Capítulo siete

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Al día siguiente desperté al sentir una mirada intensa en mi, sonreí sin abrir los ojos y me acurruqué contra su pecho.

—sé que estás despierta, cariño —murmuró con ternura.

—no se vale, yo quería seguir durmiendo —abrí los ojos subiendo la mirada.

—mm...¿Y si no quiero que duermas?

—¿Qué harás, eh? —le seguí el juego.

—haré ¡Esto! —comenzó a hacerme cosquillas.

—basta —dije entre risas.

—tú te lo buscaste.

—por favor Pe-Peter —ya me dolía el estómago.

—deja que lo piense —sonrió.

—n-no pu-edo res-pi-rar.

Paró de hacerme cosquillas casi al instante, aproveché para recuperarme.

—¿Mejor? —preguntó luego de unos minutos.

—si —llevé una mano a su cabello y lo peine con mis dedos, cerró sus ojos disfrutando de las caricias —Henry...Te amo. —admití.

—¿Qué? —abrió los ojos con rapidez.

—lo oíste —sonreí.

—dijiste ¿Piano?

—no seas tonto —golpee su brazo —sabes lo que dije.

—tambien te amo, Ary —acarició mi mejilla —pero estoy seguro de que no recuerdas todo y cambiaras de opinión cuando lo hagas.

—Peter...

En ese momento la puerta es tocada, el rubio me voltea a ver asustado.

—¿S-sí? —respondió un poco nervioso.

—hijo, ¿Puedo pasar? —era papá.

—escondete bajo la cama —murmuró, asentí y rodeé al piso. —¡pasa!

Brenner entró y observó toda la habitación con disimulo, antes de mirar al chico frente a él.

—Peter, no me escondes nada ¿Verdad?

—no, claro que no —negó.

—bien.

—¿Necesitas algo?

—se trata de Emma, ella está mejor, por suerte su dolor se ha ido. —comentó.

—¡Eso es fantástico! Me tenía preocupado.

Hablaron un poco mas sobre la coordinación de hoy con los niños y recién luego de eso, Brenner se fue.

—estuvo cerca —salí de abajo de la cama con su ayuda.

—así es —nos sentamos en la cama.

—creo que iré a mi habitación para vestirme.

—claro, eso es lo mejor —sonrió apenas.

—nos vemos luego ¿Sí? —tomé su rostro y besé sus labios, antes de irme.

Luego de acomodarme con la vestimenta habitual, salí directo al comedor, no me encontré con Tyler y eso llamó un poco mi atención.
Cuando entré lo primero que vi fue a Peter hablando animadamente con la otra cuidadora, Lizzy, me parece.

—buenos días dormilona —dijo Tyler llamando mi atención.

—buenos días Ty —sonreí.

—¿Cómo están tus manos?

Amnesia ~Peter Ballard Donde viven las historias. Descúbrelo ahora