Itaparica

Capítulo 32: La cena de blanco (Parte II)

Sólo recordaría de esa cena la foto que se sacó con ella y que haría enmarcar a su vuelta en Buenos Aires, y dos cuestiones particulares.

La primera fue que Camila se atiborró con el postre que tenía en su plato. Lo comió de un bocado, con cierta desesperación. Probablemente hizo eso sin la mediación de los utensilios.

-Te lo devoraste-señaló Narciso, sin saber específicamente cómo reaccionar en tal situación. Claro que no hubo respuesta a tal comentario.

La extrañeza de la acción le hizo entrever el complejo estado psicológico de ella. Por supuesto que no pensó en tal cosa para juzgarla. Entendía, por sus charlas, que había vivido situaciones bastante complejas y que probablemente seguía viviendo.

La segunda cuestión fue que, al servirse de nuevo postre, Camila cortó un pedazo del suyo y se lo puso en el plato, sin consulta previa, al otro go. Este expresó su entendible disgusto, mientras que ella le mostró que era lo mismo que él estaba comiendo. Fue un momento, como mínimo, atípico. Decidió no emitir comentarios al respecto. 

La isla y la psicología de las personas que la habitaban era de por sí bastante atípica. Era una especie de Isla del Doctor Moreau, pero versión all inclusive. La situación no parecía extraída de la realidad, sino que únicamente podía tener como marco esa cena, en ese lugar. No obstante, si reflexionó respecto a la forma en que gesticuló Camila cuando le mostraba el postre al GO: le hizo acordar a una persona de su pasado que presentaba rasgos de sociopatía. Al parecer Narciso atraía y les gustaba a personas con ciertos rasgos sociopáticos.