Capitulo III

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Las reglas no son para nada fáciles. ¿Dados de hasta 20 caras? ¿Vecna? Todo me da vueltas ahora mismo, el dolor de cabeza ha vuelto hace rato...
Me voy tambaleando por el pasillo, Dustin y Mike me acompañan. 

- Tranquila, lo harás bien - me tranquiliza Dustin.

- Que solo he venido a por la camiseta

- _... esto es importante. Esta campaña ha sido planeada con antelación y... - explica Mike

- Quiero la camiseta. - le corto.

- Tu solo recuerda lo que te hemos dicho. Se que eras una chica lista.

La verdad es que en realidad tengo buena memoria y no estaría mal ganarle a Eddie Munson el anfitrión de D&D.

Poco a poco el mareo y el dolor se desvanecen a medida que nos acercamos a la puerta que dará a la habitación donde jugaremos.

Hemos llegado, respiro hondo y la abro con decisión.

He venido a ganar.

He venido a por la puta camiseta.

Al abrir hay un gran contraste, las luces del instituto son frías y blancas, pero la de aquí es calida y más bien naranja, debido a las velas, pero también hay luces de colores aquí y allá.  Hay una gran mesa con varias sillas, y como no Eddie esta allí sentado en una especie de trono.

Sus manos están entrelazadas, y sus codos encima de la mesa... esperando. Esperándome a mi. En sus ojos marrones se reflejan las llamas de las velas.

En cuanto abro la puerta me mira, sonrie se levanta sobre el trono y abre los brazos.

- Bueno, bueno... _ - comenta Eddie

- La misma

- Pensaba que no vendrías, ya sabes... Eres un poco gallina

Sus amigos ríen a su alrededor. ¿Gallina? Si tan solo supiera... Las risas me inundan los oídos, y la vista se nubla por la ira. Me siento humillada.

- ¿Sabes que? Si recuerdo bien, fui yo quien te dejo "dormidito" en el bosque

Sus amigos se ríen más pero esta vez es al revés y a él se le tensa la mandíbula. Salta del trono y se acerca a mi. Inmediatamente todos se callan.
Se acerca cada vez más, ya parece rutina que se acerque tanto a mi cara para hablarme

- ¿Me tienes miedo, _?

- No... - no puedo evitar un tartamudeo. En realidad, si le tengo un poco de miedo, no es un miedo descomunal, pero a veces es imponente

- Me alegra escuchar eso - me agarra delicadamente la barbilla - No quiero que me tengas miedo...

- ¿Cuando vamos a empezar? - dice impaciente Dustin

- ¡Tengo que estar en casa a las 9 y media! - se queja Mike metiéndonos prisa.

Eddie se aleja un poco, danzando por la sala. Y se sube a la mesa de un salto ¿Que tiene con subirse a las mesas este chico?

- Calma chicos... Calma... primero debemos ponerla a prueba - se gira hacia mi y sonrie.

- ¿Prueba? ¿Qué prueba? - Dios mío, que estoy haciendo aquí, ayuda.

- Los chicos aquí presentes han tenido que contar un secretito, que por supuesto esta a salvo aquí, para poder entrar en este grupo. Y tu no vas a ser la excepción... nos tienes que contar un secreto...

La tensión inunda la sala, los cuchicheos también lo hacen. Me giro confundida y con incomodidad hacia Dustin y Mike buscando ayuda pero solo se encogen los brazos, como sin tener idea de lo que está hablando.

etéreoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora