ᘛ XV ⊰

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La cosa era que Jeongin ahora no estaba seguro de odiarlo

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La cosa era que Jeongin ahora no estaba seguro de odiarlo. No lo perdonaba, eso seguro, pero, ¿lo odiaba? ¿Él qué habría hecho en esa situación? Probablemente nunca lo sabría, así que no podía asegurar que él no habría hecho lo mismo.

Se quedaron en silencio mucho tiempo, ninguno de los dos sabía qué más decir. Hyunjin parecía profundamente cansado y apagado. Así que después de un tiempo se acomodó en la silla, dándole la espalda por lo que Jeongin no estaba seguro de si estaba dormido o simplemente atrapado en sus pensamientos. Sabía que la silla debía ser incómoda, pero tenía mucho que procesar, no sabía cómo sentirse con respecto al otro chico y no estaba seguro de poder compartir la cama con él. Él también durmió.

Las pesadillas se repitieron, pero esta vez Hyunjin ya no lo dañaba, ahora él también era una víctima. Su cabeza se encargó de crear en sueños escenas que definitivamente no quería ver. Su sufrimiento se mezcló con el del otro chico, haciéndolo demasiado difícil de soportar.

–Jeongin... Jeongin, está bien, tranquilo. –El chico abrió los ojos, su vista estaba un poco desenfocada, pero podía ver al chico sentado a su lado y sentir su hombro siendo tomado ligeramente. Su cara estaba mojada.

Hyunjin lo observó con culpa, pero no dijo nada, simplemente se apartó de él y fue a recoger la bolsa de viaje y las capas. Jeongin miró por la ventana, el cielo seguía oscuro.

–¿Nos vamos? Ni siquiera ha amanecido.

–Es mejor así, cuanto más tiempo nos quedamos más los ponemos en peligro. Además, vamos a tomar de su comida, no creo que les encante la idea –explicó el más alto mientras acerba sus botas al chico.

–Seguro ellos nos lo ofrecerían. –A pesar de pensar que debían esperar para agradecer a la familia, se puso las botas.

–Estamos en campo abierto, debemos adentrarnos al bosque antes de que salga el sol o será más fácil que nos identifiquen. Vamos. –Hyunjin no esperó respuesta. Salió del cuarto pisando ligeramente, Jeongin lo siguió.

Después de haber tomado frutas, pan y queso, y agua del pozo, los chicos abandonaron la granja. Jeongin había querido escribirles una nota de agradecimiento, pero no encontró tinta y papel.

Caminaron bajo la luz de la luna, Hyunjin liderando la marcha. Jeongin intentaba seguir su paso y aunque sus pies estaban mejor aún le era un poco difícil. De cualquier manera, el otro chico nunca se alejaba demasiado y de vez en cuando echaba miradas hacia atrás para checarlo. Jeongin por su parte se dedicó a observar al chico a detalle. Era alto y de buenas proporciones, sus rasgos bien marcados, era intimidante; pero la noche anterior mientras le platicaba su historia parecía tan frágil que a Jeongin le costaba creer que fueran la misma persona. Podía ver que esa fuerza que mostraba era sólo una máscara que se había construido, porque en realidad todo ese tiempo no había sido más que una víctima de su madre.

Jeongin ahora sabía que su madre le había ocultado cosas, pero no se imaginaba lo que sería ser odiado por la persona que te trajo al mundo...

–Ya puedes dejar de verme con esa cara. –El otro chico se había detenido y él no lo había notado al ir en sus pensamientos. Él también se detuvo, no tenía idea de qué cara había estado poniendo.

This love is full of fairytales ⊰ HyunIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora