Capítulo uno

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Abrí los ojos y lo primero que vi fue la habitación en la que solía dormir en aquel laboratorio, lugar que por cierto creí haber dejado atrás ¿Cómo es posible que este de regreso aquí?
Me encontraba un poco confundida, no recordaba mucho de lo que había pasado, ni como había llegado aquí.

Salté de la cama y abrí la puerta emprendiendo carrera hacia donde creía recordar estaba la salida, a mitad de camino dos guardias me detienen tomándome por los brazos.

-¿A donde crees que vas, Dos? -preguntó Brenner acercándose a mi.

-¿Por que estoy aquí?

-hija, tú eres alguien muy importante ¿En serio creíste que te dejaría tener una vida normal? -preguntó con una pequeña sonrisa. -hay personas malas allá afuera, personas que quieren hacerte daño y yo quiero evitarlo, porque eres mi hija.

-papá no siempre dice la verdad -las palabras salieron de mi boca sin poder controlarlo, fue automático. -yo no sé porque dije eso -murmuré confundida, se sentía como si alguien más lo hubiera dicho.

-¿Quién te dijo eso?

-no lo sé -negué -no lo recuerdo.

-sueltenla -los guardias me dejaron libre -vamos querida, te acompaño a tu habitación -tomó mi mano como si fuera una niña pequeña y me guió hacia mis aposentos. -sé que tienes miles de preguntas y que la confusión no te deja tranquila, por el momento solo puedo decirte que desde hoy serás una cuidadora.

-¿Cuidadora?

Observé la ropa sobre una silla junto a mi cama, eran todas prendas blancas.

-de tus hermanos -apuntó. -dejaré que te cambies, estaré esperándote afuera.

En cuanto cerró la puerta me acerqué a la ropa y la tomé, era una camisa blanca manga larga, una pollera tubo del mismo color y zapatos de charol.
Me coloqué todo rápidamente, me abotoné el puño izquierdo y cuando estaba por hacerlo en el otro, noté mi tatuaje "002", hice una mueca de molestia y terminé lo que estaba haciendo, por último me peine con una cola de caballo y finalmente sali de la habitación.

-perfecto -sonrió satisfecho al verme.

Le llevó por un pasillo hasta la que creía era la sala arcoíris, abrió la puerta y me encontré con unos cuantos niños practicando sus poderes con los juegos que había allí.
Un rubio alto, vestido de manera similar a mi, excepto por la falda, ya que él traía un pantalón, se acercó a nosotros.

-Peter Ballard, tu compañero -señaló Brenner.

-Arellys -dijo sorprendido al verme.

-¿Perdón? ¿Te conozco?

-¿tan rápido te has olvidado de mi? -preguntó sorprendido.

-Peter querido, no la abrumes -me volteó a ver -por cierto, este es tu gafete. -me lo dio, en él había una foto mía junto con mi nombre "Arellys Kent"-ya no eres Dos, necesito que guardes ese secreto, es confidencial, para estos niños solo eres su cuidadora ¿Sí?

-entiendo -asentí.

-Peter se encargara de tus deberes -y con eso se fue.

-Ary ¿En serio no te acuerdas de mi? -sus ojos azules como un océano se clavaron en los míos.

-lo siento, no.

-¿Qué fue lo que te hicieron? -preguntó con algo de tristeza.

Uno de los niños llamó mi atención, tenía el cabello rubio muy corto, la piel blanca y unos ojazos azules preciosos, el pobre se encontraba tratando de que la ficha roja cayera en el número que estaba pensando, me acerqué a él con mucho cuidado.

Amnesia ~Peter Ballard Donde viven las historias. Descúbrelo ahora