- ¡Estaba justo aquí! - suelta Max aterrada.
Estamos al final del pasillo.
Las luces apuntan al muro donde anteriormente estaba un reloj. Bueno todos creen que Max fue la única que lo vio, nadie sabe lo que hice.
Que me metí en la mente de Max, y la saque del trance entregandome como cebo a Vecna.
- ¿Un enorme reloj de péndulo?
- ¡Si! ¡Estaba aquí!
Y lo estaba... Dio cuatro campanadas, estaba encajado en la pared.
Un escalorio recorre mi cuerpo de tan solo pensar que me ha tocado.
Ese monstruo ha tocado mi mano, a tocado mi piel...
Me clavo las uñas en la palma de mi mano y lágrimas de furia y terror amenazan con salir de mis ojos.
Siento un toque timido y vergonzoso en mis nudillos blancos al hacer tanta fuerza apretando mis puños.
El mínimo toque hace que de un bote en mi sitio y que el corazón me vaya a mil.
Me giro y veo que Steve me mira con preocupación.
- ¿Estas bien? - me susurra para que solo pueda oírlo yo.
Asiento con la cabeza, porque tengo miedo de que si hablo se me corte la voz.
- Parecía real... - siguió Max - Pero algo pasó. Más bien alguien pasó y desperté.
Se giro hacia mi.
- Tu pasaste, tu estabas ahí _. Tiraste de mi por el pasillo hasta que unos ojos azules y una piel quemada apareció en mi visión y me desperté de un salto.
- ¿Yo? ¿Estas segura?
Trague saliva fuertemente haciéndome daño en la garganta. Las mentiras ardían en mi boca.
Todos me miraban extrañados.
- Es imposible que estuviera ahí... ¿Por ahí me imaginaste para que te salvará?
- Eras incluso más real que el reloj...
- No tiene sentido - me excuse con mentiras.
Mire a todos rezando porque le quitaran importancia. Desconcertados volvieron a mirar a Max que le temblaban las manos y su voz se había cortado hace unos minutos.
Senti la mirada clavada de Steve y me gire hacia él.
- No tiene sentido - repetí
Steve me dio una repasada con el ceño fruncido que me levanto la temperatura corporal y me hizo sentir culpable.
- Estaba en un trance. No respondía a nada que le dijéramos, ni a nuestros toques... Fue como lo que describieron Eddie y _, como lo que le pasó a Chrissy - insinuó Dustin.
Max se giro hacia nosotros, trago saliva y me di cuenta de que aguantaba las lágrimas.
- Y esa no es la peor parte...
Busque su mirada entre la luz de las linternas y la encontré.
No me hizo falta concentrarme ni que me sangrara la nariz.
Todo el mundo podía captarlo a simple vista.
Estaba aterrada.
* * *
Estamos todos dentro de la oficina, no queríamos estar un segundo más en el pasillo...
Max no quería. Y yo tampoco.

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etéreo
Random"Hawkins, Indiana, 1986. Una chica llena de secretos, de misterios, llena de vida, pero también de muerte. Una chica que por mucho que intenta encontrarse, el tiempo es capaz de encontrarla primero... y no solo el tiempo" Una historia de suspense...