Itaparica

Capítulo 22: Fotografía

"Fotografía no crea la eternidad, como el arte lo hace, sino que embalsama el tiempo, rescatando simplemente de su propia corrupción". 

André Bazin. Ontología de la imagen fotográfica.

A la tarde, había quedado en encontrarse con Paloma. Él fue a jugar tenis con su hermana, ella a hacer stand up paddle board –si, aunque no lo crean es un "deporte"-. El partido, aunque jugado a un set, se extendió más de lo que él pensó. Por lo que, la hora acordada había pasado, y le mandó varios mensajes avisándole, lo que probablemente le haya hecho quedar algo tonto. Claro que Paloma, a esta altura conocía estos hábitos compulsivos de Narciso, quien tenía la tendencia de mandar mensajes con su distancia y tiempo demasiado a menudo.

Para apurar el juego, decidió empezar a sacar con mayor fuerza, pero no era un gran sacador, por lo que no paraba de extender el juego con sus dobles faltas. Posteriormente le encontró más o menos la mano, y se dirigió al lago donde se hacía stand up paddle board, que era un nombre elegante para un pseudo canoa donde el objetivo era remar parado. Allí estaba Fernandinho, el sensual instructor de deportes acuáticos. Probablemente de los más esculpidos de la isla, tenía los brazos tatuados, y la piel tornasolada por las inclemencias del sol. Se llevaría muy bien con él, era una persona afectiva, con cierta humildad y una historia de vida interesante. Lo único negativo: su total oposición a hablar de política. Esta posición era bastante cómoda, para alguien que tenía un trabajo estable en un all inclusive dentro de una isla semiprivada.

-Me gustaría probar a mí- dijo mientras se sacaba las medias-.

-Disculpame, pero pasó el horario. Disculpame. -

-No, está bien, no hay problema, será en otro momento. -

Le pareció raro su pedido de disculpas, ya que reconocía que Fernandinho le podía arrancar la cabeza con un solo brazo. Siempre se preguntó si tal cuestión era una política de su trabajo -lo que parecía horrible- o simplemente su modo forma de ser poco conflictiva y sumamente centrada.

Mientras se acercaba Paloma, le preguntó si quería que le sacara fotos mientras hacía ese ridículo deporte, ella asintió, por lo que puso su cámara en modo ráfaga, y sacó las fotos. Se las pasó: no eran muy bellas, por lo que dudaba que las subiría a ningún lado. Sin embargo, las fotos fueron para recordarla a ella, dado que no se sacarían ninguna juntos, porque ella venía de incógnito, si se quiere.