ᘛ XII ⊰

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En cuanto cayó la noche Jeongin no pudo más y se tumbó sobre la hierba

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En cuanto cayó la noche Jeongin no pudo más y se tumbó sobre la hierba. No iba a decirlo, pero el mensaje era claro, necesitaba descansar. Su acompañante no dijo nada, simplemente se sentó frente a él, recargándose en un árbol, también parecía aliviado de poder tomar un descanso. Jeongin bostezó, prácticamente no había descansado la noche anterior y sus ojos comenzaban a cerrarse contra su voluntad. Sin decir nada se acostó, sólo necesitaba cinco minutos.

La pesadilla se repitió, esta vez no hubo necesidad de que le hablaran, se levantó por sí solo. Todavía sentía el grito en su garganta y el sabor salado de las lágrimas se colaba entre sus labios.

–¿Otra pesadilla? –El príncipe lo observaba preocupado. Jeongin no contestó, se sentía débil por no poder olvidar lo que le pasó–. Yo a veces también las ten... –se detuvo. Jeongin lo observó molesto, odiando todo su secretismo y frases a medias.

Hasta que se dio cuenta de que el otro chico parecía concentrado, inclinando levemente la cabeza como si quisiera escuchar mejor. De repente por el rabillo del ojo vio un destello y una flecha prendida en fuego impactó en el tronco de un pino que estaba cerca de ellos. Iluminando el camino a su paso.

–¡Los encontré! –gritó un hombre.

–Mierda –dijo el príncipe al tiempo que se levantaba y tomaba a Jeongin de la mano, jalándole y comenzando a correr.

Jeongin mordió su labio por el dolor que generaba su pie, que al correr se intensificaba. Otra flecha pasó cerca de ellos, por suerte parecía que el hombre que los había encontrado iba solo y a pie. Pero no tardaría demasiado en que los demás los encontraran pues ya habían sido alertados.

Jeongin no podía correr más, con un grito de frustración fue a dar al suelo, con la prisa del momento el otro chico soltó su mano y corrió un poco más antes de darse cuenta de lo que había pasado.

Una flecha se incrustó en el suelo, justo a un lado de Jeongin, que se giró al momento de ver frenar cerca suyo al soldado, lo podía ver claramente por la lámpara de fuego que llevaba colgada y con la que prendió la flecha que ya apuntaba directa hacia su pecho. Cerró los ojos esperando el impacto, pero la flecha fue a dar a otra parte cuando el príncipe se lanzó contra el soldado, daga en mano. Ambos hombres cayeron juntos y rodaron sobre el suelo mientras forcejeaban. La lámpara se rompió, haciendo que un débil fuego se prendiera en la hierba. El arma más pequeña tuvo una ventaja, y en cuanto el chico logró estar sobre el soldado, el filo de la daga se deslizó sobre su garganta. La sangre burbujeó de la herida y el sonido ahogado y moribundo proveniente del hombre se fue apagando conforme el fuego se hacía más intenso.

Jeongin quedó un poco impactado al ver la situación, ya antes había presenciado ejecuciones, incluso viendo a su madre llevar de propia mano algunas de estas, pero esta vez una vida había sido arrebatada para que la suya fuera salvada. No era que lo sintiera por el hombre, no después de lo que había vivido, pero esto sólo le comprobaba que el príncipe estaba dispuesto a matar a su propia gente con tal de mantenerlo vivo.

This love is full of fairytales ⊰ HyunIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora