo para leer, las criadas que pasaban junto a ellos los saludaban felizmente y Dokja respondía por él como siempre. Algunos guardias les recordaron no correr en los pasillos, pero no importaba, sus manos estaban entrelazadas y eso aumentaba los latidos de ambos, así que, creían que lo que deberían hacer es correr hasta su escondite para luego ahí reírse a carcajadas por horas.
Kim Dokja se sentó en el suelo, ignorando que tal vez lo hizo demasiado fuerte y el chico menor lo regañó por eso.
"Magia oscura, mira, Jonghyuk" Dokja abrió el libro exactamente en la página donde había dejado su pluma, mostrándole un tema interesante.
"Encantamientos y otras cosas" leyó Jonghyuk en voz alta, "El conocimiento del mundo de la magia es limitado por la Academia, sin embargo, es crucial para todo aprendiz de la magia conocer los distintos encantamientos y hechizos capaces de hacerse con magia, unos más importantes que otros: los hechizos siniestros o que infrinjan las leyes mágicas llevarán consigo un castigo..."
"¡Mamá me contó algo de eso!" Interrumpió Dokja, Jonghyuk lo observó interesado, "Ella dijo, que cada castigo es personal, si yo hago un encantamiento en contra de alguien y tú haces uno, el castigo nunca será igual, pero hay 3 tipos de castigos, mira está en la siguiente hoja" el pequeño joven maestro duque cambió de página, mientras Jonghyuk solo observaba el interés de este en todo esto.
"El castigo de la vida, el castigo del alma y... ¿el castigo sin conocer?"
En grande estaban divididos los castigos, era una sorpresa para el príncipe heredero como se suponía que eran aleatorios. Todo lo que se explicaba era que ningún mago debería atreverse a jugar con las leyes si quería salir ileso, porque todos tenían mucho que perder.
"¿Crees que alguien haya usado estos encantamientos?"
"Por algo hay información acerca dé, Dokja" se burló suavemente Yoo Jonghyuk, el menor rodó los ojos.
"No me imaginó la situación en la que debieron estar para tener que acudir a usar esto" murmuró, inclinándose a Jonghyuk, su cabeza recostada en el hombro del otro chico demasiado cómodos juntos.
"¿Por qué te interesa tanto el tema?"
"Porque nunca se sabe cuándo nos puede ser útil ¡La magia negra no es tan mala como la hacen creer! es realmente útil, me gustaría especializarme en eso de grande ¡Viajar por el mundo investigando acerca de la magia oscura!"
"¿Y yo qué? no te mantengas lejos" se quejó Jonghyuk, volteando a observar al lado contrario de Dokja, con sus mejillas levemente rojas.
Y Dokja lo notó, sonrió en grande por esto. Se acomodó en frente del chico y acunó el rostro rojo en las palmas de sus manos. "Siempre habrá espacio para ti en mi corazón, así que, ¿renuncia a todo y ven conmigo?" Preguntó tímidamente, con miedo a la respuesta.
Yoo Jonghyuk parpadeó sorprendido, aún más rojo que antes, Kim Dokja se inclinó suavemente y besó castamente sus labios, robándose el primer beso del príncipe heredero, regalándole su primer beso también.
"Renunciaré a todo por ti, Kim Dokja"
Sus ojos negros tuvieron rastros de color morado, chispas a simple vista de su anomalía de mezcla de emociones.
"Sí, siempre juntos, Hyukie" Dokja lo abrazó.
Terminó durmiéndose en sus piernas, tranquilamente dejando totalmente baja su guardia, porque sabía que con Yoo Jonghyuk siempre estaría seguro. Yoo Jonghyuk le echó un vistazo de nuevo al libro mientras Dokja dormía:
Los encantamientos más poderosos son aquellos que van desde el corazón, ya que no se trata solo de un movimiento de mano sin más e incluye entre sus requisitos que las palabras recitadas estén acorde de los sentimientos del lanzador, los sentimientos logran una barrera casi imposible de romper. Por esto mismo es crucial evitar lanzar encantamientos mientras las emociones o sentimientos dominantes son negativos, lo que daría luz a una maldición y conllevaría uno de los tres castigos, totalmente al azar.
Antídotos para evitar ser consumido por los castigos... Métodos de salvación a una maldición...
Cerró el libro. No le interesa, jamás lo necesitará.
- - - - - - -
Jonghyuk observó la palma de su mano, parecía observar la sangre que cargaba de vidas anteriores, parecía que aún seguía la sangre de Dokja ahí. No pudo dormir, los recuerdos lo atormentaban una vez más.
Despertó llorando, sintiendo los labios de Dokja encima de los suyos, sintiendo que su pecho ardía en dolor, y sabía perfectamente qué era esto, luego de haberlo investigado en su vida número 42, síntomas de un lazo maldito.
Pero no recuerda, aún no tiene la llave que le permita acceder a esos recuerdos, y cada vez lo frustra más, porque entre más se acerca a Dokja, más insoportable es el dolor en su pecho. Era como una fuerza que le decía que fuera al camino contrario, una fuerza que sabía más que él.
Pero no se dejó ir con eso, observó las estrellas y se quejó con la luna, por darle esta oportunidad sin retorno de cambiar lo que sucedió, quiso echarse para atrás, quiso decir que ya no podía, pero... ¿Valía la pena dejarlo ir ahora?
¿Después de todo este tiempo?
Parece que la respuesta a cada una de sus incógnitas está más cerca de lo que cree, pero tal vez está más profunda en el interior de algo, él será capaz de lograrlo.
Tendrá a Dokja y tendrá una vida pacífica, matará a todos los que se metan entre su camino.
ESTÁS LEYENDO
Una forma de protegerse del emperador [EDITANDO]
Fanfiction━ Kim Dokja realmente creía que estaba maldito. Luego de terminar de leer la novela de turno "La manera segura de ascender al trono", sentimientos de odio inundaron su ser, y empatía inundó su corazón hacia el villano de la novela, el líder del grem...